menu
search
Santa Fe Santa Fe | Barranquitas | asentamiento

Se multiplican los asentamientos en zonas de riesgo hídrico en Santa Fe

Los asentamientos irregulares no solo se generan en zonas de reservorios sino, incluso, sobre los anillos de defensas. Desde la Municipalidad de Santa Fe reconocen el problema y aseguran que la pandemia y la crisis agravaron la situación.

No se necesitan demasiados relevamientos para detectar lo que pasa. Cualquiera que ingrese a Santa Fe por la autopista a Rosario, podrá observar cómo se multiplica la construcción de viviendas precarias dentro de los reservorios que están destinados a acumular el agua de lluvia de la ciudad, para que desde allí pueda ser desagotada a través de las bombas instaladas en el anillo defensivo que protege de las crecidas del río Salado.

A la altura del barrio de Barranquitas Sur -al sur de la autopista-, las viviendas comenzaron a ser levantadas por fuera de la calle o veredón de cierre que se construyó durante la pasada gestión municipal, con la idea de que represente un límite físico que impida el crecimiento de la ciudad hacia la zona de reservorios y bañados. Al norte de la autopista la situación se repite, incluso, con mayor intensidad.

Construcciones en terraplén MT 2.jpg
Desde el aire se observa claramente cómo se extienden las construcciones en zonas de reservorios de Barranquitas Norte.

Desde el aire se observa claramente cómo se extienden las construcciones en zonas de reservorios de Barranquitas Norte.

Ante la posibilidad de lluvias importantes, esos terrenos acumulan el agua de gran parte del centro y oeste del casco urbano y las familias allí asentadas deberán ser necesariamente evacuadas o tendrán que autoevacuarse a terrenos más altos.

Pero las construcciones en reservorios no solo se multiplican en Barranquitas, sino también en otros puntos del cordón oeste y del noreste de la ciudad de Santa Fe.

Existe un dato que podría ser aún más preocupante en casos de emergencias hídricas: los asentamientos irregulares también se expanden sobre las defensas, que en situaciones de crecidas extraordinarias representan el único límite entre la ciudad y los ríos que la rodean. Estas defensas pertenecen a la órbita del Estado provincial y deben ser mantenidas de manera permanente para que cumplan con su función. Sin embargo, hoy se construyen viviendas sobre ellas.

Desde la Municipalidad de Santa Fe reconocen el problema y lo siguen de cerca. Tanto es así que, según el último relevamiento municipal, se detectaron construcciones de viviendas sobre los terraplenes defensivos sobre el Salado al norte de la autopista Santa Fe-Rosario; en la zona de Varadero Sarsoti; y en las defensas que protegen a la ciudad del Paraná en áreas cercanas a Playa Norte; en Alto Verde; en barrio El Pozo; en La Guardia y en Colastiné Norte.

Se calcula que en toda la ciudad existen alrededor de 75 asentamientos irregulares.

mapa asentamiento-irregulares-para-web.jpg
La construcción de viviendas sobre anillos defensivos se reproduce en el oeste, el sur y el noreste de la ciudad. También en Alto Verde, La Guardia, El Pozo y en la zona de Colastiné Norte.

La construcción de viviendas sobre anillos defensivos se reproduce en el oeste, el sur y el noreste de la ciudad. También en Alto Verde, La Guardia, El Pozo y en la zona de Colastiné Norte.

La secretaria de Asuntos Hídricos y Gestión de Riesgo del Municipio, Silvina Serra, y la titular de la Agencia Hábitat, Paola Pallero, aseguraron que el fenómeno es seguido de cerca y que la multiplicación de asentamientos irregulares en zonas donde no está permitido construir viviendas se produjo durante y luego de la pandemia, con familias que perdieron sus trabajos o que se vieron imposibilitadas de continuar pagando alquileres en otros puntos de la ciudad.

Un dato más que para el Municipio es clave: la prolongada e histórica bajante de los ríos de la región, hizo que mucha gente se sintiera segura de habitar zonas que naturalmente son inundables.

En la ciudad existe un Protocolo de Actuación para Casos de Usurpaciones, en el que se determina de qué manera actuar, cuál es el rol de la Municipalidad, del Gobierno de la Provincia, de las fuerzas de seguridad y del Ministerio Público de la Acusación -los fiscales-. Las funcionarias consultadas por AIRE remarcaron que este Protocolo se activa casi a diario y que en reiteradas oportunidades permite evitar usurpaciones puntuales.

Sin embargo, la situación es diferente cuando las construcciones precarias se van consolidando con el paso del tiempo en zonas que no están habilitadas para construir, como sucede en el caso de Barranquitas, en otros puntos del borde oeste o sobre el sistema de defensas que rodea a la ciudad.

Construcciones en terraplén MT 1.jpg
En Barranquitas Sur se construyó una trama de cierre para evitar el avance de las construcciones. Sin embargo, los asentamientos irregularidades ya ocupan parte de los reservorios.

En Barranquitas Sur se construyó una trama de cierre para evitar el avance de las construcciones. Sin embargo, los asentamientos irregularidades ya ocupan parte de los reservorios.

Solo a modo de ejemplo, Pallero remarcó que "el año pasado recibimos una denuncia porque se estaban construyendo 11 viviendas en Barranquitas Sur. Fuimos inmediatamente y lo desactivamos. Cuando empezamos a dialogar con las familias, nos encontramos con que 8 de ellas habían sido beneficiarias de viviendas del Movimiento Los Sin Techo en otros puntos de la ciudad, pero habían vendido esas casas por la situación de vulnerabilidad económica que atravesaban y decidieron instalarse en el reservorio".

La mirada de la Municipalidad sobre los asentamientos irregulares

Ambas funcionarias coincidieron en que se trata de una problemática compleja, y afirmaron que no puede encararse solo desde lo habitacional o desde la mirada del riesgo hídrico.

Explicaron que la Ley Nacional 27.453 de Regularización Dominial para la Integración Sociourbana de Barrios Populares, "prohíbe los desalojos de los asentamientos irregulares, declara de utilidad pública los terrenos y obliga a los distintos niveles del Estado a dar respuestas a las necesidades habitacionales de las familias. Incluso, en lugares con infraestructura".

En el caso de Barranquitas Sur, las autoridades municipales consideran que se trata de un asentamiento incipiente y, en los próximos días, tienen previsto realizar un relevamiento de las familias para coordinar su relocalización en otros puntos. Seguramente, del mismo barrio en caso de tratarse de gente que ya vivía en esa zona.

Construcciones en terraplén MT 6.jpg
La calle de cierre construida en Barranquitas Sur ya fue superada. Las actuales autoridades municipales consideran que esta no es la solución al problema.

La calle de cierre construida en Barranquitas Sur ya fue superada. Las actuales autoridades municipales consideran que esta no es la solución al problema.

Las funcionarias consultadas por AIRE advirtieron que tienen una visión distinta a la de la anterior gestión: "Cuando se construyó una trama de cierre en Barranquitas, se lo pensó como un límite físico. Pero en realidad es mayor infraestructura y la gente termina asentándose... Nuestra mirada no es coincidente con ese proyecto, porque en situaciones tan informales debe haber un trabajo social complementario. Esto implica trabajar con los vecinos y organizaciones en proyectos de apropiación de los espacios públicos. No es sostenible cuando se impone un proyecto urbanístico desde un escritorio. Es imprescindible sentarse con los vecinos y coordinar acciones", sostuvo Pallero.

Y agregó: "Debemos romper con el concepto de que hábitat es solo una vivienda. Hábitat es la relación de la persona con su entorno, con el espacio público, con su centro de salud, con su medio de subsistencia. Si les damos una casa en otro lado, pierden sus medio de subsistencia y tarde o temprano vuelven a su lugar de origen. Esto es lo que sucedió con la reubicación en barrio Jesuitas de 21 familias de La Vieja Tablada que realizó la gestión anterior. La gente terminó vendiendo esas casas y volvió a La Tablada, porque allí tenían los medios para subsistir".

Según Pallero, "en La Tablada ahora están viviendo las mismas 60 familias que vivían ahí desde hacía décadas... Es un lugar inundable, pero ahí se sienten seguros, tienen sus medios de ingresos informales. Esas familias, cuando no consiguieron un trabajo vendieron las casas y regresaron. Esos proyectos fracasaron. Eso no funciona".

Santa Fe, una ciudad sobre terrenos inundables

Desde Asuntos Hídricos, Silvina Serra aseguró que "el 70% del distrito de Santa Fe pertenece a zonas que son valles de inundación. El resto es suelo no inundable. Entonces, no podemos evitar que haya gente viviendo en zonas bajas, porque no hay suelo... Por eso tenemos que pensar en combinar soluciones estructurales -obras- con soluciones no estructurales. La ciudad tiene 60 kilómetros de terraplenes, 50 estaciones de bombeo y 20 reservorios. La tierra disponible no alcanza".

- ¿Qué significa combinar soluciones estructurales, con no estructurales?

- "Pensar que esto se soluciona solo con obras u obligando a la gente a vivir donde uno quiere, es creer en soluciones del siglo pasado. Lo que estamos haciendo es buscar soluciones combinadas, con intervenciones que no alteren el escurrimiento del agua y planes de contingencia para cuando esas familias se inunden. Porque tarde o temprano va a ocurrir", explicó Serra.

En este sentido, puso como ejemplo lo que sucede en Playa Norte: "Ahí teníamos a familias ya asentadas desde hacía mucho tiempo en zonas de reservorios. Entonces hicimos un sistema de drenajes superficiales y rediseñamos la estación de bombeo. Pero además generamos un plan de contingencia para que sepan cómo actuar frente a la posibilidad de lluvias extraordinarias".

Construcciones en terraplén MT 4.jpg
El Municipio iniciará un relevamiento de las familias que se asentaron dentro de los reservorios de Barranquitas Sur.

El Municipio iniciará un relevamiento de las familias que se asentaron dentro de los reservorios de Barranquitas Sur.

"El riesgo hídrico no es una constante. Quizá tengan situaciones críticas cada cinco años, así que es mejor que esa población sepa qué hacer en ese momento. Antes se pensaba la problemática solo desde un punto de vista habitacional, los llevaban donde la Municipalidad quería que estuvieran sin profundizar la cuestión social. O alteaban sectores de la ciudad para construir, lo que es es mucho peor porque se cambia la dinámica hídrica del lugar", sostuvo Serra.

En este sentido, afirmó que "si se quisiera regularizar la situación de todos los asentamientos vulnerables, no existe en toda la trama de la ciudad una zona que cumpla con los requisitos sanitarios. Hay que proveer de agua y cloacas. Con mucho trabajo estamos en diálogo para ampliar la red, pero son obras muy caras. Hoy el servicio de cloacas no cubre toda la ciudad. No podemos avanzar en el norte y noroeste. Por más que tengamos los fondos hay que construir una planta de tratamiento. Son fondos inmensos".

Paola Pallero sostuvo que en estos momentos el Municipio "está haciendo obras donde nunca había llegado el Estado. Estamos gestionando recursos para 13 barrios, gracias a la buena relación que tenemos con Nación, pero la realidad nos supera ampliamente. Establecimos prioridades. Y apuntamos a zonas de vulnerabilidad extrema".

Dejá tu comentario