Además, detrás de tus dificultades para conciliar o mantener el sueño podrían esconderse afecciones que van más allá de “no poder dormir”: desde problemas respiratorios al dormir —como la apnea del sueño— hasta alteraciones hormonales, efectos de medicamentos o trastornos de ansiedad. Por eso, reconocer cuándo este escenario requiere la mirada de un profesional de la salud puede marcar la diferencia en tu calidad de vida.
Señales de que tus problemas para dormir necesitan atención médica
LEER MÁS ► Cada cuanto hay que cambiar las sábanas de la cama en primavera: ni una ni dos semanas
- No siempre se trata solo de “una mala noche”. Según especialistas, debés considerar consultar a un médico si:
- Tus dificultades para conciliar o mantener el sueño se prolongan más de 4 semanas o ya se han vuelto crónicas.
- Durante el sueño experimentás ronquidos fuertes, pausas respiratorias o sensación de ahogo despierto: son signos de Apnea del sueño.
- Te despertás cansado, con somnolencia excesiva durante el día, dificultad para concentrarte o peligro de dormir en situaciones como al conducir.
- Tenés molestias físicas que impiden dormir: dolor crónico, sensaciones incómodas en las piernas (síndrome de piernas inquietas), o un ambiente que no permite descanso.
migraña dolor de caleza enfermedad insomnio 001 _freepik _9x16.jpg
En estos casos, modificar hábitos de sueño solo puede no bastar. Es recomendable acudir al médico de cabecera o directamente a un centro de sueño. Allí evaluarán posibles causas, desde insomnio persistente hasta trastornos respiratorios o neurológicos.
LEER MÁS ► La dieta que los médicos más recomiendan para vivir más y mejor
Conclusiones finales
Dormir mal de vez en cuando es normal. Pero cuando la alteración del sueño se mantiene, afecta tu día-a-día o viene acompañada de síntomas como ronquido o somnolencia excesiva, es momento de buscar asesoramiento médico especializado.