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Deportes River | Racing | Gustavo Bou

Fue goleador de River y Racing, pero tras el retiro profesional hizo un cambio rotundo de vida: "Soy albañil.."

Ya retirado del fútbol profesional, un ex River y Racing apareció nuevamente en las canchas en la Copa Entre Ríos. Además, levanta paredes.

Con pasado en River Plate y Racing Club, Gustavo Bou volvió a ponerse los botines en la Copa Entre Ríos mientras cumple múltiples funciones en Defensores de Barrio Nebel, el club que hoy lo tiene como referente total. A continuación todos los detalles.

A más de un año de anunciar su retiro, la Pantera regresó a las canchas para jugar la Copa Entre Ríos con Defensores de Barrio Nebel de Concordia, el club amateur donde además cumple un rol dirigencial clave.

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De gritar goles a levantar paredes: la nueva vida de Gustavo Bou

“Este debut para mí fue más emocionante que haber jugado incluso la Copa Libertadores”, confesó Gustavo Bou, en diálogo con Cdelusports. La frase resume el momento personal que atraviesa el exdelantero, hoy completamente involucrado en el día a día de la institución entrerriana.

Su realidad actual dista mucho de la que vivió en el profesionalismo. El ex Ruver y Racing no solo integra el plantel, sino que también se hace cargo de tareas que exceden largamente lo futbolístico. “Hoy soy jugador, utilero, presidente, albañil y todo aquello que haga falta en el club”, explicó, dejando en claro el compromiso que asumió con Defensores de Barrio Nebel.

Gustavo Bou
Gustavo Bou disputó 368 partidos oficiales, convirtió 128 goles y dio 59 asistencias.

Gustavo Bou disputó 368 partidos oficiales, convirtió 128 goles y dio 59 asistencias.

En los últimos días, además, se viralizaron imágenes que muestran esa faceta menos conocida: se lo vio trabajando codo a codo con otros colaboradores en tareas de mantenimiento y construcción dentro del predio. Según detallaron medios locales, participa activamente en el cerramiento del club y en la obra del muro perimetral, un paso clave para el crecimiento institucional.

Hoy, sin contratos millonarios ni estadios llenos, la Pantera encontró otra forma de vivir el fútbol: desde el esfuerzo cotidiano, el compromiso barrial y la pasión intacta por el juego. Un cambio de escenario, pero no de esencia.