Martita Fort pasó el peor fin de semana de su vida. En las redes sociales contó que murieron sus dos perros, a quienes adoraba con toda su alma, y no encuentra consuelo. Para homenajearlos por todo el amor que le brindaron durante tantos años, se los tatuó en el brazo y el dibujo impactó a sus seguidores.
“Perdí a Mila y Chase, dos perros que amaba con todo mi corazón. Mila, con la que me crié desde muy chica, era mi alma gemela plasmada en un perro. Chase, era el más cariñoso y amoroso de toda la casa”, expresó angustiada.
Días antes de este triste desenlace, la hija del recordado Ricardo Fort se había sacado una foto llorando. Ante la insistencia de su casi millón de fanáticos, explicó que se encontraba mal por el delicado estado de salud de una de sus mascotas, que pensó que había mejorado. Sin embargo, horas después se encontró con el panorama más desolador.
Martita tiene un cariño muy especial por los animales. A los 15 años, reconoció que tenía ganas de estudiar veterinaria y abrir un refugio para aquellos que no tengan hogar. Hoy, con 19, su objetivo es ser artista y ocuparse de las acciones en la fábrica de chocolates, aunque no descarta ayudar a los callejeritos.
La partida de sus hijos perrunos llegó un delicado panorama familiar, ya que en los últimos días se confirmó que el directorio de Felfort rechazó a idea de agrandar el bocadito Marroc, como soñaba su hermano Felipe. Tampoco podrán ponerle muñequitos del Comandante al clásico Jack, ya que la ley de etiquetado frontal es un gran obstáculo, según explicó Thomas Fort, primo de los mellizos.
“No tiene mucha chance de salir. Es una idea que estuvo dando vueltas y sé que Felipe hizo un sondeo en las redes. Yo lo desarrollé e hice el packaging, pero alguien no quiso que saliera”, aseguró el joven empresario sobre la exquisita golosina cuadradita de maní.
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