La posibilidad de un asteroide dirigiéndose hacia la Tierra, con el potencial de poner en peligro a la humanidad, parece más propia de una película de ciencia ficción que de la realidad. Sin embargo, ante la remota, pero real posibilidad de un escenario así, la NASA ha diseñado un plan meticuloso para abordar una situación de este calibre.
La agencia espacial estadounidense ha revelado que está revisando detenidamente sus protocolos de contingencia en caso de un evento cósmico catastrófico. El Dr. Kelly Fast, experto en defensa planetaria, enfatiza la importancia de detectar y monitorear asteroides potencialmente peligrosos antes de que representen una amenaza real para nuestro planeta. En sus propias palabras, "es fundamental encontrar estos cuerpos celestes antes de que nos encuentren a nosotros, y estar preparados para intervenir si es necesario".
La NASA rastrea el espacio en busca de asteroides
La Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria de la NASA está activamente comprometida en rastrear el espacio en busca de posibles asteroides que puedan suponer una amenaza para la Tierra. Mantener una vigilancia constante del cosmos es crucial para anticipar cualquier riesgo potencial y tomar medidas proactivas para proteger nuestro hogar planetario.
La NASA se prepara para un posible impacto de un asteroide
El experto detalló el proceso de preparación necesario para abordar una situación de este tipo, destacando la importancia de identificar los asteroides potencialmente peligrosos antes de que representen una amenaza real para nuestro planeta. Según sus palabras, "el impacto de un asteroide es el único desastre natural que podría ser evitado", subrayando así la necesidad de mantener un control activo sobre estos objetos celestes.
La Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria de la NASA respalda iniciativas para descubrir asteroides y calcular sus trayectorias en el futuro distante. El Dr. Fast explicó que si se identifica una amenaza de impacto de asteroide con años o décadas de anticipación, existe la posibilidad de realizar una misión de desviación. Sin embargo, enfatizó que la primera tarea en defensa planetaria es detectar y monitorear estos asteroides de manera efectiva.
En caso de que se confirme una amenaza de impacto, la NASA emitiría una notificación oficial, inicialmente dirigida al gobierno del país afectado, antes de extenderla a nivel global y comunicarla a las Naciones Unidas. Según los protocolos actuales, si el asteroide se encuentra a años de distancia, se intentaría desviarlo para evitar el impacto. Sin embargo, si el plazo es de menos de cinco años antes del impacto previsto, se consideraría la opción de destruir el asteroide en lugar de desviarlo.
Las pruebas realizadas
En el año 2022, la NASA llevó a cabo la misión Prueba de Redirección de Doble Asteroide (DART), en la cual hizo estallar un asteroide en el espacio profundo. Esta iniciativa tenía como objetivo poner a prueba la viabilidad de desviar asteroides potencialmente peligrosos antes de que representen una amenaza para la Tierra. El experimento científico, que contó con un presupuesto de 324 millones de dólares, arrojó resultados prometedores al determinar el impulso necesario para desviar el asteroide en caso de un impacto inminente.
Durante la misión, la nave DART colisionó deliberadamente con el asteroide Dimorphos, una luna de un planeta menor conocido como Didymos. Aunque Dimorphos no representaba una amenaza para la Tierra en ese momento, se trató de una simulación exitosa para probar la capacidad de la tecnología espacial para alterar la órbita de un objeto espacial. El asteroide se encontraba a unos 11 millones de kilómetros de nuestro planeta en el momento del impacto, lo que garantizaba la seguridad terrestre durante el experimento.
Los resultados del experimento DART fueron alentadores, ya que lograron reducir la órbita de Dimorphos en un tiempo significativo. Aunque el objetivo inicial era reducir la órbita en 73 segundos, el impacto de la nave DART logró acortarla en 32 minutos, lo que indica un éxito notable en la capacidad de la tecnología espacial para mitigar el riesgo de impacto de asteroides.
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