El cantante protagonizó una pelea en un boliche y escapó junto a dos acompañantes. La Policía los interceptó después de varias cuadras y confirmó que todos tenían alcohol en sangre.
La ciudad de Córdoba quedó marcada por un episodio policial que involucró a Ezequiel Romano, vocalista de la banda de cuarteto Vacomoloko, en la noche del lunes 1 de diciembre.
El músico desató una fuerte repercusión después de un confuso episodio que comenzó con una pelea en un boliche de barrio Cofico y derivó en una cinematográfica persecución por las calles de la capital cordobesa.
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Romano se retiró del local nocturno junto a dos acompañantes y manejó un Volkswagen Up mientras realizaba maniobras imprudentes, según el parte policial. Los tres emprendieron la fuga desde la zona céntrica y se dirigieron hacia el sector de Los Andes.
La Policía logró interceptarlos en Los Andes al 160 y les realizó el control de alcoholemia correspondiente. El test registró que Romano tenía 1,11 gramos de alcohol en sangre y que sus acompañantes también estaban ebrios.
Los efectivos trasladaron a los tres a disposición de la Justicia y secuestraron el vehículo para continuar con la investigación del caso.
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