Las cochinillas suelen atacar cactus y suculentas porque buscan tejidos blandos y jugosos. Cuando invaden, forman manchas blancas algodonosas y debilitan la planta. La sal fina funciona como una barrera deshidratante: altera el microambiente donde se instalan estos insectos y dificulta su reproducción.
Usada correctamente, no daña al cactus, sino que actúa en la superficie del sustrato y en zonas puntuales donde se acumulan las plagas.
El truco de la sal fina para cactus que elimina cochinillas sin químicos
El método recomendado por jardineros es simple y seguro:
Colocar una pizca muy pequeña de sal fina sobre la tierra, nunca en el cuerpo del cactus.
Distribuirla en los bordes de la maceta para evitar un contacto directo con las raíces.
Pulverizar ligeramente con agua para que la sal se active.
Repetir una vez cada 15 días hasta que desaparezcan las cochinillas.
También puede complementarse con alcohol al 70% para limpiar manualmente manchas algodonosas en los tallos.