Camila Lattanzio se quedó a un paso de la final de Gran Hermano. Este domingo abandonó la casa tras un mano a mano telefónico contra Romina Uhrig y el público prefirió que fuera la exdiputada quien peleara por los 15 millones de pesos, más los intereses y una casa prefabricada.
Desde que Santiago del Moro le comunicó que debía irse, todas furon pálidas para la cantante. Primero, escuchó los terribles gritos de la tribuna. "Tomátelas, tomátelas", le dijeron. Por otra parte, al llegar al estudio sufrió un pequeño percance que arruinó su noche: se le rompió el taco de la bota e ingresó a saludar a sus familiares en puntitas de pie.
Como si fuera poco, la gente la empezó a silbar y se sintió bastante incómoda. Peor habrá sido su sensación cuando su hermana le comentó que los votos en contra de Romina no entraban, lo que confirma un fraude de parte de la producción.
Discriminación en Gran Hermano: Romina Uhrig le negó un vaso de leche a Camila
Romina Uhrig le negó un vaso de leche a Camila Lattanzio y desató una ola de críticas en las redes sociales, ya que la joven tuvo que hacerse un licuado con agua y crema. Sin embargo, sí le dio una taza llena a Julieta Poggio, que quería un café.
El video del momento se viralizó en las redes sociales y generó indignación, ya que no es la primera vez que la acusan de esconder alimentos o mezquinarlos. Días atrás pidió que no le usaran el queso rallado, pero La Tora hizo oídos sordos y lo puso en la mesa para compartir con el resto de sus compañeros.
Pese a la cantidad de encuestas que la daban como la últimina eliminada del reality, la exdiputada continúa en carrera y pelea por los 15 millones de pesos, los intereses generados en MercadoPago y una casa prefabricada. En la recta final la acompañan Nacho Castañares, su amiga Julieta Poggio y Marcos Ginocchio, el candidato a consagrarse.
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