Desde el estreno de la cuarta temporada de The Crown, los periodistas buscaron saber cuál era la opinión del Príncipe Harry y su esposa, Meghan Markle. Pero pese a ser tan polémicos, no hubo una explicación.
Los Duques de Sussex tienen firmado con Netflix, donde aseguran que no podrán hablar sobre lo que sienten al ver la cuarta temporada de The Crown, centrada especialmente en la relación entre Lady Di y el príncipe Carlos, padres de Harry.
Los episodios cubren el período de 1979 a 1990 e incluye situaciones incómodas y dolorosas para la realeza, como la bulimia de la princesa Diana y el romance clandestino de Charles con Camilla Parker Bowles.
Hace unas semanas trascendió que el hermano mayor de Harry, el Duque de Cambridge, William, estaba muy enojado con la representación de sus padres en el drama y consideró que su familia está siendo "explotada para ganar dinero", según indicó el medio uruguayo El País. Sin embargo, la opinión más trascendente y la que buscaron todos los medios fue la de Harry, quien no puede dar su opinión.
Según especificaron, existe un acuerdo multimillonario entre Netflix y los Duques de Sussex para mantenerlos en silencio, ya que hay un "conflicto de intereses".