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Jorgelina Hiba | Cambio climático | Egipto | Crisis climática

Plata para enfrentar el cambio climático: el objetivo de Argentina y otros países del sur en la gran cumbre ambiental del año

Empieza en Egipto la reunión global para intentar que el Planeta deje de calentarse. Argentina irá con el cuchillo entre los dientes a buscar financiamiento para enfrentar el nuevo clima bajo el lema de responsabilidades comunes, pero diferenciadas: todos padecemos el calentamiento del planeta, pero no todos somos responsables en la misma proporción.

Lograr que la temperatura promedio del planeta no aumente por encima de 1.5 grados centígrados en los próximos años respecto a niveles preindustriales: ese el objetivo máximo de la acción climática global plasmado en la cumbre de París de 2015. Para eso hace falta que pasen muchas cosas: reducir los gases contaminantes, avanzar en la transición hacia energías renovables, transformar el modo de producción agroindustrial y cambiar la matriz del transporte mundial, todavía muy dependiente de los combustibles fósiles. También mejorar las estrategias de respuesta frente a eventos climáticos extremos, cada vez más frecuentes y cada vez más intensos.

Todo eso requiere plata, mucha plata, además de voluntad política y compromisos enormes con el sector privado. Sobre todo eso se hablará en la 27 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 27) que arranca este domingo 6 en la ciudad egipcia de Sharm el-Sheikh, adonde los países del sur como Argentina irán con el cuchillo entre los dientes a buscar financiamiento para enfrentar el nuevo clima bajo el lema de responsabilidades comunes, pero diferenciadas: todos padecemos el calentamiento del planeta, pero no todos somos responsables en la misma proporción.

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La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático entró en vigor el 21 de marzo de 1994. Hoy en día, tiene una membresía casi universal.

La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático entró en vigor el 21 de marzo de 1994. Hoy en día, tiene una membresía casi universal.

Cuestión de plata

“En diversos foros hemos impulsado la necesidad de mecanismos de financiamientos innovadores que tengan en cuenta estas situaciones y diferencias: canje de deuda por acción climática, pagos por servicios ecosistémicos, incentivos para la inversión privada''. Así lo afirmó el ministro de Ambiente argentino, Juan Cabandié, hace pocos días, reforzando la idea de que el llamado “financiamiento climático” ocupará gran parte de la agenda de la Cumbre.

¿Por qué ocurre esto? Hace varias cumbres atrás, los países más ricos se habían comprometido a movilizar unos 100.000 millones de dólares anuales para 2020, con la idea de que los países periféricos pudieran avanzar en sus planes de mitigación y adaptación. Pero esto no se cumplió, como demostró el informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP) publicado hace pocas semanas “Muy poco, muy despacio”, que revela que esa ayuda prometida es entre 5 y 10 veces más baja que las necesidades estimadas.

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Juan Cabandié, ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación.

Juan Cabandié, ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación.

Los compromisos de Argentina

Además de esperar recibir plata, Argentina tiene que demostrar que tiene un plan para enfrentar el cambio climático y reducir su cuota de responsabilidad en la emisión de gases contaminantes, que vienen sobre todo por la dependencia a los combustibles fósiles y por su matriz agroindustrial.

En ese marco, la semana pasada el gabinete nacional de cambio climático presentó un “Plan Nacional de Mitigación y Adaptación al Cambio Climático”, que plantea las medidas que el país tomará en los próximos años para reducir sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), que son los que provocan el calentamiento del planeta. La idea es alcanzar la neutralidad de emisiones en 2050, como lo requiere el Acuerdo de París de 2015, al cual Argentina adhirió.

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El documento menciona la necesidad de bajar las emisiones de gases de efecto invernadero e incluye líneas de acción destinadas a las energías limpias y renovables. La Contribución Nacionalmente Determinada (NDC) presentada en 2016 planteaba para 2030 una emisión neta de 483 millones de toneladas de dióxido de carbono, pero luego esa meta se volvió más ambiciosa al reducirse a 349 millones de toneladas hacia 2030, para alcanzar la carbono neutralidad en 2050.

Un sponsor polémico

Las cumbres climáticas suelen ser criticadas por las organizaciones socioambientales al considerarlas poco efectivas y, también, un evento de “greenwashing” o lavada de culpas ambientales de políticos y empresas, que luego poco hacen en la vida real para enfrentar este problema. Este año, el anuncio de que Coca-Cola es auspiciante del encuentro no ayudó a mejorar la imagen de estos grandes encuentros internacionales.

Se estima que Coca-Cola vende alrededor de 100 mil millones de botellas de plástico desechables de un solo uso cada año. La cantidad de estas botellas que terminan en la basura es tan grande, que la empresa fue nombrada como la mayor contaminadora de plástico del mundo por la organización Break Free From Plastic. Greenpeace, por su lado, ubica a esa multinacional entre las 10 más contaminante.

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El embajador Achraf Ibrahim, coordinador general de aspectos organizativos y financieros de la conferencia, presentó a Coca Cola Company como proveedor y patrocinador de la 27.ª Conferencia Anual de las Partes sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (COP27)

El embajador Achraf Ibrahim, coordinador general de aspectos organizativos y financieros de la conferencia, presentó a Coca Cola Company como proveedor y patrocinador de la 27.ª Conferencia Anual de las Partes sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (COP27)

El río Paraná es testigo de esto: en las campañas de limpieza de costas que cada año lleva adelante Más Río Menos Basura el resultado suele ser muy parecido: las botellas plásticas descartables de bebidas, de diferentes empresas, son el principal residuo encontrado, con Coca Cola en el primer lugar entre los objetos con marca identificable, siempre en cantidades muy superiores a las siguientes empresas.

Ante eso, Coca Cola anunció que le va a declarar la guerra al plástico y que apunta a que, en 2030, el 25% de sus envases a nivel mundial sean reutilizables.