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El nuevo problema que enfrenta Ecuador: el aumento de los alimentos

La crisis que terminó el domingo generó desabastecimiento y un incremento de los valores de la comida de entre un 30 y un 40%. Aparecen alertas en la economía del país, donde tras 20 años de dolarización la inflación reapareció. Mirá el video.

Por Germán de los Santos

La calma y cierto atisbo de paz parece haber ganado la pulseada en Ecuador. En Quito todo vislumbra a encaminarse a la normalidad, luego de que el lunes la prioridad en la ciudad pasó por limpiar las calles de las zonas arrasadas por la represión a la protesta indígena. Los ecuatorianos volvieron a las calles y sobre todo a los mercados a comprar alimentos y distintos productos que habían desaparecido durante los días álgidos de la protesta. Ese regreso a la “normalidad” les trajo también sorpresas, que provocan bronca, como el incremento en el precio de los alimentos.

Uno de los mercados más grandes del Gran Quito es el de Sangolquí, que está ubicado en la cabecera cantonal de Rumiñahui (Pichincha), en la zona de los valles, en las afueras de la ciudad. En ese mercado, donde parte de esa región se provee de frutas, verduras y carnes, los precios permanecen con aumentos que van del 30 al 45 por ciento.

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Lo que temen las agrupaciones indígenas es que el retroceso que dio el gobierno de Lenin Moreno con la anulación del decreto que eliminó los subsidios, algo que generó un aumento en los combustibles, no se note en la vida cotidiana de los ecuatorianos, cuya economía doméstica se vio golpeada por las últimas medidas del gobierno que fueron, en gran parte, exigencias que aparecieron tras el acuerdo que Moreno firmó en febrero con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que envió a este país 4200 millones de dólares.

María Lucila Ori, una carnicera del mercado que tiene un puesto desde hace más de 30 años, contó a Aire de Santa Fe (ver video) que tuvieron “dificultades para traer los productos que vienen de los campos, debido a que las carreteras estaban cortadas y era imposible pasar con los camiones”.

“Por estos problemas y el aumento de los combustibles el precio de algunos cortes de carne subieron entre un 30 y un 40 por ciento”. María Lucila confiesa que la gente aún no retornó a su modo de vida normal, sino que lo hace muy de a poco. “Este mercado estaba repleto un día como hoy, porque aquí viene gente de todas las clases sociales porque se vende muy buena mercadería”, explicó la carnicera.

Lo extraño de las consecuencias de esta crisis que hizo estallar Ecuador es que el conflicto que se extendió desde el 3 de octubre provocó pérdidas por 2800 millones de dólares. Esta cifra, que dio a conocer este martes la Federación de Comercio e Industria, representa más de la mitad del dinero que el gobierno obtuvo del FMI.

El costo político que provocó el conflicto para el gobierno aún no está cicatrizado en las calles, donde a medida de que los ecuatorianos empiezan a salir y moverse con normalidad encuentran todo más caro, aunque este martes recién se evidenció en los surtidos la baja en el precio de los combustibles. La nafta común, que es la más usada, volvió a costar 1,80 dólares, cuando el domingo su valor era de 2,15 dólares.

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Este incremento provocó que los precios de los alimentos entraran en un espiral descontrolado, que provocarán -según estiman varios economistas- que la inflación en Ecuador llegue en octubre al 4,5 por ciento, un número que parece ilógico para un país que tiene desde hace 20 años una economía dolarizada para zafar de los procesos inflacionarios.

En el mercado las conversaciones giran en torno a los precios. Es el principal temor que enfrentan los ecuatorianos después del conflicto, que no se pueda contener una economía en crisis. Paulina Hoyos, verdulera desde hace más de 40 años en Sangolquí, admite que “fueron días muy difíciles”. “Nadie venía a hacer compras y las verduras no llegaban desde los pueblos. Era muy triste la situación. Pero esto no quedará así porque los precios aumentaron. Ahora habrá que ver cómo sigue esta crisis”.

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