Natalia Acosta vivía en Santo Tomé junto a su pareja, quien la explotaba sexualmente en la zona céntrica de nuestra ciudad. Tenía 23 años cuando desapareció, en la madrugada del 29 de mayo de 2009. La muchacha fue vista por última vez en la esquina de Suipacha y 25 de Mayo, cerca de las 3, aunque hay indicios de que fue trasladada al cabaret “Místico”. Este mes se cumplen 10 años de ausencia y su familia realizará una serie de actividades para recordarla y para pedir justicia por el hecho. En ese marco, sus padres y su hermano brindaron una conferencia de prensa, en la que realizaron fuertes declaraciones y acusaciones respecto a quienes consideran responsables de facilitar, provocar y encubrir la desaparición de la joven.
Durante mucho tiempo, la causa permaneció dormida en la Justicia ordinaria, hasta que a fines de 2016 cambió la carátula de “averiguación de paradero” a “trata de personas” y pasó al fuero federal.
El fiscal federal Walter Rodríguez fue quien reactivó la investigación. Así fue que en noviembre de 2017 se llegó a detener a Osvaldo Gabriel Cerri, que en 2009 trabajaba como “relacionista” de “Místico”. Rodríguez pidió su procesamiento por considerarlo responsable de la captación de Natalia Acosta. Al ser indagado y procesado por el juez federal Francisco Miño, el acusado reconoció que trasladó a la joven al local nocturno la noche en que se la vio por última vez, aunque negó ser responsable de su desaparición.
En enero de 2018, la Justicia ordenó una serie de medidas en la casa de Cerri, ubicada en calle General Paz al 7300, frente a la Seccional 8ª. Allí, efectivos de Gendarmería y del Equipo Argentino de Antropología Forense realizaron excavaciones y trabajaron en la búsqueda de restos o rastros humanos. Hallaron restos de prendas de vestir, que podrían pertenecer a Natalia, aunque los resultados de esas pericias aún no se conocen públicamente.
Cerri murió el 14 de abril en la cárcel de Coronda, donde cumplía la prisión preventiva dispuesta por la Justicia Federal en diciembre de 2017. La muerte de Cerri genera una gran incertidumbre sobre el futuro de la causa. Ahora, el fiscal Rodríguez deberá decidir si cuenta con elementos para avanzar con la investigación que permita involucrar a más personas, ya que el deceso de Cerri da por extinta la acción penal en su contra.
“El fiscal Rodríguez es el primer fiscal que nos da respuestas. Lo que no se hizo en ocho años, él lo hizo en dos y hasta hubo un detenido”, valoró María Cristina, la mamá de Natalia Acosta, en diálogo con la prensa. Sobre la muerte de Cerri -que falleció por problemas cardíacos-, sostuvo que “no se quiso operar el corazón por cagón. Prefirió morirse porque sabía que si él hablaba destapaba la olla y salpicaba a mucha gente. Mucha gente de guante blanco (sic.) iba a terminar presa”, afirmó la mujer.
“Queremos que todos los que están involucrados vayan presos. Tanto la pareja de Natalia como Boscarol, Cisneros, Burtnik y otros más”, reclamó Ariel -el papá de la joven- y manifestó que en la familia tienen dudas y sospechas en torno a la muerte del único acusado: “Aún no hay resultado de la autopsia, algo que se hace en pocos días. No queremos que cremen el cuerpo porque todavía no sabemos bien qué paso”, afirmó.
Cabe aclarar que Marcelo Boscarol -hermano del diputado Alejandro Boscarol- y Juan Carlos Cisneros eran los dueños de Místico. Además, Cisneros afirmó en 2009, cuando fue indagado por primera vez, que el tercer socio del cabaret era Oscar Burtnik, actual juez de Cámara de la Provincia.
María Cristina retomó la palabra para asegurar que no van a cejar en su pedido de Justicia: “Siempre vamos a estar al pie del cañón. La vamos a seguir luchando hasta que aparezca Natalia, como sea que aparezca. Vamos a seguir hasta el final, caiga quien caiga”, aseveró.
El momento más polémico de la conferencia de prensa se dio cuando comenzó a hablar el hermano de Natalia, quien vertió fuertes y graves acusaciones sobre personas a las que señala por supuestamente encubrir a los responsables de la desaparición de la joven. Entre ellas, la extitular de la Agencia Provincial de Investigación sobre Trata de Personas, la directora general de Policía Mónica Viviani.
“Mis padres no se animan a decir algunas cosas porque tienen miedo, son dos personas mayores que perdieron a su hija. Pero yo sí las digo, y se las dije en la cara a la comisaria Viviani. La excomisaria de Trata de Personas se lavó las manos en la discusión que tuvimos allá en la Facultad de Derecho hace dos años. A mí me amenazaron de muerte por saber las cosas que sabía. Se lo dije a Viviani y no hizo nada. No hicieron nada y nadie va a hacer nada porque ellos están metidos. Desaparecen mujeres, desaparecen chicas y nunca hicieron nada ni van a hacer nada porque son la cabeza de la organización“, declaró el muchacho. Sus palabras sumaron aún más controversia a un caso que parece estar todavía muy lejos de resolverse.
► Escuchá el audio con las declaraciones del hermano de Natalia Acosta
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