La dirigencia de Unión atraviesa días decisivos en medio de la ilusión deportiva por el presente en el Torneo Clausura 2025, donde el equipo se juega todo en los octavos de final. Mientras el plantel se enfoca en la competencia del próximo lunes contra Gimnasia de La Plata, el club está a punto de anunciar una de las decisiones institucionales más relevantes de la última década: la compra de Casasol, que pasará a llamarse Casa Unión.
El acuerdo con la familia Malvicino está cerrado y marcará un antes y un después para el fútbol profesional tatengue, que hace años adoptó ese predio como su base operativa principal.
CASASOL UNION
As+i se encuentra el cartel de la entrada a Casasol, que pasará a llamarse Casa Unión una vez se haga el anuncio oficial.
De Casasol a "Casa Unión": un predio que ya funciona como un centro de alto rendimiento
Casasol dejó de ser solo un espacio de entrenamiento. El complejo reúne canchas en excelente estado —incluso comparables o superiores a la del estadio 15 de Abril— y sectores adaptados a la planificación moderna, convirtiéndose en un punto estratégico para el plantel de Leonardo Madelón y para la Reserva, que trabaja bajo la conducción de Nicolás Vazzoler.
Por su infraestructura y por su peso en el día a día, la dirigencia considera imprescindible que, de una vez por todas, el predio pase a formar parte del patrimonio institucional. En las últimas semanas, desde el club se dejaron señales claras. El presidente Luis Spahn lo reconoció públicamente.
Si se confirma en los próximos días, la compra del predio será uno de los movimientos estructurales más importantes para Unión en muchos años. Esto le permitirá planificar el crecimiento deportivo con un patrimonio propio y consolidar un espacio clave para el presente y el futuro del club.