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Santa Fe Narcotráfico |

El caso increíble del arreglo de un narco con policías que la Justicia Federal de Rosario archivó

En 2012 un anónimo indicó que un jefe de la Policía Federal en Rosario recibía dinero y paquetes con droga de un jefe de una banda criminal para comprar su tolerancia. Un fiscal pidió indagar a ese comisario, pero un juez federal le dio falta de mérito, lo que la Cámara Federal confirmó, pese a notables indicios que exponían el arreglo. Un caso semejante al de la trama de recaudación ilegal que ahora se investiga en Santa Fe y que reveló Aire Digital.

Los mecanismos de recaudación ilegal que están arraigados como práctica en el área de Drogas Peligrosas de la Policía Federal asoman cada tanto. En Rosario hay un episodio difícilmente superable en términos de audacia. Cuenta judicialmente el caso en el que uno de los más importantes criminales de la ciudad le entregó 14 kilos de cocaína a un jefe policial recién llegado de Buenos Aires para hacer un procedimiento frente a los medios de prensa, que sirviera como su bautismo prestigioso en el nuevo destino, a cambio de que dejara vender su mercancía.

La denuncia era insuperable por sus detalles asombrosos. Algunos se fueron comprobando. El más estrafalario anunciaba que la droga que había sido decomisada, entregada por el narco al jefe policial, era en realidad bicarbonato de sodio. Afirmaba que si se hacía una prueba quedaría claro. Y así ocurrió. Sin embargo el juez a cargo de investigar esta denuncia dictó la falta de mérito para el comisario apuntado y otros dos policías de la fuerza. El fiscal federal sostuvo que había motivos sólidos para seguir investigando en un caso repleto de indicios de que hubo un arreglo y de que eso era parte de un método de recaudación ilícita policial. Pero la Cámara Federal de Rosario confirmó el cierre de la causa.

Los pormenores de este caso son muy valiosos a la luz de la novedad, difundida en Aire Digital el jueves, de que el fiscal de Santa Fe Walter Rodríguez pidió que se cite a indagatoria al ex jefe de la Delegación Santa Fe de la Policía Federal Argentina, Marcelo Leptwalts, tras establecer que participó de una oscura trama que amparaba y lucraba con narcos de la ciudad, y cuya recaudación era trasladada a áreas superiores de la fuerza.

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Esta información ilumina el caso de Rosario, referido a un suceso colmado de detalles que relatan la misma lógica, pero que no fue profundizado por la Justicia Federal, lo que implicó el fin de la causa, sin sanciones para los involucrados. El caso ya se contó en este medio pero aquí aparecen los pormenores del trámite judicial en el que se decidió no avanzar. Involucra al subcomisario Gustavo Serna, un hombre al que el futuro ministro de Seguridad de Santa Fe, Marcelo Saín, conoce bien: Serna fue detenido por un caso de narcotráfico por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) cuando era Saín el que dirigía a esta fuerza.

Quedó señalado que Gustavo Serna, junto a sus subordinados Gabriel A. y Diego B., engañaron a los testigos del procedimiento.

Pese a este pesado antecedente Serna, que logró la falta de mérito en aquel hecho sobre envío de cocaína a Italia, increíblemente se convirtió en julio de 2012 en jefe de la Policía Federal de Drogas en Rosario. La denuncia contra Serna en Rosario nace cuando Gendarmería Nacional recibió un correo electrónico que señalaba la existencia de varios quioscos de drogas, cuyo propietario sería Esteban Alvarado, un hombre poderoso que nunca fue perseguido por temas de estupefacientes, pero que aparece desde 2012 aludido en causas por estos ilícitos.

La denuncia en Gendarmería señaló que Alvarado abonaba “75 mil pesos al mes al subcomisario Serna como hacía con los jefes anteriores”. Agregaba que para el procedimiento en calle República y Cullen había dejado un menor de 15 años y por ello no punible, droga, un arma y 400 pesos en billetes de 10 para fraguar un falso procedimiento exitoso de droga. Señalaba la denuncia que los paquetes encintados no eran de droga sino de bicarbonato. Y que todo era un simulacro en pro de la imagen de Serna.

En efecto, se hizo el procedimiento policial el 11 de julio de 2012. Serna apareció en los canales de TV locales mostrando los paquetes con 14 kilos de cocaína y dando detalles del operativo. La prueba de reactivos, dos años después, realizada en el Laboratorio Químico de la policía provincial de Santa Fe, confirmó que la sustancia no era cocaína, sino bicarbonato. Quedó señalado que Gustavo Serna, junto a sus subordinados Gabriel A. y Diego B., engañaron a los testigos del procedimiento manipulando la prueba de reactivos para que se tomara como paquetes de cocaína lo que no era droga.

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Aquel día se habían secuestrado paquetes y también tubos plásticos. En estos últimos la pericia sí detectó presencia de cocaína. En todo lo demás el examen fue concluyente en que el material secuestrado era bicarbonato y no cocaína como refería el acta que labraron los tres policías.

El juez federal que estuvo a cargo de indagar sobre la conducta de los tres federales les dictó la falta de mérito. El fiscal Mario Gambacorta, hoy juez del Tribunal Federal Oral 3, lo rechazó señalando que había motivos para investigar lo que la denuncia consideraba una trampa de los policías, tras el arreglo económico con un narco, parte de un hábito recaudatorio. Esa apelación llegó en 2017 a los camaristas Fernando Barbará y Jorge Gallino.

El que aparecía como facilitando a Serna los 14 kilos de cocaína que eran bicarbonato, Esteban Alvarado, fue indagado por primera vez la semana pasada ante el juez federal Marcelo Bailaque de Rosario como organizador de un transporte de 493 kilos de marihuana.

Los camaristas hicieron constar que un testigo había señalado que la prueba de reactivos sobre el material del paquete el día de ese procedimiento había dado de color azul. “Nos explicaron que cuando daba esa tonalidad se trataba de cocaína. Todo fue delante nuestro”, indicó el testigo C.H.C.

Los dos camaristas agregaban que un informe de la Policía Científica de la Policía de la provincia de Buenos Aires decía que una vez la prueba de reactivos había dado un falso positivo. Esto es que no siendo cocaína la sustancia examinada, había aparecido la coloración azul producto de la aplicación del reactivo que indica cocaína. Frente a esto “y no contándose de momento con otras pruebas” los camaristas Barbará y Gallino confirmaron la decisión del juez que despegó a los policías denunciados.

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Los fuertes indicios en contra no se tomaron en cuenta. Había una denuncia minuciosa que no solamente indicaba un arreglo venal, sino que también anticipaba que si se hacía una pericia sobre la sustancia secuestrada, quedaría en evidencia que era bicarbonato. Cosa que al ser examinada resultó constatada, lo que otorgaba verosimilitud a todo lo que además se decía. También se habían mencionado los antecedentes en una causa de drogas del subcomisario Serna, que había sido acusado por la fiscal federal de Córdoba Graciela Filoñuk.

En los días que trascendió a nivel periodístico el caso de Serna, que fue inmediatamente relevado, el diario La Capital de Rosario publicó declaraciones de Marcelo Saín. Quien el miércoles jurará como ministro de Seguridad de Santa Fe dijo que recordaba perfectamente la detención de Serna en 2005 en un procedimiento en la calle Aquino del barrio porteño de Villa Lugano, porque la presenció.

“Fue el primer operativo de la PSA en un caso de tráfico de drogas a nivel internacional y por eso el entonces presidente Néstor Kirchner nos invitó a difundir el resultado en la Casa Rosada. Recuerdo muy bien a Serna porque yo estuve presente cuando lo detuvieron en su casa de Villa Lugano. Fui allí por excepción: era el bautismo de una fuerza nueva, seguíamos a una organización importante e íbamos a apresar a un policía", dijo a ese medio.

“Había escuchas telefónicas consistentes contra él y en su domicilio se obtuvieron elementos de interés. El jefe de la comisaría 48ª de la Policía Federal era Gustavo Carca, que luego fue jefe de la fuerza. Vino con nosotros al allanamiento y redactó delante mío la orden de separación del cargo de Serna. Me parece increíble que ahora le hayan dado la conducción del área de Drogas en Rosario", sostuvo entonces Saín.

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Marcelo Saín, que esta semana asumirá como ministro de Seguridad de Santa Fe, participó de la detención de Serna en un operativo que la Policía de Seguridad Aeroportuaria realizó en el 2005.

Marcelo Saín, que esta semana asumirá como ministro de Seguridad de Santa Fe, participó de la detención de Serna en un operativo que la Policía de Seguridad Aeroportuaria realizó en el 2005.

La denuncia desestimada tenía como elemento central lo mismo que ahora el fiscal Walter Rodríguez indica: la existencia de un mecanismo recaudatorio ilícito y rutinario en delegaciones locales de Drogas Peligrosas de la Policía Federal en base a sobornos de narcotraficantes.

El que aparecía como facilitando a Serna los 14 kilos de cocaína que eran bicarbonato, Esteban Alvarado, tiene a su hermana y su cuñados condenados en marzo de este año por comercio de drogas. Y él mismo fue indagado por primera vez la semana pasada ante el juez federal Marcelo Bailaque de Rosario como organizador de un transporte de 493 kilos de marihuana interceptados en Río Negro.

Alvarado está detenido además como ideólogo de asesinato, como instigador de tres atentados en Rosario a blancos del Poder Judicial y por haber montado una trama de empresas económicas para financiar y dar logística a emprendimientos delicitivos.

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