“Para mí era una cuestión muy complicada tener más hijos luego de mis tres varones”, expresó con sinceridad. Según relató, atravesó su divorcio cuando su hijo mayor tenía apenas 14 años, y ese momento lo marcó para siempre.
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“Fue una situación muy culposa. Cuando yo iba al colegio, un hijo de padres separados era una especie de…”, recordó, hasta que Ángel de Brito completó la idea: “Tenías el mandato del ‘para siempre’”.
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Marcelo Longobardi junto a sus hijos.
Longobardi admitió que le costó aceptar la posibilidad de formar una nueva familia junto a su actual pareja, Laura Palermo. “Me resultaba una especie de traición a mis hijos”, dijo, en referencia a la idea de tener más descendencia.
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Las emociones contenidas comenzaron a afectarlo también en lo físico. “La pasé muy mal. Me lo comía, y como consecuencia de eso tuve ataques de pánico. Se me endurecía el diafragma y me hiperventilaba”, reveló. Aunque no buscó ayuda médica, aseguró que logró superar esa etapa: “¿Sabés cómo se resolvió? Solo, como ocurre habitualmente”.
Su testimonio generó empatía entre los presentes y dejó una reflexión sobre las secuelas emocionales que pueden provocar las separaciones cuando hay hijos en común. Con honestidad y sin filtros, el conductor compartió uno de los momentos más complejos de su vida personal.
