El ministro de Trabajo de Santa Fe, Roald “Coco” Báscolo, dialogó con AIRE para analizar la situación y comentó que, hasta el momento, se registraron 10.000 suspensiones en todo el territorio provincial. Si no mejora el panorama económico, las suspensiones podrían quedar en un segundo plano y los despidos podrían empezar a ser noticia.
El ministro dijo que “para tomar magnitud esas 10.000 suspensiones, que se dieron en 60 empresas de distintos rubros, hay que tener en cuenta que son sobre una base total de entre 510.000 y 520.000 empleos privados registrados”.
LEER MÁS ► Pullaro: "La regionalización es la única manera de construir un país más federal"
No todas son de estos últimos meses, sino que aclaró que “hay acuerdos de suspensión parcial o total que vienen del mes de noviembre. A finales del año pasado se empezaron a ver algunos signos de parálisis de actividad y caída. En el cambio de gestión iban casi 2.500 y después se siguieron presentando empresas”.
¿Para qué sirve una suspensión?
“Las suspensiones se hacen con el acuerdo de no despedir. Lo que se está intentando es sostener las fuentes de trabajo”, explicó el ministro de Trabajo de Santa Fe.
A su vez, comentó cómo es que se llega a solicitar una suspensión: “Lo primero que hace una empresa es sacar horas extras, se adelantan vacaciones, las que trabajaban a doble o triple turno, saca un turno, se cortan los contratos que eran para cubrir picos de demanda y luego de todo eso se pide la suspensión”.
Roald “Coco” Bascolo.jpg
“Las 10.000 suspensiones se dieron en 60 empresas de distintos rubros. Hay que tener en cuenta que son sobre una base total de entre 510.000 y 520.000 empleos privados registrados”, explicó el ministro de Trabajo de Santa Fe, Roald Báscolo.
“Algunas empresas suspenden a la mitad del personal por 15 días y a la otra mitad los otros 15 días, o hacen una jornada reducida para todo el personal”, detalla Báscolo respecto a las medidas que van tomando las diferentes industrias.
En ese sentido, dijo que el acuerdo se firma por tres meses y luego, si quieren renovar, se vuelve a requerir toda la documentación. “No damos suspensiones por seis meses o un año, damos a corto plazo”, aseguró.
Expectativas descoloridas
A pesar de una fuerte merma en la actividad, hasta el momento no se registra un número alto de despidos en la provincia de Santa Fe. El análisis que hace el ministro de esta situación es que “por ejemplo, las pymes dicen que están aguantando, que hay una caída importante y están haciendo el esfuerzo porque valoran el recurso humano, pero si esto sigue así no van a poder aguantar”.
LEER MÁS ► Descontarán el día no trabajado a docentes, médicos y estatales: "Es un paro injusto", dice el gobierno
Por otra parte, comentó que el sector al que ve con más preocupación es el metalúrgico porque “puestos como los de la UOM, que son puestos más especializados y de mucha formación, se cuidan mucho más porque es un gran activo. Esos rubros muestran mucha caída de actividad pero eso todavía no se refleja en despidos”.
“Seguimos muy de cerca los datos de la actividad económica. Abril, si bien sigue cayendo respecto al mismo mes del año pasado, cae menos de lo que cae marzo. El único dato positivo en este contexto adverso es que en abril la caída se moderó. Ojalá ese sea el piso”, dijo el ministro. Actualmente el ministerio está realizando mesas tripartitas con cámaras empresarias y gremios para analizar la situación y ver qué medidas se pueden tomar.
Las diferencias entre las pequeñas, medianas y grandes empresas
Según los datos aportados por el ministro, en la provincia hay entre 50.000 y 55.000 empresas -desde grandes firmas hasta un kiosco-. En ese contexto, la forma en que atraviesa esta situación cada una de ellas es diferente. “Las pymes te dicen que si esto sigue así van a empezar a tener problemas. La gran diferencia es cuánto tiempo puede aguantar una caída en la actividad económica, una empresa de un tamaño o del otro”, indica Báscolo.
Obrero de la construccion.jpg
En el sector de la construcción, entre agosto y abril, se perdieron 100.000 puestos de trabajo a nivel nacional. La caída en Santa Fe fue mucho menor.
Por otro lado, afirma que “las grandes empresas están mucho más preparadas para afrontar las crisis, tienen más espalda”. “Por ejemplo, Acindar tuvo un mes parada la planta, dio 15 días de adelanto de vacaciones, dieron compensatorios, una semana de capacitaciones. Lo mismo que General Motors que de todo este último tiempo solo trabajó un mes”, detalló y agregó: “El año pasado las grandes cerealeras tuvieron una capacidad ociosa del 60% o 70%, pero también tienen una gran espalda, no suspendieron ni echaron a nadie”.
La construcción y la obra pública
Donde sí se registró una ola fuerte de despidos en el último tiempo fue en el sector de la construcción. Según indicó el ministro, “desde agosto hasta abril se perdieron 100.000 puestos de trabajo en el país, 20% del total”.
“La caída en Santa Fe no es de ese porcentaje, es mucho menor. La obra privada se sostuvo y este gobierno está tratando de poner en marcha todas las obras públicas y se están empezando a licitar nuevas. Se está aplicando una política contracíclica”.