La falta de información detallada impide construir diagnósticos más certeros y diseñar políticas públicas efectivas para atender las verdaderas necesidades del sistema educativo.
La docente y formadora de directores Viviana Postay, integrante de Argentinos por la Educación, explicó en diálogo con el programa de AIRE 6 AM que, si bien a nivel nacional se observa un crecimiento del 54% en los egresados de carreras docentes, ese promedio está fuertemente influido por tres provincias: Buenos Aires, Catamarca y Chaco, donde el aumento fue exponencial. En el caso de Santa Fe, por ejemplo, la cantidad de egresados se mantiene estable desde hace una década.
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Esto muestra una realidad desigual: mientras en algunos distritos hay un exceso de egresados, en otros faltan docentes, especialmente en niveles como el secundario o en materias específicas como inglés, física o informática. “La gran pregunta es: ¿sobran docentes? Y la respuesta es no. En muchas regiones, especialmente en el interior profundo, hay cargos que pasan meses sin cubrirse”, indicó Postay.
También se observan desequilibrios en la oferta formativa. Por ejemplo, Argentina produce más profesores de educación física de los que el sistema necesita, pero muy pocos de inglés, un área clave que se enseña hoy en casi todos los niveles escolares.
Docentes: una carrera con poca atracción
Postay destacó que la docencia ya no es vista como una profesión atractiva, ni desde lo simbólico ni desde lo económico. “Se precarizó mucho. Hay falta de reconocimiento social, salarios bajos, condiciones laborales difíciles y un desprestigio creciente que desalienta a muchos jóvenes”, explicó.
En ese sentido, recordó que una de cada tres maestras de grado tiene más de un cargo o busca ingresos extra fuera del ámbito educativo, desde vender productos por catálogo hasta emprender por necesidad.
Aunque ingresar al sistema educativo no suele ser difícil, cada vez más docentes abandonan la profesión en los primeros años, desmotivados por la falta de condiciones adecuadas para enseñar y sostenerse en el aula.
Además, los cargos directivos también presentan vacancias difíciles de cubrir, a pesar de ser claves en la calidad educativa. “El segundo factor más importante para que un estudiante aprenda, después del docente, es el director de la escuela”, subrayó.
Una alerta nacional e internacional
El panorama argentino no es aislado. Según la UNESCO, para 2030 se necesitarán 44 millones de docentes en todo el mundo y aún no está claro de dónde saldrán. El desafío, advierten los especialistas, no solo es formar más educadores, sino también mejorar las condiciones para que quieran y puedan quedarse en el sistema.
“Hace falta una política sostenida que vuelva a poner en valor la docencia. Si no hacemos atractiva la profesión, ni material ni simbólicamente, seguiremos perdiendo calidad educativa y dejando vacíos lugares fundamentales para el desarrollo de niños y adolescentes”, concluyó Postay.