Desde el último fin de semana de octubre de 2022, Mercurio transita por el signo de Escorpio junto con el sol y Venus, profundizando las energías de transformación que viene a movilizar este poderoso signo de agua. Mercurio facilita allí la mirada más profunda e incómoda sobre nuestros vínculos con los demás, habilita una especie de sexto sentido y permite potenciar nuestro costado más intuitivo.
Mercurio entró en Escorpio el 29 de octubre y se quedará en ese signo hasta el 16 de noviembre.
Después de transitar por Libra, donde la diplomacia y la belleza eran el centro, Escorpio nos introduce en nuestras sombras. La mente se vuelve más sutil, preparándose para indagar sobre cuestiones que generalmente mantenemos ocultas.
Mercurio es el planeta vinculado con la mente y la forma en que nos expresamos, está relacionado con los vínculos y el intercambio con el otro. Con Mercurio en Escorpio se agiganta nuestra antena para percibir lo no dicho, lo secreto o guardado.
Esta energía del cielo es ideal para escudriñar e indagar sobre cuestiones familiares que necesitan sanar, quizás muchas de ellas arrastradas de generación en generación. En el plano de las relaciones cercanas también podría ayudarnos a develar asuntos que venimos guardando y que necesitan salir a la luz.
Puede que revisemos reacciones más instintivas, celos, envidias, temas no resueltos en la vida en pareja. Y no nos debería sorprender si en estos períodos salen a la luz engaños, estafas o temas de dinero de procedencia no muy clara.
Si bien todos los signos pueden sentir esta influencia, probablemente quienes la experimenten con mayor intensidad sean los signos de la cruz fija, esto es Escorpio, Tauro, Acuario y Leo. También pueden sentirla especialmente Géminis y Virgo, por ser los signos regidos por Mercurio.
Mercurio y los tránsitos más importantes de noviembre
En sintonía con el eclipse del 8 de noviembre, Mercurio estará haciendo oposición con el nodo norte y Urano, ambos en Tauro, y una cuadratura con Saturno durante esa semana. Estos aspectos pueden profundizar la necesidad de un cambio, de desprendernos de aquellos pensamientos que no nos permiten continuar el camino evolutivo y abrirnos a lo nuevo, aunque internamente podamos sentir que una parte nuestra se resiste.
El 12 de noviembre habrá un trígono entre Mercurio y Neptuno, ambos en signos de agua, permitiendo que fluya con facilidad nuestra imaginación e intuición. La cabeza deja paso al corazón.
El viaje hacia las profundidades de nuestro ser y la exploración de nuestras sombras estará mucho más potenciado cuando este Mercurio haga otro aspecto armónico con Plutón, regente de Escorpio.
Luego la energía se relaja, cuando el 16 de noviembre el planeta de la mente ingrese en Sagitario, abriendo el camino hacia la expansión del conocimiento, en busca de un desarrollo espiritual más elevado.
