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Jugó en uno de los equipos de Santa Fe, triunfó en Europa y ahora atiende una ferretería

Después de muchos años de carrera profesional, con grandes éxitos, el futbolista de Santa Fe decidió alejarse del fútbol y trabajar en un negocio personal.

Este es el caso de Leonardo Talamonti, el jugador que nació en Álvarez, un pequeño pueblo ubicado en el sur de la Provincia de Santa Fe. Jugó en Rosario Central, fue compañero de Marcelo Gallardo en River, triunfó en Europa y hoy la vida lo encuentra en su pueblo atendiendo una ferretería.

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Jugó en uno de los equipos de Santa Fe, triunfó en Europa y ahora atiende una ferretería.

Jugó en uno de los equipos de Santa Fe, triunfó en Europa y ahora atiende una ferretería.

Jugó en uno de los equipos de Santa Fe, triunfó en Europa y ahora atiende una ferretería

Rosario Central, Lazio, River, Atalanta fueron algunos de los equipos de "Oveja". Para cualquier futbolista, un currículum que presente esos clubes puede ser motivo de envidia. Sin embargo, para Leonardo Talamonti forma parte tan solo de un recuerdo porque decidió alejarse del fútbol para atender su ferretería personal en Álvarez, su pueblo en Santa Fe.

Luego de su paso en Central, en 2013 arrancó lo que fue el principio del fin de su etapa como futbolista. Oveja Jugó en Sportivo Belgrano, Atlanta y Platense en el ascenso. En 2017, Talamonti decidió ponerle fin a una carrera de 16 años con altos y bajos. Luego de su retiro, el exdefensor se mudó a su pueblo natal para empezar una vida muy diferente a la que estaba acostumbrado a llevar.

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Leonardo Talamonti triunfó en Europa y ahora atiende una ferretería.

Leonardo Talamonti triunfó en Europa y ahora atiende una ferretería.

Leonardo Talamonti al frente de la ferretería

Alejado del fútbol, el Oveja hoy atiende su propia ferretería en Álvarez: "Hace cinco años que estoy a cargo. Abro el local a las 7.30 y cierro a las 19.30. Estoy todo el día adentro. Me gusta mucho el rubro, el hecho de interactuar con la gente del otro lado del mostrador, asesorarlos, me apasiona", contó el ex defensor.

Contó parte de sus inicios. "Trabajé con gente que sabía de plomería, bulonería y un techista, pero nadie sabía nada de electricidad. Así que hice un curso porque la gente venía a preguntar y no sabíamos qué decirle. El curso duró un año y lo hacía una vez por semana. Yo le tenía terror a la electricidad, ahora le tengo respeto", afirmó.