Oriana lució un elegante ramo compuesto por gipsófilas, fresias y rosas blancas. Si bien estas tres flores tienen sus significados particulares de forma individual, el mensaje que se crea al combinarlas resulta ideal para una boda y para la promesa de una nueva vida juntos
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Las flores de la boda de Oriana Sabatini y Paulo Dybala
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El elegante ramo de flores de Oriana Sabatini para su boda.
Gipsófilas: Inocencia y pureza
Conocidas también como velo de novia o baby’s breath, las gipsófilas son pequeñas flores blancas que se caracterizan por su delicada apariencia y su abundancia. En el ámbito espiritual, las gipsófilas simbolizan la inocencia, la pureza y la paz interior. Su presencia evoca un aura de tranquilidad y serenidad, ideal para momentos de reflexión y conexión espiritual.
Fresias: Alegría y renovación
Las fresias, con su forma acampanada y su aroma dulce y cítrico, representan la alegría, la vitalidad y la renovación. En el plano espiritual, estas flores simbolizan la esperanza, la positividad y la capacidad de superar obstáculos. Su energía vibrante invita a celebrar la vida y a encontrar la belleza en cada instante.
Rosas blancas: Amor puro y espiritualidad
Las rosas blancas, consideradas las reinas de las flores, son símbolos universales de amor puro, compasión y espiritualidad. En el ámbito religioso, se asocian con la Virgen María y representan la pureza, la santidad y la devoción. Su fragancia delicada y su belleza atemporal las convierten en flores ideales para expresar sentimientos profundos y conectar con la esencia espiritual.
Más allá del significado individual:
Al combinar estas tres flores en un arreglo floral, se puede crear un mensaje espiritual aún más profundo y significativo. La unión de la inocencia de las gipsófilas, la alegría de las fresias y el amor puro de las rosas blancas da como resultado un mensaje de renovación espiritual, paz interior y conexión con lo divino.