Por Facundo González
El Instituto Nacionales de Estadísticas y Censos (INDEC), dio a conocer hoy el IPC Nacional, para el mes de agosto que arrojó un aumento del 4% mensual y acumuló un 54,5% en 12 meses. Lo que marcó un “punto final” a la desaceleración de los meses anteriores, luego de la fuerte disparada del dólar posterior a las PASO.
De esta forma, según el indicador, el incremento de precios en lo que va del año fue del 30%.
El dato marca un punto de inflexión respecto a los meses previos, es el segundo dato de inflación mensual más alto del 2019, sin embargo, resta saber cómo se reacomodarán los precios tras la corrida cambiaria y la fuerte devaluación del Peso, luego de los resultados electorales del domingo 11 de agosto.
Según el informe, el aumento en los precios en el octavo mes del año, fue liderado por el rubro “Equipamiento y mantenimiento del hogar” con un 6,1%, seguido por “Salud” con un 5,2%.
Le sigue, el rubro “Alimentos y bebidas no alcohólicas” subió 4,5% y acumuló un 33,3% en 8 meses.
#DatoINDEC
Los precios al consumidor (#IPC) subieron 4% en agosto de 2019 respecto de julio y 54,5% interanual https://t.co/ztdp6xt16B pic.twitter.com/aIZvLpKniC— INDEC Argentina (@INDECArgentina) September 12, 2019
La inflación núcleo -que no contempla los aumentos de precios estacionales, ni de bienes y servicios públicos- fue de 4,6% mensual en agosto y acumuló un 31,5% en 8 meses.
El aumento de los precios el mes pasado estuvo en línea con lo que proyectaron estudios privados, que esperaban un nivel de inflación por arriba del 4%.
En un escenario de alta inflación, el Ejecutivo había apostado a reimpulsar el consumo con el relanzamiento de programas que apuntan directo a los bolsillos, cómo los de Créditos ANSES, “Precios Cuidados”, “Precios Esenciales” y bajando las tasas que cobran en cuotas el “Ahora 12” y extendiéndolo para todos los días.
Con el objetivo de mejorar la capacidad de compra real del salario que se vio muy afectada, lo que hace retardar la recuperación de la actividad económica.
Pero la realidad de las urnas tiró por la borda el programa de estabilidad macroeconómica que se evidenciaba muy permeable ante acontecimientos de alto impacto.
Tras las elecciones, en el medio de la corrida contra el Peso, el cimbronazo activó los fusibles en el Ejecutivo Nacional. Renuncia de ministros, cambios en el equipo del gabinete económico y medidas del Banco Central para encauzar la estabilidad en el mercado de cambios. Ante eventos de sangría de reservas, tras desarme de posiciones en pesos que rápidamente se fueron al dólar y salida de depósitos, el Gobierno optó por imponer un control de cambios, con el objetivo de acotar la demanda del billete y evitar que sigan las presiones sobre el tipo de cambio.
Cambio de expectativas. Antes de la devaluación previo a las elecciones, los especialistas calculaban que la inflación anual iba a rondar el 40%. Ahora, podría acercarse a los niveles del año pasado, que fue de 48%. Algunos economistas incluso estiman que puede llegar a superar los datos del 2018.
Lamentablemente, producto de la fuerte devaluación del peso tras la cprrida cambiaria luego de las elecciones PASO, la inflación volvió a retomar la senda alcista y rompió con la baja de los meses previos. En el cual, uno de los más afectados fue el rubro alimentos y bebidas.
Todavía resta ver cómo se reacomodan las variables en los próximos meses y cuál será la magnitud del impacto en la estructura de precios, con un dólar que por ahora se mantiene en la línea de los $58.
Según el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que realiza el Banco Central (BCRA), el 2019 cerrará con una inflación de 55% y una caída de 2,5% en el Producto Bruto Interno (PBI).
Te puede interesar
Dejá tu comentario