Con la llegada de los días calurosos, muchas plantas pierden su brillo y dejan de florecer. Sin embargo, el plumbago logra mantenerse firme aun cuando el termómetro supera los 40 grados. Su resistencia y su tono celeste lo convierten en una de las opciones más elegidas para jardines y terrazas durante los meses de calor.
Qué es el plumbago y por qué resiste tanto
Originario del sur de África, el plumbago se adapta con facilidad a climas cálidos y secos. Forma una masa de hojas verdes y flores celestes que aparecen desde la primavera hasta el comienzo del otoño. Su aspecto liviano y su crecimiento rápido aportan un aire fresco a patios, balcones y muros. Además, puede cultivarse tanto en macetas como directamente en el suelo.
El plumbago prospera en lugares con sol directo y tolera sin problemas temperaturas elevadas. A diferencia de otras flores, no se marchita fácilmente y mantiene su color incluso durante olas de calor prolongadas. Su estructura leñosa le permite conservar la humedad interna, lo que explica su buena respuesta en veranos secos o en zonas con alta radiación solar.
Plumbago (1)
Entre las plantas que desafían el calor, el plumbago ocupa un lugar destacado por su color suave y su capacidad de florecer incluso en los días más calurosos.
Cómo cuidar el plumbago
Aunque es una planta resistente, necesita cierta constancia en el riego para sostener su floración. En verano conviene regarla entre tres y cuatro veces por semana, procurando que el sustrato no quede encharcado. Un suelo suelto y con buen drenaje favorece su desarrollo. También se recomienda podarla a fines del invierno para estimular nuevos brotes y mantener su forma compacta.
El plumbago se adapta mejor en espacios donde reciba al menos seis horas de sol diario. Puede crecer sobre enrejados, muros o cercos, y formar arbustos de hasta dos metros de alto. En maceta, conserva su porte más pequeño, lo que lo vuelve ideal para terrazas o balcones. Durante el verano agradece un refuerzo de abono orgánico que prolonga su floración.
Entre las plantas que desafían el calor, el plumbago ocupa un lugar destacado por su color suave y su capacidad de florecer incluso en los días más calurosos. Su belleza y su resistencia lo convierten en un aliado perfecto para quienes buscan un jardín lleno de vida durante todo el verano.