Latin NCAP es el organismo encargado de probar la seguridad de todos los automóviles que circulan por Latinoamérica. A partir de un protocolo que estipula las exigencias y demandas a las cuales se someterá el coche, la puntuación del crash test se divide en estrellas de 0 a 5, siendo esta última la máxima calificación. Con más de una década de recorrido, el organismo se convirtió en una referencia para elogiar o denunciar lo que hacen algunas automotrices en esta región del mundo.
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Toyota Yaris: una estrella en seguridad
El primero de los modelos sometidos a prueba en esta ocasión fue el Toyota Yaris, un clásico global de la firma japonesa que se fabrica en Brasil y Tailandia. Con un equipamiento estándar ajustado de dos bolsas de aire únicamente y control de estabilidad, la configuración que arriba a nuestro país dispone de 7 airbags de serie, lo cual implica una mejora sustancial en protección pasiva.
El informe oficial del organismo señala que el hatch o sedán, aplica para ambos, con el equipamiento de seguridad antes mencionado, obtuvo la calificación de una estrella a partir del nuevo protocolo de 2020. En Protección de Ocupante Adulto logró un porcentaje de 41%, en Protección de Ocupante Infantil 64%, en Protección a Peatones 62% y en Sistemas de Asistencia a la conducción, 42%. Esto implica una reducción de estrellas importante frente a las cuatro que había obtenido el modelo en la prueba de choque anterior.
Según informa Latin NCAP, técnicamente la protección ofrecida a la cabeza y cuello del conductor y acompañante fue buena. La protección en el pecho del conductor y las rodillas de ambos pasajeros fue marginal, mientras que para el pecho del acompañante fue buena. Además, la estructura del habitáculo fue considerada como inestable y no es capaz de soportar mayores cargas.
En el impacto lateral, la cabeza, el abdomen y la pelvis obtuvieron protección buena y adecuada, con números correctos. La preocupación corre por la apertura de la puerta trasera ante el impacto, motivo por el cual el vehículo también perdió puntos. Finalizando, el ESP cumplió con los requerimientos del organismo y la protección contra el latigazo cervical ofrecida por los asientos fue marginal.
Desde Latin NCAP destacaron “Este modelo ofrece equipamiento opcional en algunos países de América Latina que potencialmente contribuiría a un mejor desempeño y podría haberse convertido en estándar en toda la gama del modelo. Pero debido a la decisión de Toyota en México se afectó negativamente la estandarización de equipamiento clave para mejorar el resultado del Yaris. Toyota se negó a evaluar el equipamiento opcional para mostrar su desempeño lo que abre cuestionamientos sobre la efectividad de los mismos”.
Suzuki Baleno: cero estrellas en seguridad
El segundo exponente en las pruebas de choque fue el Suzuki Baleno, otro modelo global de la firma japonesa que proviene específicamente desde La India y es importado de allí para toda Latinoamérica. Con un equipamiento estándar que varía en muchos mercados del continente, la unidad probada no contaba con control de estabilidad y solamente dos bolsas de aire. El mismo modelo es vendido en Argentina con seis airbags y controles electrónicos de serie, esto implicaría una nota superior en seguridad.
El informe oficial del organismo señala que el hatch con equipamiento de seguridad antes mencionado, obtuvo la calificación de cero estrellas a partir del nuevo protocolo de 2020. En Protección de Ocupante Adulto logró un porcentaje de 20%, en Protección de Ocupante Infantil 17%, en Protección a Peatones 64% y en Sistemas de Asistencia a la conducción, 7%.
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En el impacto frontal, las protecciones fueron buenas y adecuadas para cabeza, pecho y cuello de los ocupantes. Las rodillas de ambos obtuvieron una protección marginal, pudiendo impactar con estructuras peligrosas de la zona del tablero. En cuanto al choque lateral, las calificaciones fueron justas, sin embargo la protección pobre para el pecho del ocupante derivó en una puntuación de 0 puntos. Cabe destacar que la zona de los pies y la estructura en sí del vehículo fueron consideradas como estables.
Desde Latin NCAP destacaron que "el Baleno era vendido en Europa con 6 bolsas de aire y Control Electrónico de Estabilidad (ESC) como estándar, mientras que el modelo vendido en América Latina no ofrece bolsas de aire laterales de cuerpo y de cabeza ni ESC como estándar. Suzuki se negó a evaluar el equipamiento opcional para mostrar su desempeño lo que abre cuestionamientos sobre la efectividad de los mismos”.
Las palabras de Latin NCAP
Alejandro Furas es el secretario general del organismo. Ante una nueva entrega de resultados, exclamó: “Latin NCAP exhorta a Toyota y Suzuki a mejorar significativamente el equipamiento de seguridad estándar de estos modelos lo antes posible y someterlos a evaluación para demostrar las posibles mejoras. La seguridad básica de los vehículos, que se da por sentado en mercados maduros, es un derecho que los consumidores latinoamericanos deben exigir sin tener que pagar más por ello.”
Entrega completa de los resultados de Latin NCAP
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