Luego de que AIRE publicara dos informes reflejando de qué manera crecen los asentamientos habitacionales en zonas de reservorios y en los terraplenes de defensa contra inundaciones de Santa Fe, el concejal Lucas Simoniello destacó el trabajo que en este sentido se realizó en gestiones anteriores y reclamó de las actuales autoridades municipales "una política más activa en materia de seguridad hídrica y, sobre todo, de manejo de suelo".
Entre 2011 y 2015, Simoniello se desempeñó como coordinador ejecutivo del Programa Banco de Tierras de la Agencia Santa Fe Hábitat. "Si no se mantienen políticas activas de control y se permiten asentamientos en zonas de reservorios o de riesgo hídrico, no solo esa gente sufrirá las consecuencias cuando llueva o crezcan los ríos, sino también el resto de la ciudad", advirtió.
En el caso de Barranquitas Sur, donde comenzaron a multiplicarse las construcciones por fuera de la trama de cierre construida para poner un límite al crecimiento de la ciudad, el actual concejal recordó que "para alcanzar ese objetivo se trabajó en territorio y en diálogo con los vecinos. No es cierto que se tomaran decisiones desde un escritorio. Era fundamental ponerle un límite a la ciudad para saber dónde había que reurbanizar y dónde no se podían permitir asentamientos".
E insistió: "Podemos discutir si los procesos de reubicación de familias realizados en aquellos años fueron exitosos y si se logró el acompañamiento de los procesos sociales. Pero existía una política activa. El Estado debe fijar fuertemente los límites, porque de lo contrario todo vale. Y no es lo mismo que se deben regularizar todos los asentamientos que se van extendiendo en estas zonas. No es lo mismo hablar de Playa Norte, que lleva décadas desarrollándose, que de Los Alisos, donde se permitió que se extendiera la construcción de viviendas en la playa y por fuera de las defensas".
Simoniello explicó que en 2016 se sancionó una ordenanza -la Ordenanza 12.261- que ordenaba al Poder Ejecutivo a definir claramente cuáles son las zonas de "Reservorios Hídricos" -donde nada puede ser construido- y cuáles los sectores de "Seguridad Hídrica", donde pueden existir, por ejemplo, clubes, canchas de fútbol u otro tipo de actividades que no representen mayores inconvenientes cuando el agua avance debido a lluvias extraordinarias.
El concejal presentó un proyecto de Resolución para que el Concejo pida celeridad al Municipio en este proceso: "El presente pedido de informe tiene como objeto solicitar al Departamento Ejecutivo Municipal avance en el cumplimiento de la Ordenanza N° 12.261 para todos los sectores de la ciudad, habiendo transcurrido poco más de seis años desde que aquella fuera sancionada", dice el texto.
Hasta el momento, solo en el distrito de Colastiné Norte la ciudad avanzó en la determinación de los límites entre reservorios y zonas de seguridad hídrica.
"No es indiferente resaltar que el cumplimiento de estas disposiciones se vincula en forma directa con aspectos centrales de la planificación urbana, siempre teniendo en cuenta las particularidades propias de la ciudad de Santa Fe, su peculiar topografía y enclave geográfico", insistió en su proyecto el concejal, y pidió que se informe "acerca de las medidas que se han llevado adelante de modo de mantener a esos sectores urbanos libres, para garantizar así su funcionamiento adecuado dentro del sistema no-estructural de mitigación de riesgos hídricos y retardo del escurrimiento de aguas de lluvia".
Dónde radicar a las familias instaladas en zonas prohibidas
Simoniello remarcó que los controles para evitar nuevos asentamientos en zonas prohibidas no son suficientes, "si la ciudad no cuenta con una verdadera política de suelos para establecer a familias que deben ser desalojadas".
En 2020 y en 2021, presentó en el Concejo Municipal un proyecto de ordenanza para crear un Banco de Tierras de la Ciudad de Santa Fe, "integrado por los inmuebles de dominio privado del Estado municipal y aquellos que se adquieran a fin de regularizar y/o constituir una reserva de tierras públicas para lograr su aprovechamiento integral, con el alcance y contenido previsto en la presente".
Simoniello explicó que los objetivos de este Banco de Tierras apuntarían a "promover acciones tendientes a intervenir en el mercado de suelo, en los procesos de valorización inmobiliaria, promoviendo y monitoreando la atenuación de los fenómenos de especulación y su incidencia en el precio del suelo; gestionar la reserva de tierras destinadas a equipamiento urbano, provisión de espacios verdes públicos de recreación y/o deportivos, localización de equipamiento comunitario y administración pública municipal, reservas de suelo para usos sociales y reservas de interés ambiental; procurar la satisfacción de la demanda de tierra con destino a programas de integración socio urbana de barrios populares; y detectar inmuebles de titularidad privada que se consideren estratégicos para la realización de las acciones previstas en la presente o que se hallen en estado de abandono o vacancia".
En estos momentos el proyecto se encuentra en la Comisión de Hacienda del Concejo, por lo que Simoniello no descartó que pueda ser discutido en el recinto antes de fin de 2022.
"No es verdad que no existan tierras en la ciudad de Santa Fe. Tenemos relevadas unas 1.000 hectáreas, pero apenas el 4% pertenecen al Estado. Por eso es imprescindible comenzar a trabajar en este sentido, articulando con los privados y adquiriendo terrenos", insistió.
En los últimos años, se produjo una verdadera explosión en la cantidad de asentamientos informales que se extienden en zonas bajas, en reservorios e, incluso, sobre el sistema de defensas que protege a todo el Gran Santa Fe de potenciales crecidas.
Desde la Municipalidad de Santa Fe y desde el Gobierno de la Provincia reconocen el problema. En los próximos días se iniciará un relevamiento de la situación y, posteriormente, se deberán iniciar tareas conjuntas desde los distintos niveles del Estado.
"Hace cinco años que no llueve de manera extraordinaria y que los ríos están bajos. Pero tarde o temprano esto se terminará. Este es el momento de trabajar para mitigar el impacto. Y de establecer políticas claras y activas de control y de suelo en la ciudad", finalizó Simoniello.
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