La Tana recibió un ultimátum en Gran Hermano
El último episodio que desató la ira de sus compañeros ocurrió cuando Gabriela Gianatassio estaba tomando mate y La Tana le pidió que le convidara un poco. Ante esta solicitud, Gabriela se negó, citando una razón bastante contundente: Katia no se había lavado los dientes. "Ya me lavé. D, dejá, no me des nada", respondió molesta La Tana, sin querer entrar en más detalles sobre el incidente.
Este no fue un episodio aislado. La falta de higiene de Katia ha sido un tema recurrente en la casa, lo que generó fricciones entre ella y otros participantes. Según algunas versiones, la situación ya comenzó a afectar la dinámica de convivencia, que, por el paso de los días, se va tornando cada vez más tensa.
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La depilación en la cama: un gesto que no pasó desapercibido
Uno de los momentos que más sorprendió a sus compañeros ocurrió cuando Katia decidió depilarse con pinza en su cama dentro de la habitación. Cuando fue cuestionada por otros participantes sobre esta acción, La Tana justificó su comportamiento explicando que prefería hacerlo allí porque no utilizaba máquina y que el baño lo compartían con 16 personas. "Me cubro y limpio todo después", dijo, intentando minimizar el impacto de su actitud.
Este tipo de episodios no son nuevos dentro de la casa, pero la falta de respuesta ante las críticas comenzó a generar molestias crecientes entre los demás concursantes, quienes cada vez se sienten más incómodos con su comportamiento.
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Durante una actividad propuesta por Gran Hermano, varios de los compañeros de Katia coincidieron en señalarla como "la persona más sucia de la casa". Este comentario fue respaldado por algunos participantes, quienes aseguraron que La Tana no solo descuidaba su higiene personal, sino que además no se ocupaba de tareas básicas como lavar los platos o mantener su espacio ordenado.
Ante estos comentarios, La Tana se defendió diciendo: "Hay personas que no lavan los platos, que son mentirosas, que hacen cosas peores y yo no digo nada, pero de eso no se habla". Sin embargo, su respuesta no logró calmar las tensiones, y la presión sobre ella crece cada vez más.
