Este martes 26 de julio se cumplen 70 años de la muerte de Eva Perón, ícono de la política argentina y mundial, que al día de hoy suma amores y odios como muy pocos dirigentes en la historia de nuestro país. Está claro que “Evita” no podía pasar desapercibida, y veremos que muchos aspectos de su carta natal astrológica marcaban cualidades que la hacían muy especial.
Por empezar, Eva Perón nació el 7 de mayo de 1919 a las 5 de la mañana en la localidad bonaerense de Los Toldos, producto de una relación por ese entonces considerada “ilegítima” entre Juan Duarte y de Juana Ibarguren.
Esa especie de nebulosa o de confusión familiar está muy presente en su carta natal con la aparición de Neptuno transitando su Casa 4. La condición humilde y austera de la familia también está marcada en su carta astrológica, ya que por la misma Casa 4 –que alude a la familia, el hogar y las raíces- transitaba en ese momento Saturno, planeta asociado, precisamente, con las limitaciones y las estructuras.
Evita nació bajo el sol de Tauro, signo de tierra que le permitió mostrarse tenaz, perseverante y hasta en cierta forma terca, como suelen ser los taurinos y taurinas. Pero por otra parte, su luna es de Leo, un signo de fuego que le pedía a toda costa el reconocimiento de los demás, ser el centro por donde sea que vaya.
Hay ciertos elementos que permiten ver el carácter avasallante de esta dirigente, esposa de Juan Domingo Perón y mujer con peso propio en la política argentina.
Su Ascendente en Aries daba cuenta de la energía de acción, de impulso, que la transformaba en una mujer aguerrida, capaz de llevarse todo por delante sin importar las consecuencias. Frases atribuidas a Evita para comprender esta energía hay miles: “Me tienen sin cuidado los odios y las alabanzas de los hombres que pertenecen a la raza de los explotadores. Quiero rebelar a los pueblos. Quiero incendiarlos con el fuego de mi corazón”.
Pero por si faltara fuego aún, en su carta aparecen en conjunción el sol con Marte -considerado mitológicamente el dios de la guerra-, ambos en la Casa 1, que define la personalidad y lo que ven los demás de cada uno de nosotros.
El gusto por el cine, su pasado artístico y estético están representados por la influencia de Venus en la Casa 2, mientras que su lengua desafiante, poderosa, transformadora junto con su vehemencia aparece con las energías de Plutón y Júpiter en la Casa 3.
La figura maternal que muchos depositaron en Eva Perón frente a un pueblo sufriente, la llamada “madre de los descamisados”, claramente aparece a través de la luna en la Casa 4: contención total hacia los desvalidos.
Y si bien Libra está en la cúspide de la Casa 7 –la que habla de la pareja- lo cierto es que ese ámbito está mayormente dominado por Escorpio, signo asociado fuertemente con el poder o los poderosos.
A esto le sumo un dato más: Urano en la Casa 10 es precisamente el planeta de la revolución y el cambio emplazado en el área de su función social. No hay dudas de que era absolutamente disruptiva y controversial.