Khashoggi, un hombre cercano a la monarquía saudí que se volvió crítico del régimen del príncipe heredero Mohamed bin Salman, acudió al consulado el 2 de octubre con el fin de realizar unos trámites administrativos para su boda con su novia turca. Desde entonces no se tienen noticias de él.
Días atrás, el diario turco Sabah reveló que el mismo día en que desapareció Kashoggi, 15 saudíes, uno de ellos el médico forense militar Salah Tabiqi, llegaron en dos aviones a Estambul y fueron al consulado, antes de regresar a Riad el mismo día.
Según el diario Yeni Safak, que cita grabaciones de voz que documentarían el asesinato, este “escuadrón de la muerte” atacó al periodista apenas entró en le despacho del cónsul. Lo agarraron, lo tiraron sobre un escritorio y lo drogaron. Luego, le cortaron los dedos a modo de tortura y lo decapitaron.
Según este medio, en las grabaciones se escucha al cónsul Mohamed al Otaibi -que dejó Estambul el martes- exigir a los sicarios realizar la ejecución fuera del consulado para no tener problemas, pero estos le responden que se calle si quiere “vivir cuando vuelva a Arabia“.
El portal digital Middle East Eye aseguró que el asesinato duró solo “siete minutos” y que “no hubo un intento de interrogatorio. Habían venido a matarlo”. También asegura que el forense, Salah Tabiqi, se puso a escuchar música a través de auriculares mientras cortaba el cuerpo de Khashoggi.
“Cuando hago este trabajo escucho música. Ustedes también deberían hacerlo”, se le escucha decir en la grabación, según la misma fuente.
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