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Manos de Piedra, el que peleó en dos siglos y es una leyenda viviente del boxeo

Roberto Durán cumple hoy 73 años. En poco más de 33 como profesional –entre 1968 y 2001–, el formidable panameño transitó por ¡11 categorías!, fue campeón mundial en cuatro y es reconocido como uno de los mejores y más brillantes púgiles de la historia.

Con absoluta justicia, es considerado uno de los mejores boxeadores de todos los tiempos y, desde que nació, solo aprendió una cosa, y que hizo muy bien durante más de tres décadas: pelear. Pasó por ¡11 categorías! (de gallo a mediopesado) y logró cinco coronas mundiales en cuatro divisiones.

Jamás perdió en liviano (su peso natural) y es el único púgil de la historia que ganó por nocaut en todos los rounds, del 1º al 15º.

Hoy, quien combatió en dos siglos (debutó en 1968 y se retiró en 2001) e inmortalizó la frase “viejo es el viento, y aún sigue soplando” (en una magnífica respuesta que les dio a quienes le pedían que se retirase), cumple 73 años.

Manos de Piedra

Roberto Durán nació en la muy humilde barriada de Los Chorrillos, en las afueras de la ciudad de Panamá, el sábado 16 de junio de 1951. Fue el segundo de nueve hermanos y, cuando era muy pequeño, su padre, Margarito Durán Sánchez –hijo de mexicanos y oriundo de Arizona, Estados Unidos, y a quien Roberto conocería recién a los 21 años– abandonó el hogar, por lo que su madre, Clara Esther Samaniego, se fue con sus hijos a Guararé (donde erróneamente se afirma que nació el que reinaría en cuatro categorías) pero, ante la falta de oportunidades para subsistir, pronto se volvió a Los Chorrillos.

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Uno de los entrenadores en la brillante carrera de Roberto Durán fue el legendario estadounidense Ray Arcel –cuyo verdadero nombre era Ramil Arcel– quien, a lo largo de su trayectoria, formó y trabajó con 20 campeones mundiales.

Uno de los entrenadores en la brillante carrera de Roberto Durán fue el legendario estadounidense Ray Arcel –cuyo verdadero nombre era Ramil Arcel– quien, a lo largo de su trayectoria, formó y trabajó con 20 campeones mundiales.

Durán pasó una infancia muy dura y con múltiples carencias (“De chico robaba para comer”, contó en Yo soy Durán - Mi autobiografía, publicada en 2016) y, a los 13 años, dejó la escuela para convertirse en el sostén de su familia: fue pintor, lustrabotas, vendedor de diarios, pescador y recolector de mangos y cocos.

Ya con 8 años, Roberto había aprendido en el gimnasio Pascual Ciela González, en el barrio El Marañón de la capital panameña, lo que era el toma y daca sobre un ring y, siendo tan joven, la fama de poseer una pegada demoledora se extendió rápidamente.

Hasta que un muy rico hacendado y empresario de medios local, Carlos Eleta –su futuro manager– lo volcó decididamente al mundo del boxeo.

Su primer e histórico entrenador fue Néstor Quiñones –a quien todos conocieron como el Plomo Espinosa–, quien lo acompañaría durante toda su carrera, y que falleció en 2012, a los 81 años.

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El lunes 26 de junio de 1972 y, en el Madison Square Garden de Nueva York, el panameño logró su primera corona, la de los livianos de la AMB, al GKOT 13 al escocés Ken Buchanan. La conquistó en su 29ª pelea y, los 61,235 kilos o 135 libras, tenían un nuevo rey.

El lunes 26 de junio de 1972 y, en el Madison Square Garden de Nueva York, el panameño logró su primera corona, la de los livianos de la AMB, al GKOT 13 al escocés Ken Buchanan. La conquistó en su 29ª pelea y, los 61,235 kilos o 135 libras, tenían un nuevo rey.

A los 14, Durán ya peleaba como amateur y, tras disputar 16 combates en el campo aficionado –de los que ganó 13–, el viernes 23 de febrero de 1968 debutó como profesional: le GPP 4 (unánime) a su compatriota Carlos Mendoza en la Arena de Colón, en la otra orilla del Canal de Panamá. Pesó 53,500 kilos –encuadrado en gallo–, tenía 16 años, ocho meses y siete días, y cobró una bolsa de 25 dólares.

Sería la primera de las 119 peleas que realizaría en el campo rentado, por el que transitaría ¡33 años, cuatro meses y 21 días! El panameño Alfonso Castillo, un ex jockey que se había convertido en un afamado especialista en boxeo, lo bautizó Manos de Piedra, y no se equivocó, porque Durán anestesiaba rivales en fila.

Por eso, Eleta se contactó con el legendario entrenador estadounidense Ray Arcel –cuyo verdadero nombre era Ramil Arcel, y que falleció el 7 de marzo de 1994, a los 94 años– para que aportara su rica experiencia acumulada tras dirigir a 17 campeones mundiales, y continuara puliendo a este diamante en bruto.

En los años siguientes, también estarían en la esquina de Durán el reconocido entrenador y cutman estadounidense Freddie Brown, y los técnicos panameños Rigoberto Garibaldi y Bernardo Checa.

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El viernes 20 de junio de 1980 y, en el Olympic Stadium de Montreal, Canadá, colmado por 46.317 espectadores, Durán le GPP 15 (unánime) y lo dejó sin invicto a otro auténtico grande: Ray Charles Sugar Leonard. Así, el Cholo se ceñía su segunda corona mundial, la welter del CMB.

El viernes 20 de junio de 1980 y, en el Olympic Stadium de Montreal, Canadá, colmado por 46.317 espectadores, Durán le GPP 15 (unánime) y lo dejó sin invicto a otro auténtico grande: Ray Charles Sugar Leonard. Así, el Cholo se ceñía su segunda corona mundial, la welter del CMB.

Tras una serie de resonantes victorias –entre ellas, la que logró el sábado 16 de octubre de 1971, ante el japonés Hiroshi Kobayashi, ex monarca unificado superpluma, a quien noqueó en 7 rounds en el Gimnasio Nueva Panamá–, el lunes 26 de junio de 1972 y, en el Madison Square Garden de Nueva York, enfrentó al por entonces campeón mundial liviano de la AMB, el escocés Ken Buchanan.

En su 29ª pelea, el panameño le GKOT 13 al europeo y, los 61,235 kilos o 135 libras, tenían un nuevo rey.

Durán retuvo esta corona 12 veces y, en esta última exposición, el sábado 21 de enero de 1978, en el Caesars Palace de Las Vegas, unificó su cetro AMB con el del CMB que poseía el puertorriqueño Esteban De Jesús, a quien le GKOT 12.

Y fue un triunfo muy especial, porque De Jesús era quien le había quitado el invicto a Manos de Piedra el viernes 17 de noviembre de 1972, en el Madison, al GPP 10 (unánime) en una pelea no titular, porque Durán ya era campeón.

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En 1979, Roberto Durán tuvo su debut cinematográfico cundo interpretó a un sparring de Rocky Balboa (personificado por el estadounidense Sylvester Stallone) en la película Rocky II.

En 1979, Roberto Durán tuvo su debut cinematográfico cundo interpretó a un sparring de Rocky Balboa (personificado por el estadounidense Sylvester Stallone) en la película Rocky II.

El 1 de febrero de 1979, el panameño dejó vacantes ambas coronas y se pasó a welter, donde lograría su segundo título. Fue el viernes 20 de junio de 1980, ante 46.317 espectadores, en el Olympic Stadium de Montreal, Canadá, cuando le GPP 15 (unánime) y, de yapa, le sacó el invicto a otro auténtico grande: Ray Charles Sugar Leonard.

Con una constante iniciativa, llevando a su rival a combatir en la corta distancia y, con tarjetas de 145-144, 148-147, y 146-144, el cetro de las 147 libras o 66,678 kilos del CMB era suyo, y lo logró en el mismo estadio donde el moreno estadounidense había ganado el oro olímpico en la categoría hasta 63,500 kilos en los Juegos de 1976.

El martes 25 de noviembre siguiente y, en el Superdome de New Orleans, el panameño resignaría este cetro en la revancha ante Sugar Ray, quien fue ampliamente superior y provocó que Roberto, muy lejos de su mejor nivel, tanto boxístico como anímico, dejara de pelear y dijera “No más” en el 8º round, según afirmaron el árbitro de este combate, el mexicano Octavio Meyrán, y el reconocido periodista televisivo estadounidense Howard Cosell.

Tras superar la profunda depresión en la que se sumergió tras su segunda derrota profesional, Manos de Piedra se regaló una nueva corona –y en otra división– el día que cumplió 32 años.

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El puertorriqueño Esteban De Jesús le quitó el invicto a Durán en 1972 y, el Cholo, se desquitó en 1978. En mayo de 1989, Manos de Piedra visitó al boricua en su lecho de muerte –falleció a los 37 años, a causa del sida– y, tras besar en la frente a su viejo rival, le dijo: “Tú serás siempre mi campeón, hermano”.

El puertorriqueño Esteban De Jesús le quitó el invicto a Durán en 1972 y, el Cholo, se desquitó en 1978. En mayo de 1989, Manos de Piedra visitó al boricua en su lecho de muerte –falleció a los 37 años, a causa del sida– y, tras besar en la frente a su viejo rival, le dijo: “Tú serás siempre mi campeón, hermano”.

El jueves 16 de junio de 1983 y, frente a 20.000 espectadores en el Madison, aplastó al por entonces invicto estadounidense Davey Moore, al que le GKOT 8 (2’02”) y se ciñó el cinturón superwelter (69,853 kilos o 154 libras) de la AMB.

Orgulloso como pocos y, tras escuchar el “cumpleaños feliz” del público en el legendario escenario neoyorquino, tiró una frase con su sello: “Después de mucho tiempo, volví a ser el Roberto Durán que todos conocen”.

Guerrero de raza, Manos de Piedra intentó lo que parecía imposible: cinco meses más tarde desafió al zurdo estadounidense Marvin Hagler por el cetro mediano AMB-CMB-FIB.

El jueves 10 de noviembre de 1983, en el Caesars Palace de Las Vegas, dando casi 15 kilos de ventaja de su peso natural y, con un coraje blindado, PPP 15 (unánime) porque lo venció el agotamiento: Durán estaba arriba en las tarjetas en el 12º round, pero Hagler se llevó los tres asaltos finales y lo venció por el canto de una uña, con registros de 146-145, 144-143, y 144-142.

El panameño fue el único que aguantó de pie todos los rounds en las 12 defensas exitosas que realizó el formidable moreno que, en la 13ª, el lunes 6 de abril de 1987, perdería sus títulos al caer ante Sugar Ray Leonard, quien le GPP 15 (dividido).

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El día que cumplió 32 años, Manos de Piedra se regaló una nueva corona, y en otra división. El jueves 16 de junio de 1983 y, frente a 20.000 espectadores en el Madison, aplastó al por entonces invicto estadounidense Davey Moore, al que le GKOT 8 (2’02”) y se ciñó el cinturón superwelter (69,853 kilos o 154 libras) de la AMB.

El día que cumplió 32 años, Manos de Piedra se regaló una nueva corona, y en otra división. El jueves 16 de junio de 1983 y, frente a 20.000 espectadores en el Madison, aplastó al por entonces invicto estadounidense Davey Moore, al que le GKOT 8 (2’02”) y se ciñó el cinturón superwelter (69,853 kilos o 154 libras) de la AMB.

Esa década del 80 fue muy prolífica en choques memorables, donde las máximas figuras de entonces peleaban todos contra todos, no se esquivaban, no pactaban en qué peso combatir (el “catchweight”), ni establecían ridículas cláusulas de “hidratación”, como varias “estrellas” de la actualidad acostumbran a hacer.

Durán, que jamás retrocedió ni para tomar impulso, subió al ring del Caesars Palace de Las Vegas para enfrentar a otro que tenía una mano pesadísima, el estadounidense Thomas Hearns, quien le GKOT 2 el viernes 15 de junio de 1984, el día anterior a que el Cholo cumpliera 33 años, y retuvo su título superwelter del CMB.

La Cobra de Detroit también enfrentó a Hagler y Leonard, quienes le ganaron antes del límite y, por eso, junto con el panameño, a estos fenómenos se los denominó The Fabulous Four (Los Cuatro Fabulosos) de los 80.

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El jueves 10 de noviembre de 1983, en el Caesars Palace de Las Vegas, dando casi 15 kilos de ventaja de su peso natural y, con un coraje blindado, Durán PPP 15 (unánime) ante el zurdo estadounidense Marvin Hagler, quien retuvo sus coronas medianas AMB-CMB-FIB. El panameño fue el único que aguantó de pie todos los rounds en las 12 defensas exitosas que realizó el formidable moreno.

El jueves 10 de noviembre de 1983, en el Caesars Palace de Las Vegas, dando casi 15 kilos de ventaja de su peso natural y, con un coraje blindado, Durán PPP 15 (unánime) ante el zurdo estadounidense Marvin Hagler, quien retuvo sus coronas medianas AMB-CMB-FIB. El panameño fue el único que aguantó de pie todos los rounds en las 12 defensas exitosas que realizó el formidable moreno.

Pero había más para dar. El viernes 24 de febrero de 1989, en el Convention Center de Atlantic City le GPP 12 (dividido) al estadounidense Iran Barkley, quien cayó en el 11º.

De esta manera, con 37 años y, a casi 17 de lograr su primera corona, escribió otra página con letras de oro en la historia grande del boxeo de todos los tiempos: Roberto Durán era campeón mundial mediano (160 libras o 72,574 kilos) del CMB, su quinta corona en cuatro categorías diferentes, y fue el primer púgil latino en lograrlo.

De paso, la revista Ring Magazine la calificó como la Pelea del Año.

Intentó nuevos cinturones en otras divisiones, como las dos peleas que realizó en 1994 y 1995 –y perdió en ambas por puntos, en fallo unánime– ante el estadounidense Vinnie Pazienza (que años después cambiaría su nombre por el de Vinny Paz) por el cetro supermediano IBC, una entidad de tercer orden.

En 1997, se midió dos veces con el santacruceño Jorge Fernando Castro: el sábado 15 de febrero, Locomotora le GPP 10 en Mar del Plata y, el sábado 14 de junio siguiente, Manos de Piedra se impuso por la misma vía en su ciudad natal.

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El viernes 24 de febrero de 1989 y, en el Convention Center de Atlantic City, le GPP 12 (dividido) al estadounidense Iran Barkley, quien cayó en el 11º. De esta manera, con 37 años y, a casi 17 de lograr su primera corona, Durán era campeón mundial mediano (160 libras o 72,574 kilos) del CMB, su quinta corona en cuatro categorías diferentes, y fue el primer púgil latino en lograrlo.

El viernes 24 de febrero de 1989 y, en el Convention Center de Atlantic City, le GPP 12 (dividido) al estadounidense Iran Barkley, quien cayó en el 11º. De esta manera, con 37 años y, a casi 17 de lograr su primera corona, Durán era campeón mundial mediano (160 libras o 72,574 kilos) del CMB, su quinta corona en cuatro categorías diferentes, y fue el primer púgil latino en lograrlo.

Hasta que, a los ¡50 años y 28 días!, el sábado 14 de julio de 2001, en el Pepsi Center de Denver, PPP 12 (unánime) ante el puertorriqueño Héctor Macho Camacho y resignó el supermediano NBA (considerado erróneamente como título mundial cuando, en realidad, solo equivale a campeón de Norteamérica) y que obtuviera el viernes 16 de junio de 2000 (cuando cumplió 49 años) al GPP 12 (unánime) al estadounidense Patrick Pat Lawlor en el Gimnasio Nuevo Panamá.

Fue la última de las 119 peleas que disputó en el campo rentado, con un brillante récord de 103-16 (70 ko).

Un fuera de serie irrepetible

En los Estados Unidos siempre fueron reticentes a reconocer los méritos de púgiles extranjeros pero, a la hora de hablar de Roberto Durán, el extraordinario panameño solo recibió elogios por su brillante trayectoria en las 135 libras o 61,235 kilos, el límite de los livianos y que era su peso natural.

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El domingo 10 de junio de 2007, Durán ingresó al Hall de la Fama del Boxeo Internacional de Canastota, Nueva York. Desde la izquierda, el mexicano Ricardo López, el zurdo estadounidense Pernell Whitaker, el mexicano José Sulaimán Chagnón (quien era el presidente del CMB), y Amílcar Oreste Brusa, el sexto argentino (y el segundo santafesino) cuyo nombre se inmortalizó en el Olimpo de los consagrados de todos los tiempos.

El domingo 10 de junio de 2007, Durán ingresó al Hall de la Fama del Boxeo Internacional de Canastota, Nueva York. Desde la izquierda, el mexicano Ricardo López, el zurdo estadounidense Pernell Whitaker, el mexicano José Sulaimán Chagnón (quien era el presidente del CMB), y Amílcar Oreste Brusa, el sexto argentino (y el segundo santafesino) cuyo nombre se inmortalizó en el Olimpo de los consagrados de todos los tiempos.

En una encuesta que se realizó en ese país entre expertos de boxeo, los tres primeros lugares entre los livianos de todos los tiempos quedaron para Joe Gans (cuyo verdadero nombre era Joseph Gaines, el primer púgil de raza negra nacido en los Estados Unidos que se consagró campeón mundial, cuando el 12 de mayo de 1902, en Ontario, Canadá, le GKO 1 al suizo Frank Erne –Erwin Erne– ); lo siguió su compatriota Benny Leonard (que se llamaba Benjamin Leiner, fue el rey de la categoría entre 1917 y 1925, y murió el 18 de abril de 1947, a los 51 años, de un infarto, cuando arbitraba un combate en Nueva York) y, en el tercer lugar, se ubicó Durán.

En 1989, la revista The Ring hizo una lista con 31 campeones mundiales livianos, incluyendo diez ítems, desde la potencia de sus pegadas, hasta la duración de sus carreras. El resultado final fue Benny Leonard, Durán y Gans.

Pero, nueve meses más tarde, Boxing Illustrated hizo otra, analizando a los mejores 100 livianos de todos los tiempos. ¿Cómo se ubicaron? Durán, Gans y Leonard.

Tuvo ¡un león! en su casa

Robert Durán protagonizó uno de los hechos más insólitos de los que se tengan memoria. Es mundialmente conocido que Manos de Piedra tenía en su casa una mascota muy particular: un león.

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El viernes 26 de agosto de 2016, se estrenó Hands of Stone, la película biográfica sobre el Cholo dirigida por el venezolano Jonathan Jakubowicz, que dura 105 minutos y fue protagonizada por su compatriota Édgar Ramírez (derecha), y Robert De Niro (centro) como el entrenador Ray Arcel.

El viernes 26 de agosto de 2016, se estrenó Hands of Stone, la película biográfica sobre el Cholo dirigida por el venezolano Jonathan Jakubowicz, que dura 105 minutos y fue protagonizada por su compatriota Édgar Ramírez (derecha), y Robert De Niro (centro) como el entrenador Ray Arcel.

Se lo había cambiado al director del zoológico de Panamá por un halcón raro y era un cachorro de un circo que quebró en ese país; Durán construyó una jaula en el fondo de su casa y crió al felino.

Pero, la parte más importante que faltaba saber de esta historia, el panameño se la contó a los colegas Osvaldo Príncipi y Julio Ernesto Vila cuando visitó nuestro país en 1997 (el sábado 15 de febrero y, en Mar del Plata, PPP 10 con Jorge Fernando Castro).

“Fue creciendo y se puso pesado, porque necesitaba una compañera. Hubo que castrarlo y darle remedios, lo que le produjo muchos calores. Lo subíamos al auto en la parte de atrás y siempre lo llevábamos a pasear con nosotros. Un día que hacía un calor insoportable, lo llevamos a la playa para que tomara fresco. Pero estaba mal, con convulsiones, tiraba zarpazos y se había puesto agresivo. De repente lanzó un gran rugido, como nunca antes lo había hecho. Nos bajamos espantados del auto y, el león, clavó los dientes en el asiento trasero, arrancándolo. Y ahí murió, de un paro cardíaco”.

Creer o reventar.

Su retiro y su vida tras el boxeo

Pasadas las 22 del miércoles 3 de octubre de 2001, Durán protagonizó un grave accidente automovilístico en la autopista 9 de Julio, a la altura de la avenida Brasil, en el barrio porteño de Constitución, donde el Rover que conducía fue encerrado por un Fiat Palio y, por ello, embistió con violencia un guardarrail.

Manos de Piedra, quien había llegado a Buenos Aires el día anterior para brindar una serie de charlas y presentar un disco de la banda de salsa que integraba, y volvía de cenar acompañado por su hijo Roberto Armando, de 27 años por entonces, y dos empleados de la ahora ex agencia de noticias Télam, sufrió politraumatismos y la fractura de varias costillas, lo que le produjo un neumotórax en el pulmón izquierdo, por lo que le realizaron un drenaje pleural en el hospital Argerich.

Ese mismo día, debido a una insuficiencia cardíaca y, a los 66 años, había fallecido en Rosario –donde estaba radicado– el sanjuanino Gregorio Manuel Goyo Peralta, quien fuera campeón argentino pesado entre 1962 y 1965, cuando resignó esta corona ante Oscar Natalio Bonavena.

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El 23 de mayo de 2018, Durán inauguró en la ciudad de Panamá su restaurante Stone Sports Café, donde se exhiben todas las fotos, premios y trofeos de su extensa y exitosa carrera, y en el que actuó con su orquesta de salsa, llamada Felicidad, como su esposa.

El 23 de mayo de 2018, Durán inauguró en la ciudad de Panamá su restaurante Stone Sports Café, donde se exhiben todas las fotos, premios y trofeos de su extensa y exitosa carrera, y en el que actuó con su orquesta de salsa, llamada Felicidad, como su esposa.

Tras 28 días de internación, Manos de Piedra fue dado de alta el miércoles 31 de octubre y, el lunes 18 de marzo del año siguiente, en una multitudinaria conferencia de prensa que brindó en Panamá, anunció su retiro definitivo.

“Lamento que tenga que colgar los guantes, ya que nunca tuve en mente retirarme y quería morir arriba del ring, pero a esta decisión la tomé a raíz del accidente (del año anterior en Buenos Aires). Me retiro porque no tengo otra opción, estoy jodido", destacó.

El viernes 19 de julio siguiente, en el gimnasio que lleva su nombre en su ciudad natal, Roberto tuvo una inolvidable despedida. "Por fin, Manos de Piedra Durán le dice adiós al boxeo"; "Roberto Durán dice adiós, ahora empieza la leyenda", "Durán, una leyenda"; "Panamá no te olvidará jamás, Manos de Piedra", fueron los títulos que la prensa deportiva panameña le dedicó al fantástico campeón.

“No sé escribir gran cosa, no sé sumar, pero me sé desenvolver en cualquier materia que quieran ponerme. Yo creo que la pobreza fue la que me hizo ser boxeador y, en mi vida de boxeador, jamás sentí miedo o cobardía ante ningún rival. He peleado con verdaderos criminales del ring y ninguno me metió miedo", disparó Durán.

“Voy a poner un barcito con todas mis fotos y voy a estar con mi orquesta de salsa tocando y cantando, traeré músicos de afuera, firmaré autógrafos en Estados Unidos, haré giras, publicaré mi biografía y filmaré una película", agregó.

Y a eso se dedicó en los años siguientes. Su primera presentación en un film había sido en 1979, donde actuó como sparring de Rocky Balboa en Rocky II.

En diciembre de 2005, su vida y su trayectoria deportiva se reflejaron en el documental Los puños de una nación, que dura 73 minutos y fue dirigido por el cineasta panameño Pituka Ortega-Heilbron.

El viernes 26 de agosto de 2016, se estrenó Hands of Stone, la película dirigida por el venezolano Jonathan Jakubowicz, que dura 105 minutos y fue protagonizada por su compatriota Édgar Ramírez, como Durán; el fenomenal Robert De Niro, como Ray Arcel; la cubana-española Ana de Armas, como la esposa del Cholo, y el panameño Rubén Blades, como el manager Carlos Eleta.

Con Felicidad Iglesias –La Fula–, con quien se casó cuando tenía 17 años, el Cholo tuvo siete hijos y, dos más, fueron fruto de una relación extramatrimonial. De todos ellos, Irichelle y Roberto Armando (conocido como El Chavo) trataron de seguir los pasos de su padre como boxeadores.

Irichelle disputó tres peleas entre 2000 y 2002 y, su récord, fue de 1-2 (1 ko), mientras que su hermano combatió entre 2000 y 2004, y dejó un registro de 5-1-0-1 S/D (2 ko).

El sábado 14 de octubre de 2006, Durán ingresó al World Boxing Hall of Fame en Riverside, California y, desde el domingo 10 de junio de 2007, su nombre integra la galería de los inmortales en el International Boxing Hall of Fame de Canastota, Nueva York.

Ese día, junto con el Cholo también ingresaron los mexicanos Ricardo Finito López y José Sulaimán Chagnón quien, por entonces, era el presidente del Consejo Mundial de Boxeo (CMB); el zurdo estadounidense Pernell Whitaker, y Amílcar Oreste Brusa, quien fue el segundo santafesino (detrás de Carlos Monzón), y el sexto argentino que recibió tamaña distinción.

Por su parte, el domingo 23 de junio de 2019, Durán ingresó al Boxing Hall of Fame de Atlantic City.

La revista Ring Magazine lo ubicó quinto en su lista de los boxeadores más importantes de los últimos 80 años y, junto con los estadounidenses Jack Johnson y Saoul Mamby, y el mexicano Kid Azteca –cuyo nombre real era Luis Villanueva Páramo-, el Cholo es uno de los cuatro púgiles que, en toda la historia, pelearon a través de cinco décadas.

El lunes 18 de marzo último, le colocaron un marcapasos en un hospital de la ciudad de Panamá tras sufrir una complicación cardíaca por un bloqueo auriculoventricular. Uno de sus hijos, Robin, dijo que su padre necesitaba el marcapasos porque los latidos de su corazón eran "un poco irregulares debido a la obstrucción de una arteria".

“Muchas gracias por preocuparse por mí, estoy en mi casa, tranquilo aquí”, dijo el Cholo tras ser dado de alta al día siguiente.

Genio y figura, amado y admirado por millones, y al que las próximas generaciones seguirán reconociendo como uno de los monstruos sagrados y más venerados de la historia del boxeo, Durán cumple hoy 73 años.

Pero no le digan viejo ya que, como el viento, Manos de Piedra sigue soplando. Y, quienes aún tengan dudas sobre su grandeza, que les pregunten a los 70 rivales que noqueó en su carrera cómo se llama el huracán que arrasó con todos ellos.

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