En las calles de Perú, es común observar botellas con agua colocadas en techos y esquinas de las casas. Esta costumbre, que generó la curiosidad tanto en locales como en extranjeros, tiene múltiples explicaciones y refleja la rica tradición cultural del país.
Ahuyentar a animales: una práctica común
La razón más conocida detrás de esta práctica es su utilidad para ahuyentar animales. Según testimonios de residentes locales, las botellas llenas de agua disuaden a palomas, gatos y otros animales de acercarse a los techos y áreas residenciales.
Este método casero es especialmente popular en áreas urbanas y rurales, donde la convivencia con la fauna local puede presentar desafíos.
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Un sensor sísmico ancestral
Otra explicación fascinante, mencionada en artículos de La República y La Patilla, es el uso de estas botellas como una especie de alarma para detectar sismos de baja o media intensidad.
Esta práctica muestra cómo las técnicas tradicionales pueden jugar un papel importante en la vida cotidiana, especialmente en un país como Perú, que experimenta frecuentemente actividad sísmica.
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Transmisión generacional y significado cultural
Los comentarios de usuarios en plataformas como TikTok revelan que muchas familias peruanas heredaron esta costumbre de generaciones anteriores. Estas prácticas, pasadas de abuelos a padres e hijos, se convirtieron en parte integral de la vida diaria y simbolizan la continuidad de la cultura y las tradiciones locales.
Una tradición en evolución
Es importante destacar que, aunque esta práctica es común, no todos los peruanos la realizan, y su significado puede variar de un lugar a otro. Esta diversidad refleja la riqueza de las costumbres y tradiciones peruanas, las cuales continúan evolucionando y adaptándose con el tiempo.