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Las quemas en el Delta del Paraná consumieron más de un millón de hectáreas en los últimos tres años

Según Greenpeace, los incendios forestales son otra forma de cambio de uso del suelo.

Los focos de fuego que esta semana estallaron en zona de islas del Delta del Paraná tanto bajo jurisdicción entrerriana como bonaerense son la continuidad de una larguísima crisis de incendios que, en los últimos tres años, afectó a más de la mitad de este valioso ecosistema, cuya superficie total ronda los 2,3 millones de hectáreas. Estos datos se desprenden del análisis de los reportes que cada semana hace el museo de Ciencias Naturales Antonio Scasso de San Nicolás. Según esa institución desde principios de 2020 hasta el pasado 19 de febrero se registraron alrededor de 86 mil focos de calor (40 mil en 2020, 15 mil en 2021, 26 mil en 2022 y casi 5 mil este año). Se estima que cada foco cubre unas 14 hectáreas, lo que da un total acumulado de 1,2 millones de hectáreas para todo el período, unos 12 mil kilómetros cuadrados o el equivalente a 67 veces la superficie de la ciudad de Rosario.

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En los últimos tres años, el fuego afectó a más de la mitad del Delta del Paraná, cuya superficie total ronda los 2,3 millones de hectáreas.

En los últimos tres años, el fuego afectó a más de la mitad del Delta del Paraná, cuya superficie total ronda los 2,3 millones de hectáreas.

No existen o no se publican datos oficiales sobre superficie quemada desde el gobierno nacional, ni desde los gobiernos provinciales. Hasta el año pasado, existía una base de datos que se actualizaba cada día y que salía publicada en el reporte diario de incendios que elabora el Servicio Nacional de Manejo del Fuego, pero esa información —que de todas formas era muy incompleta— dejó de ser pública.

El país en llamas

Con la novena ola de calor de la temporada estival a la vuelta de la esquina, son muchas las provincias argentinas que en los últimos días están siendo afectadas por incendios forestales. Así consta en el último reporte sobre incendios emitido desde el ministerio de Ambiente de la Nación, que da cuenta de incendios activos o controlados en Corrientes, Entre Ríos, Buenos Aires, San Luis, Mendoza, La Pampa, Río Negro y Chubut.

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Además del Delta del Paraná, otro ecosistema fuertemente afectado por las llamas son los Esteros del Iberá.

Además del Delta del Paraná, otro ecosistema fuertemente afectado por las llamas son los Esteros del Iberá.

Además del Delta del Paraná, otro ecosistema fuertemente afectado por las llamas son los Esteros del Iberá, donde durante el año pasado se quemaron más de un millón de hectáreas, uno de los más grandes incendios de los que se tenga registro en la zona. En lo que va de 2023, ya se incendiaron unas 76 mil hectáreas más en la provincia de Corrientes.

Los Esteros del Iberá son ecosistemas fundamentales para la absorción del dióxido de carbono de la atmósfera y son grandes aliados para enfrentar el cambio climático.

Sequías y fuego, dos caras de la crisis climática

Este año comenzó con el 55% del país con falta de agua en el suelo, lo que representa 1,64 millones de kilómetros cuadrados afectados por sequía en algún grado, según los últimos informes del Sistema de Información sobre Sequías para el sur de Sudamérica (SISSA).

En un contexto de crisis climática, sequías como la actual generan efectos más devastadores y prolongados. Según Greenpeace “el fuego se vuelve más frecuente y achican los márgenes de respuesta frente a sus impactos”.

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Se estima que un 95% de los incendios forestales son producidos por la mano del hombre.

Se estima que un 95% de los incendios forestales son producidos por la mano del hombre.

Para la organización “en los últimos tres años aumentaron significativamente los incendios forestales, según lo relevó nuestro informe Deforestación en el Norte de Argentina, con Chaco y Santiago del Estero como las dos provincias que lideran el ranking de tala y quema de bosques”.

Detrás de la devastación de bosques y pastizales, las razones suelen ser la negligencia o la especulación. Se estima que un 95% de los incendios forestales son producidos por la mano del hombre, siendo dentro de estos los principales escenarios fogatas y colillas de cigarrillos mal apagadas, el abandono de tierras, la preparación de áreas de pastoreo con fuego.