El viernes 13 es considerado un día de mala suerte en muchas culturas. Conocé su origen y por qué sigue siendo un día temido por muchos.
La creencia de que el viernes 13 trae mala suerte está profundamente arraigada en varias culturas alrededor del mundo. Si bien no hay evidencia científica que respalde este temor, la superstición resiste el paso del tiempo, impulsada por eventos históricos, teorías religiosas y hasta la cultura popular.
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Entre los ejemplos más conocidos, Truman Capote, célebre escritor, evitaba comenzar cualquier texto un viernes, y si ese día además caía 13, prefería no salir de la cama. Del mismo modo, Winston Churchill se mantenía inusualmente inactivo los viernes 13, reduciendo su agenda oficial al mínimo.
Existen varias teorías que explican por qué el viernes 13 se asocia con la mala suerte. Una de las más populares tiene raíces bíblicas: en la Última Cena de Jesucristo, había trece comensales, lo que, sumado al hecho de que Jesús fue crucificado un viernes, estableció una conexión entre el número 13 y el día viernes como símbolos de mal augurio.
Otra teoría se remonta al 13 de octubre de 1307, cuando el rey Felipe IV de Francia ordenó la captura y ejecución de los caballeros templarios, una poderosa orden religiosa y militar. Aquel viernes, cientos de templarios fueron arrestados, torturados y ejecutados por supuestos crímenes contra la cristiandad. Este evento trágico marcó el destino de la Orden Templaria, y desde entonces, el viernes 13 quedó vinculado con la desgracia.
Durante los siglos XVII y XVIII, los viernes también eran días de ejecución pública en varias partes de Europa, lo que contribuía a reforzar la asociación de ese día con la muerte y la mala suerte.
En América Latina, la fama del viernes 13 como día de mala suerte tomó fuerza en gran parte gracias a la película de terror "Viernes 13", que se convirtió en un ícono del género desde su estreno en 1980.
La franquicia cinematográfica, protagonizada por el aterrador personaje de Jason Voorhees, popularizó aún más la idea de que este día está vinculado con eventos siniestros.
La superstición del viernes 13 perduró por varias razones, entre ellas el refuerzo social. Esta creencia se transmite de generación en generación, afianzándose en el imaginario colectivo a través de relatos y experiencias.
El sesgo de confirmación también juega un papel importante, ya que las personas tienden a recordar los eventos negativos ocurridos un viernes 13 y olvidan los que transcurren sin incidentes, reforzando la idea de que es un día desafortunado.
Otro factor es la ansiedad. Para quienes creen en esta superstición, el miedo al viernes 13 puede generar una tensión que los lleva a actuar con más precaución o a cometer errores, lo que a su vez alimenta la creencia en la mala suerte.
Pese a la popularidad de esta creencia, no hay ninguna evidencia científica que respalde la idea de que el viernes 13 sea más propenso a generar eventos desafortunados que cualquier otro día del año.
De hecho, algunos estudios, como uno realizado en Países Bajos, demostraron que los índices de accidentes bajan durante los viernes 13, debido a que muchas personas evitan realizar actividades de riesgo o salir de sus casas.
Sin embargo, la influencia de esta superstición sigue siendo fuerte. Por ejemplo, en Estados Unidos, varias consultoras reportaron que la actividad comercial tiende a disminuir en los viernes 13, aunque algunas aerolíneas niegan que haya una baja en la venta de pasajes.
Aunque la ciencia no respalde esta creencia, el viernes 13 continúa siendo un día lleno de misterio para quienes se aferran a sus supersticiones.
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