Henry Jackson, Jr. nació el 12 de diciembre de 1912 en la granja de sus padres –América, una india iroquesa, y Henry, negro y con sangre irlandesa e india–, unos muy humildes agricultores que residían a unos siete kilómetros de Columbus, Mississippi, y que tuvieron 14 hijos más.
En 1916, su familia se mudó a St. Louis, donde su madre moriría dos años más tarde. Desde muy pequeño debió trabajar para ayudar al sostén de su hogar y, a los 12, cuando hacía rato que había aprendido a pelear en las calles –por su baja estatura, sufrió bullying en la escuela de Gramática Toussaint L’Ouverture– se compró su primer par de guantes de boxeo.
Su egreso de la escuela secundaria Vashon coincidió con la Gran Depresión. Con su padre enfermo y, sin dinero para continuar sus estudios en una universidad, un día leyó que un púgil llamado Kid Chocolate (NdeR: su verdadero nombre era Eligio Sardiñas Montalvo, considerado el más grande boxeador cubano de la historia, y que fue campeón mundial superpluma entre 1931 y 1933, y pluma entre 1932 y 1933), había ganado 75.000 dólares por una pelea.
Inmediatamente, Armstrong abandonó su trabajo en el ferrocarril Missouri Pacific (donde había mentido que tenía 21 años para poder ingresar al mismo,) y decidió que su vida sería el pugilismo.
El futuro monarca en tres categorías simultáneamente debutó como aficionado a los 17 años de la mano de Harry Armstrong, un ex púgil profesional, quien se convirtió en su amigo, mentor y entrenador, y lo hizo con un triunfo por nocaut en el 2º round en el St. Louis Coliseum.
El lunes 27 de julio de 1931, a los 18, disputó su primer combate como rentado y, encuadrado en la categoría pluma, PKO 3 (2’27”) ante el zurdo Al Iovino, quien disputaba su séptima pelea profesional, en el Meyers Bowl de North Braddock, Pennsylvania.
Tras este desafortunado debut, entrenador y pupilo se mudaron a Los Angeles, donde debieron hacer malabares para poder subsistir. Como Junior, utilizando el apellido Jackson, solo podía combatir en California como amateur, decidieron cambiar de nombre para que lo hiciera como profesional y, haciéndose pasar por el hermano menor de Harry, se convirtió en Henry Armstrong (así se presentó ante el manager Tom Cox, con quien firmó un contrato de representación por la irrisoria suma de 3 dólares), a quien todos conocerían como Homicida Hank y, por siempre, recordarían como uno de los más extraordinarios campeones de todos los tiempos.
Sus inicios
Con nuevo nombre retomó su carrera profesional y, su estilo agresivo y coraje a prueba de balas, lo hicieron muy popular. El domingo 4 de noviembre de 1934 –cuando hacía dos años que se había casado con Willa Mae Shony y ya era padre de Lanetta–, enfrentó a uno de los plumas más duros y respetados de la época, el mexicano Alberto Baby Arizmendi, en la Arena Nacional del DF azteca.
Armstrong PPP 10, pero no sería la última vez que chocarían: el martes 1 de enero de 1935, volvió a caer ante el mismo adversario, que le GPP 12 en El Toreo de Cuatro Caminos de la capital mexicana.
Cabe destacar que Arizmendi fue el boxeador más joven de la historia que debutó como profesional. En 1924, siendo un niño de ¡10 años!, ya peleaba por dinero aunque, a su primer combate registrado, lo disputó el 11 de octubre de 1927, a los 13 años, seis meses y 20 días.
El 18 de octubre de 1932, Arizmendi le GPP 10 al ruso-estadounidense Newsboy Brown en el DF azteca y se convirtió en el primer mexicano de la historia en consagrarse campeón mundial, al alzarse con el título pluma (versión California y México).
Además, en 1934 logró el cetro pluma (versión Nueva York) y, en 1935, nuevamente el pluma de California y México. Desde 2004, Baby integra el Hall de la Fama del Boxeo Internacional de Canastota, Nueva York.
Con algo de dinero en los bolsillos, Armstrong regresó a Los Angeles y compró una casa, donde vivía con su esposa, hija, padre y su abuela, Henrietta Chapman quien, en su juventud, sufrió en carne propia el oprobio de la esclavitud. El martes 4 de agosto de 1936, y esta vez en el Wrigley Field de Los Angeles, Armstrong peleó por tercera vez con Arizmendi, a quien le GPP 10.
Sus tres coronas simultáneas
Ya con Eddie Mead como su manager –también lo representaron Wirt Ross y George Moore–, la carrera de Armstrong creció a pasos agigantados. El martes 27 de octubre de 1936, en el Olympic Auditorium de Los Angeles, le GPP 10 a su compatriota Mike Belloise, campeón mundial para la Comisión Atlética de Nueva York pero, como el combate fue a 10 rounds y no a 15, el moreno no fue considerado monarca.
Por su parte, la National Boxing Association (NBA) reconocía como campeón al estadounidense Petey Sarron, quien había derrotado a su zurdo compatriota Freddie Miller el 11 de mayo de 1936. Cuando Belloise fue desposeído del título, Sarron se convirtió en el campeón unificado.
Así, el viernes 29 de octubre de 1937, en el Madison Square Garden –del que se convertiría en su nueva estrella–, Armstrong le GKO 6 (2’36”) a Sarron y, con 24 años, se convirtió en monarca pluma (126 libras o 57,153 kilos), alzándose con el primer cetro de los tres que conquistaría.
El martes 15 de marzo de 1938, Homicida Hank puso 2 a 2 su serie de enfrentamientos con Arizmendi (le GPP 10 en el Olympic Auditorium de Los Angeles) y, como le costaba dar la categoría pluma –ya que Armstrong era un liviano natural, cuyo límite es de 135 libras o 61,235 kilos–, su próxima meta fue el título mundial welter.
El campeón de las 147 libras o 66,678 kilos era otro monstruo que quedó en la historia, el estadounidense Barney Ross (se llamaba Beryl David Rosofsky, y que se coronó en liviano, welter junior y welter). El martes 31 de mayo de 1938, en el Long Island Bowl de Queens, un estadio dependiente del Madison y, en una de las mejores peleas de su trayectoria, Armstrong le GPP 15 (unánime) a Ross. Así, ya era el monarca de dos divisiones al mismo tiempo pero, aún, le faltaba reinar en otra.
El miércoles 17 de agosto de 1938, el Madison neoyorquino fue el escenario de la consagración del moreno como campeón liviano (135 libras o 61,235 kilos), al GPP 15 (dividido) al estadounidense Lou Ambers (su nombre real era Luigi Giuseppe D’Ambrosio) tras una dura batalla.
Así, el mundo era testigo de que un púgil, en la época en que solo había ocho divisiones, ¡reinaba simultáneamente en tres! Hoy, con 17 categorías, las entidades mundialistas no lo permiten. Insólito, absurdo e inentendible.
Armstrong renunció al título pluma y expuso el welter ante el filipino Ceferino García, inventor del bolo punch y que popularizó el inolvidable cubano Kid Gavilán (cuyo nombre real era Gerardo González). Fue el viernes 25 de noviembre de 1938, en el Madison y, 11 días después de GPP 15 (unánime) al asiático, el lunes 5 de diciembre le GKOT 3 a Al Manfredo en Cleveland.
Este ritmo de combates se prolongó en 1939, donde realizó 12 peleas (y totalizó 87 rounds), incluida la defensa ante Baby Arizmendi del martes 10 de enero de ese año, cerrando 3 a 2 su duelo con el valiente azteca, a quien le GPP 10 en el Olympic Auditorium de Los Angeles.
El martes 22 de agosto de 1939, en el Yankee Stadium neoyorquino, Armstrong PPP 15 (unánime) ante Lou Ambers y resignó la corona liviana en la octava defensa de la misma. Era la primera derrota que sufría desde que PDesc 8 ante Tony Chávez el jueves 3 de diciembre de 1936 en el Municipal Auditorium de Saint Louis, Missouri. Hasta la revancha con Ambers, su racha había sido de 46-0 (39 ko). Formidable.
Siete semanas después, expuso el cetro welter ante Al Manfredo, a quien le GKOT 4 en el Riverview Park de Des Moines. Y no solo eso, en octubre de 1939 defendería el título ¡cinco veces! (el 9, 13, 20, 24 y 30) y, el 11 de diciembre, lo retuvo nuevamente al GKO 7 (1’19”) a Jimmy Garrison en Cleveland.
El viernes 1 de marzo de 1940, Armstrong fue al Gilmore Stadium de Los Angeles por su cuarta corona en otras tantas categorías. Intentó convertirse monarca mediano (160 libras o 72,574 kilos) ante Ceferino García: pesó ¡64,500 kilos! y le dio 5 de ventaja al filipino. Si bien empataron en 10 rounds, todos recuerdan que el fallo lo perjudicó: hasta los periodistas al borde del ring abuchearon la decisión de los jueces y del árbitro, George Blake.
Decepcionado, Armstrong continuó defendiendo la corona welter. Pero, tantos combates –hizo 23 peleas titulares en dos años y medio–, terminaron por pasarle una factura que no pudo pagar.
El viernes 4 de octubre de 1940, el Madison vio cómo uno de sus boxeadores predilectos perdía su condición de campeón mundial: el estadounidense Ferdinand (Fritzie) Zivic, quien pasó a la historia como el monarca más perdedor en el profesionalismo (con 65 derrotas en 230 combates), le GPP 15 (unánime), incluso derribándolo en el último asalto.
Tres meses y 13 días más tarde, el viernes 17 de enero de 1941, Zivic volvió a derrotar a Armstrong en el Madison pero, esta vez, le GKOT 12. Así, la época de gloria del excepcional moreno había llegado a su fin.
Un logro único
Su legado es incomparable: Henry Armstrong defendió ¡20 veces! su título welter entre el 25 de noviembre de 1938 y el 4 de octubre de 1940. Absolutamente nadie, en ninguna división, expuso tantas veces su corona en tan corto tiempo. El formidable Joe Louis (su verdadero nombre era Joseph Louis Barrow) la puso en juego 25 veces en pesado –récord aún imbatido en la máxima categoría–, pero entre 1937 y 1948.
Por los brillantes e irrepetibles logros de este extraordinario moreno, el inolvidable Amílcar Oreste Brusa –palabra autorizada si las había– absolutamente siempre sostuvo que Armstrong fue el mejor boxeador de todos los tiempos.
Asimismo, tres púgiles estadounidenses conquistaron tres títulos mundiales en la década de 1930, aunque solo Armstrong fue tricampeón simultáneamente (en pluma, welter y liviano). Tony Canzonieri, monarca pluma en 1928, lo fue también en liviano dos veces (entre 1930 y 1936) y welter junior (1931-1932). Además, Barney Ross se coronó en las categorías liviano, welter junior y welter, entre 1933 y 1938.
Sus últimos años
Armstrong anunció su retiro pero, acuciado por las deudas (había malgastado ganancias por más de medio millón de dólares), regresó a la actividad 18 meses más tarde. Hizo algunas exhibiciones benéficas a fin de recaudar fondos para la guerra que afrontaba Estados Unidos y, después, volvió al ritmo que lo caracterizó.
En 14 meses, entre junio de 1942 y agosto de 1943, disputó 27 peleas, de las que ganó 23. Entre ellas, se dio un gran gusto: el lunes 26 de octubre de 1942, le GPP 10 (unánime) a su verdugo, Fritzie Zivic, en el Civic Auditorium de San Francisco.
El viernes 27 de agosto de 1943, en Nueva York, PPP 10 (unánime) ante el fenomenal Ray Sugar Robinson (se llamaba Walker Smith, Jr.) quien, en todo momento, evitó humillar a la leyenda en que Armstrong se había convertido.
En 1944 disputó 19 peleas más, con solo dos derrotas y, el miércoles 14 de febrero de 1945, colgó definitivamente los guantes tras PPP 10 con Chester Slider (quien lo derribó en el 3º asalto) en el Auditorium de Oakland, California.
Homicida Hank tenía 32 años y, entre 1931 y 1945, había disputado 181 combates, con un récord de 151-19-9-2 S/D (101 ko). Solo en la revancha con Zivic y en su debut ante Iovino, no había logrado llegar a la campana final. Sin ninguna duda, un auténtico grande.
Tras superar ciertos problemas de alcoholismo, en 1951 fue ordenado pastor de la iglesia bautista Morning Star (Estrella de la Mañana). Para ayudar a niños carenciados, creó la Henry Armstrong Youth Foundation en Los Angeles y financió esta organización con las ganancias de los dos libros que escribió: “Twenty years of poems, moods and meditations” (“20 años de poemas, estados de ánimo y meditaciones”, en 1954), y su autobiografía, “Gloves, glory, and God” (“Guantes, gloria, y Dios”, en 1956).
Pasó los restantes 37 años de su vida predicando el Evangelio y, en la última etapa de la misma, lidió con distintos problemas de salud, entre ellos cataratas y una incipiente demencia senil.
Hasta que, el lunes 24 de octubre de 1988, uno de los más grandes púgiles de todos los tiempos (que en 1990 ingresó al legendario Hall de la Fama del Boxeo Internacional de Canastota, Nueva York) murió a los 75 años en Los Angeles debido a una falla cardíaca y, sus restos –junto con los de su cuarta y última esposa, Gussie Henry, con quien se había casado en 1978, y que murió en 2005, a los 91–, descansan en el cementerio Angelus Rosedale (también conocido como Rosedale Memorial Park) de dicha ciudad californiana.
Además de Canastota, la extraordinaria carrera de Armstrong fue inmortalizada en el Salón de la Fama de los Deportes de Missouri (1966), en el Hall de la Fama de los Atletas Negros (1975), en el Hall de la Fama de St. Louis (2009), en el Salón de la Fama de los Deportes de Mississippi (2010), e integra la lista de los 100 atletas negros más destacados del siglo XX.
El martes 16 de julio de 2019, los concejales de Columbus aprobaron por unanimidad llamar seis cuadras del centro de la ciudad natal del inolvidable púgil, desde Main hasta la Seventh Avenue, como Hernry Armstrong Way.
Por su parte, Edward Scott, Jr., nieto del legendario boxeador, quien actualmente preside la Fundación Henry Armstrong, una organización sin fines de lucro creada en 2005 y con sede en Los Angeles, fue quien propuso este homenaje para su abuelo.
También está en carpeta un documental para honrar su memoria y, en la calle renombrada de Columbus, aspira a inaugurar una estatua de Armstrong. "Se lo merece", dijo Scott, Jr. "Ningún otro boxeador hizo lo que él hizo, y ningún otro boxeador lo hará".
Temas