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Deportes Carlos Bilardo | Medicina | UBA

Bilardo: "Cuando estudiaba vivía para la carrera, tenía a los profesores más exigentes"

El DT campeón mundial con la selección argentina ejerció como médico ginecólogo, poco tiempo antes de firmar por Estudiantes de La Plata, donde lo ganó todo.

Carlos Bilardo alcanzó el anhelo de "mi hijo, el doctor" con el que soñaban María y Calógero Bilardo. Porque si bien en la casa familiar del barrio de La Paternal no estaban acostumbrados a los lujos, mamá y papá querían que los hijos estudiaran, además, claro, de alimentar esa pasión por la pelota que sentían desde la cuna tanto Jorge como Carlos.

Este último ingresó a la Facultad de Medicina de la UBA en 1957, cuando ya formaba parte de la reserva de San Lorenzo. Con lo que ganaba como futbolista "bancaba" los estudios y, en unos años -pensaba- abriría un consultorio en el barrio, cerca de la mueblería paterna.

En su libro "Doctor y campeón" (Editorial Planeta), el otrora DT la selección recuerda que "cuando entré, a los 19 años, me ponía a estudiar a las 9 de la noche, después de escuchar en la radio a 'Los Pérez García', que era como ver hoy a Tinelli. Le daba hasta las 6 de la mañana... Me daba cuenta de la hora porque vivía cerca de la fábrica de cigarrillos Particulares y se escuchaba la sirena cuando entraban a trabajar".

https://twitter.com/Pasionazucarera/status/842340835035353088

Bilardo priorizó los estudios al fútbol, a pesar de que había sido convocado para el seleccionado argentino que compitió en los Juegos Olímpicos de Roma 1960. Y para dedicarle más tiempo dejó San Lorenzo -y la exigencia de un club de Primera- para pasar a Deportivo Español, que entonces estaba en la B.

"Cuando estudiaba Medicina vivía para la carrera -continúa en su libro-. Tenía a los profesores más exigentes. No perdonaban nada y por eso fueron grandes. En toda la carrera reprobé una sola materia: Farmacología. Tenía que saber dosis, vía de administración, indicaciones y contraindicaciones. Me equivoqué en la dosis de un medicamento y no me dieron más oportunidades. 'Afuera', me dijeron".

Bilardo hizo las prácticas de Medicina también en su zona, en el Hospital Álvarez, a unas diez cuadras de la casa familiar. "Cuando no tenía pacientes me iba con los doctores a patear en la cancha de tierra que tenía el hospital y, a la noche, si tenía guardia, las enfermeras me avisaban si había camas libres para que pudiera dormir un rato. Con mucho sacrificio, logré recibirme en 1964".

Carlos Salvador eligió la especialidad de ginecología pero ejerció muy poco tiempo porque al firmar su incorporación a Estudiantes de La Plata comenzó su época más exitosa como jugador. De todos modos jamás renegó de sus años en la UBA porque para él estudiar era clave en la vida, pensamiento que también inculcó a Daniela, su única hija, que es abogada.

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En "Doctor y campeón", Bilardo recuerda que lo que más le gustaba era ayudar al cirujano en el quirófano. "Pero después no quise saber más nada. Ahora tenés miles de recursos, pero antes era bravo, muy bravo. Es como dijo Favaloro: 'Si no estudié el domingo, me atrasé'. En medicina es así, si no vas un mes a un sanatorio, cuando volvés te enloquecés. Hace poco me invitaron a dar una charla en el Aula Magna de la Facultad de Medicina de la UBA, me dijeron que iban a ir alrededor de 300 pibes, pero yo le dije al que organizaba: '¿Sabés cuál es el problema? ¡Yo no puedo hablar en el Aula Magna, ahí daba clases Houssay, ahí aprendí con los número uno! ¡Buscame un baño, una pieza, lo que quieras pero al Aula Magna no voy!' Entonces, me pusieron en un aula más chica porque si no, no iba".

Ese es Bilardo, un hombre mundialmente triunfador en el deporte que nunca dejó de valorar la importancia de la educación pública.

FUENTE: Télam