Cada 7 de febrero se celebra el Día Nacional del Carnavalito. La fecha fue elegida en conmemoración del fallecimiento de Edmundo Zaldívar, un compositor porteño y autor de “El Humahuaqueño”, uno de los carnavalito más conocidos de la región.
Zaldívar nació en 1917 en Buenos Aires y era hijo de un concertista de guitarra y cantor conocido. La música y el arte siempre lo rodearon porque su casa era habitualmente lugar de encuentro de intelectuales como Ricardo Rojas y Leopoldo Lugones, entre otros. Se destacó desde pequeño al componer la zamba “Nunca, nunca”. Luego, fue músico estable de Radio El Mundo durante más de veinte años, donde tocó tango y folklore.
Realizó giras por todo el país y visitó alrededor de treinta países. Ofreció conferencias en países como Italia y Francia. En éste último grabó discos y obtuvo bastante éxito. También se desempeñó como docente en la Escuela Nacional de Danzas y tuvo academias de guitarra en todo el país. Ejecutaba distintos instrumentos: guitarra, guitarrón, requinto, charango, arpa, bombo, quena y sikus, entre otros. Asimismo, fue un difusor e investigador del folclore.
A partir de la creación del célebre carnavalito, Zaldívar tuvo una gran popularidad a nivel internacional. “El humahuaqueño” ha sido grabado en casi todo el mundo, incluso en lugares como Egipto, China, Japón, Grecia, Nueva Zelanda, Bélgica y Holanda, entre otros. Como compositor, se destacó principalmente en la zamba y también creó carnavalitos, tonadas, canciones criollas, milongas, vals y tangos.
Cómo se baila el carnavalito
El carnavalito caracteriza por ser una danza muy simpática, movida y vistosa. Generalmente, es acompañada por instrumentos de viento como la quena y el sijú, y el bombo como instrumento de percusión.
Con un compañero o varias parejas, las personas se mueven en torno a la música realizando giros y puentes. Una mujer u hombre se encarga de liderar la coreografía con un pañuelo adornado con citas, el cual utiliza para llamar la atención de los demás.
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