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Ambiente | Vaca muerta |

Los impactos ambientales de Vaca Muerta abarcan desde la contaminación del aire a una mayor actividad sísmica

Un informe de la Farn señala los efectos nocivos del fracking y advierte por la escasa información sobre ese tipo de explotación.

Vaca Muerta, la segunda fuente de gas y la cuarta de petróleo no convencional a nivel mundial, ha sido la promesa de desarrollo nacional de al menos los tres últimos gobiernos nacionales. Tanto Cristina como Macri y ahora Alberto han apostado al fracking, un controvertido método de extracción, para vaciar las entrañas de la roca patagónica y abrir el grifo del ingreso de dólares a Argentina, sin prestarle demasiada atención a los impactos ambientales y sociales de una técnica prohibida en varias partes del mundo.

Entre esos efectos está la contaminación del aire, la afectación del suelo, el uso abusivo de agua dulce, los residuos peligrosos que se generan, el crecimiento de la actividad sísmica y los efectos sociales sobre territorios frágiles donde, en muchas ocasiones, también habitan pueblos originarios.

Así se desprende del informe “Efectos, impactos y riesgos socioambientales del megaproyecto Vaca Muerta” elaborado por la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (Farn). En ese trabajo se menciona que los incidentes ambientales en Vaca Muerta se incrementaron junto a la expansión de la actividad para pasar de 863 eventos en 2015 a 868 en 2016; 703 en 2017 y 934 en 2018.

“Se requiere más información ambiental y social para determinar la factibilidad integral del megaproyecto de Vaca Muerta. Abunda el desconocimiento y la desinformación sobre sus posibles impactos sociales, económicos y ambientales”, puntualiza el trabajo.

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Aire y suelo

Vaca Muerta es una formación geológica ubicada sobre la cuenca neuquina que comprende parte de las provincias de Neuquén, Río Negro, Mendoza y La Pampa. Es lo que se denomina una formación “no convencional”, lo que significa que la extracción de hidrocarburos debe hacerse bajo el método de fractura hidráulica o fracking.

Uno de los impactos más relevantes de esto es el incremento de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Según Greenpeace Argentina, las emisiones nacionales se incrementarían en los próximos años para llegar a representar entre el 57 y el 67% de los gases contaminantes en 2030.

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El suelo también se ve muy afectado por el fracking. “La falta de vegetación y los suelos desnudos incrementan la escorrentía, lo que reduce la tasa de infiltración del agua, provocando voladuras, pérdida de fertilidad y estructura del terreno” dice el reporte de la Farn.

También podría afectarse la calidad del agua, lo que puede generar una potencial crisis en una zona naturalmente seca. Según datos oficiales citados por la Fundación, en el periodo 2010-2020 se consumieron más de 23.000 millones de litros de agua dulce y 73,2 millones de litros de aditivos en Vaca Muerta. “Se trata de millones de litros utilizados en la preparación de los fluidos de fractura e inyectados en el subsuelo de la región para fracturar la roca”, se explica.

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En octubre de 2018, Greenpeace y la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (Farn) publicaron imágenes satelitales de un derrame en el yacimiento de petróleo no convencional Bandurria Sur, que integra el complejo Vaca Muerta.

En octubre de 2018, Greenpeace y la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (Farn) publicaron imágenes satelitales de un derrame en el yacimiento de petróleo no convencional Bandurria Sur, que integra el complejo Vaca Muerta.

Mayor sismicidad

La sismicidad está asociada a la inyección de agua y aditivos, ya que la introducción de fluidos en las fallas entre las rocas pueden producir movimientos sísmicos.

Si bien durante los primeros años de la explotación no convencional el tema sísmico no fue parte de la agenda de la región, existen estudios que “presentan evidencias irrefutables sobre el incremento de la sismicidad en coincidencia con la aparición de las operaciones de fracturación hidráulica e inyección de flowback en sitios donde nunca hubo sismicidad percibida por la población” agrega la investigación de la organización ambientalista.

Residuos peligrosos

Finalmente, la gestión de los residuos de la extracción de hidrocarburos ha sido uno de los temas más problemáticos en Vaca Muerta. Esto incluso generó denuncias que están en la órbita de la Justicia federal a raíz de incendios de basurales petroleros “y un notable interrogante acerca del futuro de la gestión integrada de residuos peligrosos, habida cuenta de la problemática que enfrentan no solo las empresas tratadoras de residuos, sino las propias operadoras”.

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