Hace unos pocos años la "normalidad" que decía que la mujer era la encargada de hacer trabajos no remunerados como "mantener la casa en orden", ocuparse de los niños, las comidas, la limpieza, y demás quehaceres hogareños comenzó a cuestionarse. A poco más de cinco años de la primera movilización masiva de mujeres en reclamo de igualdad y el comienzo de la campaña Ni Una Menos, ya no parece común que sólo el hombre se encargue de trabajar fuera de casa, ver fútbol y dormir la siesta. Ese paradigma tradicional y desequilibrado está desapareciendo lenta pero exitosamente gracias a la lucha sostenida de miles de mujeres.
Hoy las mujeres pueden trabajar fuera de casa, ser independientes y dejar el sometimiento social y machista de lado. Ahora existe una división del trabajo doméstico entre el hombre y la mujer, y un gran ejemplo de esto es Amo de casa, que desde su lugar de influencer fanático de la limpieza contribuye a romper con los estereotipos de antaño."Con una mopa, vinagre y bicarbonato para salvar el mundo", así se define este influencer que logró romper con los esquemas socialmente impuestos que dicen que la mujer debe encargarse de las tareas de limpieza mientras el hombre se dedica a un trabajo remunerado.
Amo de Casa dialogó con Aire Digital sobre su primer libro, su historia, cómo fue crecer en una casa donde los roles no se definían con el género sino con las tareas diarias, cómo descubrió que la limpieza es un hábito y no un deber; y además nos reveló algunos truquitos para tener la casa en perfectas condiciones y algunos tips exclusivos que nos van a quitar mas de u dolor de cabeza a la hora de limpiar.
Aire Digital: Sabemos que desde siempre a la mujer se le asignó el rol de “ama de casa” y el argumento es “porque limpia mejor y tiene más tiempo que el hombre”. Siendo un rol impuesto por la sociedad, ¿qué fue lo que te interpeló a vos para romper con los estereotipos creados por las convenciones sociales y decidir generar conciencia de género desde tu lugar de influencer y comunicador?
Amo de Casa: En principio que yo no crecí con esos prejuicios, ni estereotipos. En mi casa las tareas domésticas nunca fueron exclusividad de mi mamá y lo hacíamos entre todos. Al adquirir esto como un hábito me fue muy fácil trasladarlo a mi vida adulta. Una de las cosas que me motivó a abrir la cuenta fue ocupar un lugar que estaba vacante que era el del hombre al frente de las tareas domésticas, no porque yo sea el único sino porque nadie lo estaba contado y me parecía importante visibilizarlo. La mujer hace rato que ocupa un lugar en el mercado laboral, pero esa inserción no fue acompañada por la incorporación del hombre a las tareas del hogar. Es como que la sociedad les permite desarrollarse en otras áreas pero siempre y cuando vuelvan a casa y sigan haciendo lo que hacían antes.
No es cierto que las mujeres son ordenadas y limpias por naturaleza. No es cierto que los hombres somos desordenados y tenemos un impedimento físico o neuronal para lavar los platos. No todas las mujeres quieren ser madres y amas de casas. No todos los hombres odian las tareas domésticas. Esto parte de imposiciones sociales y culturales, y la casa es de todos los que la habitan independientemente del género o la edad. A limpiar y ordenar se aprende, a partir de hábitos y rutinas. Amo/a de casa es cualquier persona que habite un espacio y se apropia de él, sea como sea ese espacio y sea como sea su familia.
AD: ¿Cuándo te diste cuenta que amo de casa te podía generar ingresos y ser tu sustento de vida? ¿Cuáles son las mayores consultas que recibís?
AC: Si bien "Amo de Casa" no es una casualidad, ni producto del destino o la suerte no se si alguna vez pensé que iba a generar todo lo que generó y genera. Como todo en la vida es un proyecto que me tomé con mucha organización, seriedad y responsabilidad; desde el primer día trabajo mucho para generar contenido de calidad y hacer crecer la comunidad. Siempre atendiendo los gustos, las necesidades, acompañando y respondiendo las consultas que son de lo más variadas. Recibo miles de consultas todos los días. Cuando me preguntan "¿cuánto tiempo pasás limpiando?", les digo que paso mucho más tiempo respondiendo mensajes privados. Las preguntas son de todo tipo, me han preguntado cosas insólitas como "¿cómo se limpia un microscopio?", pero las más frecuentes tienen que ver con el uso del vinagre, uno de mis grandes aliados para la limpieza. La que nunca falta es "¿El vinagre no deja olor?", y te la respondo: No, el vinagre no deja olor, se evapora y se va. También otra que se repite todos los días es "¿cómo se limpia el hornito eléctrico?". Lo más gracioso es que yo nunca tuve, ni limpié uno. Un poco me convertí en una especie de "Google de la limpieza", ante cualquier duda me mandan un mensaje y tratamos de resolverlo juntos. Después me llegan las fotos de los antes y después, que algunos cambios son increíbles. Hasta hice una historia destacada en mi Instagram que se llama "Testimonios" con muchas fotos de los hornos, heladeras, canillas, bañaderas, ollas, sillones y un largo etcétera de objetos que hemos salvado de manchas o suciedad que parecían imposibles de sacar. Al final no siempre las cosas están viejas o arruinadas, solamente están sucias. Ese ida y vuelta es super gratificante.
Cuando comencé solo pensaba que esto podía llegar a traer alguna marca que quiere apoyar mis contenidos y con el correr del tiempo empezaron a llegar un montón de proyectos que ni imaginaba.
En poco tiempo me llegó la propuesta de hacer workshops presenciales y online, charlas privadas para empresas, a partir de la necesidad de mi comunidad de conseguir los productos que yo mostraba y no encontraban habitualmente en los supermercados o comercios surgió mi tienda online y hace un año me propusieron trasladar lo que pasó con Instagram a un proyecto editorial... ¡Jamás en mi vida soñé escribir un libro! De hecho sentí (y siento pánico) de solo decirlo.
AD: Creciste en un hogar donde tu mamá les enseñó a todos a realizar las tareas del hogar sin distinción de género y promoviendo la igualdad. Hoy en día en que las familias son más diversas que antes y ya no estamos obligados socialmente a cumplir la estructura de mamá y papá, sino que una familia se puede formar con dos papás, dos mamás, tías, abuelas o desconocidos, ¿cómo plantearle a los mas chicos que la limpieza es un hábito que todos debemos tener en cuenta a la hora de generar una buena convivencia y no un castigo que nadie tiene ganas de hacer?
AC: En Japón los niños/as pasan 20 minutos de su jornada escolar limpiando y ordenando sus aulas. Los porteros solo están para las tareas que requieren de un mayor trabajo o esfuerzo. Si quisiéramos trasladar eso acá más de un padre/madre sentiría que su hijo/a no está para eso, que es algo denigrante y humillante. Entonces lo primero es que los grandes nos amiguemos con la limpieza, que dejemos de pensar en esto como algo estigmatizante y entendamos que es una herramienta, un medio y no un fin en sí mismo. Básico es no relacionar a los niños/as a las tareas domésticas desde el castigo, sino que lo incorporen como un hábito (como lavarse los dientes). Las casas necesitan de esos hábitos como nosotros de ducharnos todos los días o cambiarnos la ropa. Involucrar a los chicos/as en las tareas (además de alivianar el trabajo a sus padres) hace que adquieran hábitos que les brindan seguridad, desarrollan la autonomía, la confianza, aprenden a organizarse, aprenden a manejar utensilios y herramientas; y todo esto creo que desarrolla valores que después se trasladan a la vida y a las sociedades. ¡Todo empieza por casa!
AD:¿Cómo nació la necesidad de editar un libro ilustrado y generar nuevos recursos en tus seguidores?
AC: No fue ni un sueño, ni algo en lo que pensaba. Llegó en febrero del año pasado la propuesta por parte de un grupo editorial y ese día sentí una alegría tan grande como mis miedos. Publicar un libro tiene toda una connotación simbólica para uno (que no es escritor, ni pretende serlo) que asusta un poco. Me pareció que estaba bueno de alguna manera "eternizar" lo que venía haciendo en las redes sociales que son tan efímeras; y que de alguna manera puedan tener en su casa y a mano todo lo que comparto en Instagram que es el resultado de lo que aprendí en mi casa, leí e investigué. También me pareció que estaba buenísimo aportar a la sociedad un libro sobre tareas domésticas escrito por un hombre que no está dirigido solamente a mujeres, ni solamente a varones, ni solamente a familias tipo. Es un libro para todos y todas los que quieran convertir su casa (sea como sea) en su lugar en el mundo.
AD: En el contexto de una pandemia, donde la higiene en el hogar es fundamental para la prevención de Covid-19 ¿Creés que tu libro aporta información útil en el uso racional y apropiado de los productos de limpieza?
AC: Es un libro que se escribió el año pasado, cuando nadie imaginaba lo que iba a pasarnos en este 2020 y es sumamente útil en medio de esta pandemia. Vas a encontrar todo lo que se estuvo hablando en este tiempo, desde la correcta limpieza y desinfección de las superficies, ocuparse de limpiar los picaportes e interruptores, quitarse las zapatillas al entrar en casa, el uso de la mopa. Porque en definitiva nada de lo que hay que hacer ahora es diferente a lo que deberíamos hacer siempre (obviamente ahora son otras las frecuencias y se extreman los cuidados). Creo que esta pandemia nos ayudo a reencontrarnos con nuestra casa, a convertirla en nuestro refugio, nos obligó a amigarnos con las tareas domésticas, a organizar rutinas y a adquirir buenos hábitos que cuando todo esto pase vamos a poder sostener en el tiempo. Y de eso se trata el libro, de convertir nuestra casa en nuestro lugar en el mundo, al que siempre querramos volver.
Tuviste la oportunidad de hacer para Netflix las promociones de los cortos de Marie Kondo y previo a eso viajaste a Japón. Sabiendo que Japón entiende el orden la limpieza como valor social, ¿cuáles son para vos las diferencias entre ambas culturas respecto a esto y qué deberíamos aprender de su cultura tan organizada?
Yo para organizar mi casa apliqué un método japonés que es el de la 5S y es el que explico en el libro. No es casualidad que Marie Kondo sea japonesa, ellos son los reyes de la organización. Para que un país tan chico cómo ese con tantos millones de personas funcione como funciona no queda otra que ser organizados. En la calle no hay un solo papel, pero tampoco hay tachos de basura. En el subte nadie se choca con nadie ¡y todas las horas son hora pico!
Pero nosotros no somos japoneses, no tenemos su idiosincrasia, entonces tenemos que tener la capacidad de adaptar esos métodos a nuestro estilo de vida. La clave creo que está en que ellos entiende justamente a la organización y la limpieza como un valor social, que tiene que ver con el respeto al otro y al entorno. Si entendemos esto no solo nuestras casas van a estar mejor, también lo estarán nuestras ciudades, medio ambiente y sociedades.
AD: Leyendo tus consejos de orden y limpieza nos podemos dar cuenta de la importancia de limpiar todos los días un poco y mantener un orden general de los espacios para que no se acumule todo el fin de semana. En base a esto, ¿cuáles son tus 10 tips más importantes a la hora de organizar la limpieza del hogar?
AC: Lo más importante es hacerse de una rutina diaria, semanal, mensual, y de temporada. Que sea realista, se pueda mantener en el tiempo, que no se la copiemos a nadie, que involucremos a nuestra familia y se adapate a nuestra casa, necesidades y estilo de vida.
Mínimo todos los días deberíamos:
- Ventilar
- ¡TENDER LA CAMA!
- Devolver cada cosa a su lugar
- Sacar la basura
- LAVAR LOS PLATOS
- Repasar la cocina y el baño
- Repasar los pisos más transitados (en esto Jaime, mi robot aspiradora es de gran ayuda)
Haciendo estas cosas que no llevan más de 10 o 15 minutos por día la casa siempre está limpia y ordenada y nos evitamos las maratones de limpieza los fines de semana, que es el momento para disfrutar de la casa al máximo. La clave está en evitar la postergación, que no se nos acumulen tareas y aprovechar los tiempos muertos.
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