Santa Mónica es una de las santas más populares a la hora de pedir ayuda para resolver problemas entre padres e hijos. Pero, ¿de dónde surge esta devoción?
Mónica nació en Tagaste, norte de África, en el año 322 d.C. Se casó con Patricio, un pagano malhumorado que la maltrataba. Mónica tuvo tres hijos, entre ellos Agustín, quien inicialmente llevó una vida licenciosa y rechazaba el cristianismo.
La preocupación por la conversión de Agustín llevó a Mónica a pasar años rezando incesantemente por él. Sus plegarias fueron finalmente escuchadas cuando Agustín se bautizó en el año 387 d.C. Así lo relata el mismo Agustín en sus Confesiones: "Ella lloraba más amargamente por mi perdición que otras madres por la muerte corporal de sus hijos" (Conf. 3,11).
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Desde entonces, Santa Mónica se convirtió en abogada de problemas familiares, especialmente entre padres e hijos. La oración más popular a ella dice:
"Santa Mónica, patrona de las madres cristianas, protege a mis seres queridos y nunca dejes de interceder por ellos ante el Señor. Ruega para que triunfe en nuestro hogar la paz, el perdón y la comprensión mutua".
Esta oración se enfoca en pedir la mediación de Santa Mónica para traer armonía a las familias divididas por conflictos. Se la reza habitualmente en casos de hijos rebeldes, cuando hay distanciamiento entre padres e hijos o para fortalecer la comunicación familiar.
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Oración de Santa Mónica por la familia
Gloriosa Santa Mónica, mujer buena y amorosa, que llena de virtud, por amor a la gloria de Dios fuiste modelo y ejemplo de madres y esposas, recíbenos bajo tu amparo y aléjanos de cualquier daño que afecte nuestros sentimientos y nuestra dignidad.
Santa favorecedora, en ti buscamos refugio y comprensión, de ti queremos defensa, amparo y protección para salir de todo lo que es causa de nuestras penas y que nos hace no tener equilibrio moral y afectivo. Tu vida fue continuo desasosiego, tuviste que luchar, combatiste problemas y serias dificultades en el hogar, pero con fe y tesón, con gran corazón y el auxilio de Dios, buscaste y encontraste la solución que precisabas, y saliste airosa ante los disgustos familiares.
Tú, con inmensa fe y esperanza, con paciencia y firmeza, supiste aplacar a tu infiel y disoluto esposo, y lo guiaste por el camino que conduce hacia Dios; e igualmente luchaste por convertir a San Agustín, aquel hijo díscolo que te disgustaba y había perdido la fe. Por tus méritos acudimos a ti en nuestros problemas, buscamos tu amable intercesión ante Dios Padre, solicitamos seas nuestra abogada en nuestras amarguras y nos des tu auxilio providente ahora que sufrimos.
Te queremos entregar nuestra familia a tu protección, haz que no aniden en ella los vicios y las dependencias, que no suframos por las humillaciones ni los celos, que se alejen las infidelidades, los reproches y rencores, que se acaben las discusiones y las malas palabras, que no haya violencia ni malos tratos, ni altercados, que no falte nunca el respeto y la concordia, la armonía y la paz entre sus miembros y en especial, te ruego que me des solución para: (menciona tu problema y pide una solución).
Intercede por mí ante Nuestro Señor Jesucristo, y si es su voluntad, ruégale me conceda la gracia que humildemente solicito de su gran misericordia, y a ti, Santa voluntariosa, pido que tu protección me guíe y que tu amparo me acompañe y guarde; sé que tú puedes fortalecerme y darme ánimo suficiente para salir y vencer a esta triste situación, haz que encuentre a buenas personas que me ayuden y me indique qué debo hacer para no tener que soportar tanta humillación y desasosiego, y pueda alcanzar la dicha para que mi hogar sea un remanso de paz. Por Nuestro Señor Jesucristo que vive y reina, por los siglos de los signos. Amén.
Algunos ejemplos de situaciones en las que se puede rezar son:
- Cuando los hijos abandona la iglesia o se alejan de la fe.
- Para ayudar a hijos con adicciones al alcohol o las drogas.
- Cuando los padres y los hijos tienen diferencias políticas o ideológicas.
- Para pedir por la conversión espiritual de algún familiar.
Consejos para rezar la oración a Santa Mónica:
- Rezarla con fe y constancia. Esto fue esencial para que Santa Mónica convirtiera a Agustín.
- Acompañarla con sacrificios y actos de caridad hacia los familiares.
- Pedir la intercesión sinceramente y dejar los resultados en manos de Dios.
- Rezarla en familia para mayor poder de intercesión.
Santa Mónica nos enseña a nunca rendirnos ante las dificultades familiares, sino a perseverar en la oración confiando en el poder divino. Su ejemplo e intercesión son un faro de esperanza para todos los que sufren por sus seres queridos.
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