Fridgescaping es un término que fusiona “fridge” (heladera) y “tablescaping” (el arte de decorar mesas). Aunque fue acuñado por la bloguera Kathy Perdue en 2010, explotó más de una década después gracias al impulso de las redes sociales.
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¿Qué es el fridgescaping y por qué cada vez más personas lo aplican?
La idea central del fridgescaping es simple: transformar el interior de la heladera en un espacio tan armónico como funcional. Esto se logra con el uso de recipientes estéticos —como frascos de vidrio, bandejas de cerámica o cestas de mimbre— y la organización por colores, formas o texturas. Incluso hay quienes suman flores frescas, pequeñas esculturas o fotografías, creando un ambiente visualmente atractivo.
Esta tendencia no solo apunta a lo estético. Sus defensores aseguran que también tiene beneficios prácticos: ayuda a mantener el orden, reduce el desperdicio de alimentos y promueve una alimentación más consciente.
¿Una moda superficial o una nueva forma de habitar lo cotidiano?
Aunque el fridgescaping tiene sus detractores —algunos lo consideran una frivolidad innecesaria—, quienes lo practican lo defienden como una forma de traer belleza al día a día. Para muchos, abrir la heladera ya no es un acto mecánico: es una pausa estética, una inspiración cotidiana.
La creadora de contenido Lynzi Judish (@lynziliving) se convirtió en una de las referentes más destacadas de la tendencia, con heladeras temáticas inspiradas en series como Bridgerton, películas como Beetlejuice o universos como Star Wars.
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Cómo aplicar el fridgescaping en casa: 7 claves para hacerlo bien
Si te tentó la idea, pero no sabés por dónde empezar, estos consejos te van a ayudar a incorporar la tendencia de forma segura, práctica y estética:
- Empezá de a poco: no hace falta que tu heladera parezca una obra de arte de inmediato. Podés comenzar con una sola sección.
- Usá recipientes transparentes: facilitan la visibilidad y ayudan a evitar el olvido y el desperdicio de comida.
- Mantené ciertos productos en su envase original: especialmente carnes y lácteos, para preservar su seguridad.
- Etiquetá todo: usá etiquetas adhesivas o pizarras pequeñas para organizar y aportar estilo.
- Iluminá bien tu heladera: una buena luz realza el diseño y facilita la organización.
- Limpieza constante: es clave para evitar malos olores y garantizar que todo se vea bien.
- Sumá verde y frescura: ramitas de menta, perejil o romero aportan aroma y color. Evitá poner plantas en contacto directo con zonas frías o húmedas.
