La historia de vida de Luz antes de Gran Hermano
La joven jujeña abrió su corazón dentro de la casa y compartió momentos que quedarán para siempre en la memoria de los seguidores del programa. Uno de los más conmovedores fue cuando, al sonar “Yellow” de Coldplay, recordó su dura infancia en Jujuy. “No tuve una vida muy linda como dice la canción. En Jujuy sufrí mucho y la pasé como el or… casi todos los años de mi vida”, dijo entre lágrimas, generando una ola de empatía entre quienes la escuchaban.
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Detrás de su mirada tranquila y su tono sereno, hay una historia de lucha y superación. Después de terminar el secundario, Luz decidió dejar atrás su pasado y buscar nuevas oportunidades en Europa. Vivió en Irlanda, donde trabajó como niñera, encargada de guardarropa y moza en una pizzería. “Me gusta lo desconocido, no saber qué va a pasar”, expresó en la casa, mostrando ese espíritu aventurero que también la define.
Cuando se presentó al casting de Gran Hermano, lo hizo con determinación: “Soy muy competitiva y lo voy a dar todo”. Y cumplió. Luz se mantuvo fiel a sí misma durante toda la competencia, sin escándalos ni estrategias agresivas, apostando por el juego limpio y la conexión humana. Su autenticidad la llevó lejos.
Ahora, como finalista, su historia inspira a miles de personas que se ven reflejadas en su recorrido: el de alguien que, a pesar del dolor, nunca dejó de buscar una vida mejor.
Luz Tito no solo se ganó un lugar en la final de Gran Hermano, sino también en el corazón del público argentino.
