Durante su participación en All Access, el ciclo de streaming que analiza lo que deja Gran Hermano, Rosina reveló una conversación que mantuvo con Augusto, uno de los mejores amigos de Tato y figura clave en su campaña fuera de la casa.
La recaudación millonaria con camisetas de Peñarol
Según contó Rosina, Augusto le comentó que solo con las subastas de camisetas firmadas por jugadores de Peñarol —club del cual Tato es hincha— lograron recaudar 15 mil dólares. Al tipo de cambio actual, eso representa más de 17 millones de pesos argentinos.
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“Eso no se puede igualar. No hay forma. Pusieron a un nene rico con sponsors millonarios solo para hacer negocio. Mataron Gran Hermano”, lanzó sin filtro un usuario de X que utiliza el apodo “Apostol de Uli GH”, visiblemente molesto por lo que considera una competencia desigual.
La denuncia de un Gran Hermano desvirtuado
Las palabras de este usuario de X apuntan directamente a lo que muchos usuarios ya venían comentando en redes: la idea de que esta edición del reality estuvo “direccionada” por el poder económico de ciertos participantes o sus entornos.
El comentario pone en duda el espíritu original del programa, que desde su concepción premia la estrategia, el carisma y el vínculo con el público. Según su lectura, el dinero fue un factor decisivo en esta temporada. Mientras Tato disfruta del premio mayor, las críticas comienzan a emerger desde dentro del propio ecosistema del programa.
