El cineasta Steven Soderbergh, uno de los productores de la última ceremonia de los premios Oscar, que finalizó de una manera abrupta tras el frío anuncio del galardón a Mejor Actor para Anthony Hopkins, quien no pudo aceptarlo en vivo por la prohibición de las apariciones por videollamada, aseguró que no se arrepiente de esa decisión, la cual fue tomada creyendo que Chadwick Boseman sería el ganador de esa terna forma póstuma.
"Cuando se conocieron las nominaciones y se supo que existía esa posibilidad, nuestra sensación fue que si Chadwick se llevaba la estatuilla y su viuda lo recibía y daba un discurso en su nombre, no habría otro lugar hacia el que avanzar, así que nos apegamos a esa idea", explicó Soderbergh en diálogo con medios estadounidenses sobre ese posible resultado.
Boseman, quien falleció en agosto del año pasado a los 43 años producto de un cáncer de colon, era el gran favorito de esa edición luego de haber sido reconocido a lo largo de casi toda la temporada de premios de la industria y la crítica cinematográficas por su trabajo en "La madre del blues".
Sin embargo, Hopkins -ganador de ese galardón en 1991 por "El silencio de los inocentes"- fue el elegido a sus 83 años por las y los votantes de la Academia por su angustiante y magistral interpretación de un anciano que sufre de demencia senil en "El padre", la ópera prima del francés Florian Zeller.
Con el resultado anunciado por el actor Joaquin Phoenix se dio por terminada rápidamente la ceremonia, ya que la organización decidió no permitir las videollamadas durante la gala (que se desarrolló en cuatro sedes diferentes, dos de ellas en Europa, para garantizar la presencialidad), y Hopkins se quedó sin dar su discurso ya que por la pandemia de coronavirus se encontraba en su casa en Gales.
Según consignó el sitio especializado Variety, Soderbergh consideraba que el triunfo de Boseman hubiera sido el pico emotivo de la transmisión, por lo que junto a sus colegas productores de la gala, Stacey Sher y Jesse Collins, eligió modificar el orden de las ternas que hasta esta ocasión acostumbraba a desarrollar cada entrega, que siempre cerraron con el lauro a Mejor Película.
"El objetivo era hacer algo diferente y dejar que la Academia examinara las respuestas y decidiera qué hacer en futuras ocasiones", agregó el realizador, que en 2000 fue premiado en la categoría de Mejor Dirección por su filme "Traffic".
En ese sentido, aseguró que no repensaría la decisión de prohibir las intervenciones de forma virtual, y defendió el cambio de categorías en función del posible triunfo de Boseman como un acto de conciencia y respeto.