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Una ordenanza para regular a “los trapitos” en las zonas sin estacionamiento medido

El proyecto, que elaboraron Marcela Aeberhard (PJ) y Sergio Basile (FPCyS), será debatido en la próxima sesión del Concejo Municipal. Los principales lineamientos de la iniciativa.

La labor de los denominados “trapitos” está en la mira de los funcionarios locales desde hace tiempo. Es que si bien no hay una dirección directa entre trapitos e inseguridad, las cantidad de denuncias de vecinos que los involucran en episodios violentos es preocupante. A ello se suma la inoperancia de las autoridades municipales que no establecen el marco legal apropiado para regular la actividad. Esta semana, el Concejo de la ciudad podría aprobar un proyecto que pretende ordenar dicha tarea.

La iniciativa que parte de los concejales Marcela Aeberhard (PJ) y Sergio Basile (FPCyS), procura el ordenamiento de la actividad de los cuidacoches mediante el registro e identificación de cada uno de ellos y su posterior distribución en las zonas en las que no hay estacionamiento medido. “Solamente van a poder estar en los lugares habilitados quienes se encuentren con credencial y pechera del municipio”, explicó Aeberhard en diálogo con Aire de Santa Fe. Además, aquellos que deseen llevar a cabo la tarea deben realizar una serie de capacitaciones dictadas por el mismo municipio.

El proyecto “Programa inclusivo de cuidadores de vehículos” deberá tener este jueves el aval del oficialismo, para lo cual puede sufrir algunas modificaciones.

Durante una entrevista con el periodista Coni Cherep, la concejal justicialista aseguró que no existe un vacío de poder en la actividad de los cuidacoches, sino que en Santa Fe existe una ordenanza del año 1981 que, por supuesto, ya no condice con el contexto actual pero que sirvió de base para el proyecto que se debatirá en la próxima sesión de concejales. “No porque un secretario o intendente no quiera hacer nada, deroga un marco normativo; está en vigencia la ordenanza del 81”, argumentó la edil. “Si no se pone orden, el orden lo determina la violencia”, concluyó.

Según datos de fines de 2018, la central 911 recibía por mes unos 200 llamados vinculados a hechos de inseguridad protagonizados por trapitos, entre los que se encontraban graves episodios que involucraron armas blancas y de fuego.

La problemática se extiende a toda la provincia. En Rosario, a fines de marzo, tuvo lugar una “batalla campal” entre cuidacoches, según relataron los vecinos de calle Balcarce y Brown. Hubo agresiones físicas y autos que terminaron con piedras en su interior con rotura de chapas y vidrios explotados.

El secretario de Coordinación de Gabinete y Articulación con el Poder Judicial, Pablo Cococcioni, aseguró en abril pasado, que las autoridades provinciales se encuentran acorraladas ante los incesantes reclamos de los ciudadanos ‘víctimas’ de circunstancias delictivas y violentas que involucran a trapitos. Sin embargo, “hay un lugar donde tiene que resolverse esto y es en el ámbito municipal”, sostuvo. “el ejecutivo municipal tiene que regular el uso del espacio público, y cuando hay delito podemos intervenir nosotros”, argumentó.

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