El pensamiento sorprende por sus flores intensas y su resistencia al frío. Una opción ideal para llenar de color tu jardín o balcón en invierno.
Esta es la época para tener un jardín florido con una especie que no falla
Cuando se piensa en plantas ornamentales de exterior suelen mencionarse petunias o begonias. Sin embargo, hay otra especie que destaca por su colorido y resistencia a bajas temperaturas: el pensamiento (Viola x wittrockiana).
Sus flores parecen pintadas a mano, con pétalos que combinan tonos violetas, amarillos, blancos y azules. Gracias a su adaptabilidad a climas fríos, se convirtió en una de las mejores opciones para embellecer balcones, macetas y jardines en invierno, cuando muchas especies pierden su esplendor.
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El pensamiento se distingue por sus cinco pétalos redondeados y su capacidad de florecer en condiciones adversas. Existen tres variedades principales:
Originaria de Europa y Asia, esta planta se extendió a todo el mundo gracias a su versatilidad y bajo mantenimiento.
Es aconsejable eliminar malas hierbas y usar compost como abono antes de plantarlos. Además, se recomienda dejarlos a 15-20 cm de distancia entre sí para asegurar buena ventilación.
El pensamiento puede verse afectado por moho polvoriento, moho gris, raíces podridas y pulgones. Detectarlos a tiempo es clave: las manchas blancas o grises en hojas y el amarillamiento pueden ser señales de alarma.
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Con los cuidados adecuados, esta planta se convierte en una aliada perfecta para mantener el jardín colorido y lleno de vida incluso en los meses más fríos.
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