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Política Alberto Fernández |

Los puntos clave del primer discurso de Alberto Fernández

Habló en todo momento de la unidad y adelantó cuáles serán las primeras medidas que adoptará su gobierno.

Alberto Fernández abrió y cerró su primer discurso como presidente de la Argentina de la misma manera: recordando la figura y las palabras de Raúl Alfonsín, el primer político argentino capaz de derrotar al peronismo en elecciones abiertas y transparentes.

Seguramente no fue casualidad. Desde su aparición en público al abandonar su departamento en Puerto Madero, en el recorrido hacia el Parlamento y en cada párrafo de su discurso, Alberto Fernández intentó dar un mensaje de unidad y de sobriedad.

Manejó su propio automóvil en mangas de camisa, se esmeró para saludar con la misma sonrisa a propios y extraños, aplaudió a Mauricio Macri cuando su nombre fue mencionado e insistió, una y otra vez, en la necesidad de acabar con la grieta.

Incluso antes de su llegada al Parlamento, no pasó desapercibido que la locutora oficial se refiriera a su figura como “el presidente electo de la unidad de los argentinos”.

El único instante en el que se percibió algo de tensión durante el acto de traspaso de mando, fue cuando Cristina Fernández miró hacia otro lado en el momento en que Macri le tendía la mano.

A diferencia de lo que hizo su antecesor durante su primer discurso como presidente, Alberto Fernández realizó un pormenorizado detalle de los números de una economía en evidente estado de crisis: la inflación más alta en 28 años, la tasa desocupación más alta desde 2006, el PBI más bajo desde 2009, los niveles de pobreza más altos desde 2008, los niveles de indigencia de 2010, la mayor deuda pública en relación al PBI desde 2004, el mismo nivel de producción industrial que en 2006.

Habló de “los muros” que separan a los argentinos y dijo que es hora de derribarlos. Hizo hincapié en superar “los muros emocionales” para ser capaces de “convivir en las diferencias”, más allá de las opiniones, ideas y manifestaciones.

“Apostar a la fractura y a la grieta es apostar a que esas heridas sigan sangrando… Lo expreso tanto a quienes me votaron, como a los que no lo hicieron. Quiero ser el presidente capaz de descubrir la mejor faceta de quien piensa distinto a mí”, insistió.

Alberto Fernández hizo especial énfasis en su relación con los las provincias. Tampoco éste parece ser un dato menor. Seguramente, en el juego interno de poder de la coalición peronista, los gobernadores jugarán un rol preponderante para el nuevo presidente.

Otro dato importante es que, en medio de las especulaciones relacionadas con los vínculos entre Fernández y su par par brasileño, Jair Bolsonaro, el nuevo presidente argentino dedicó a Brasil un párrafo de su discurso: “Con la República Federativa de Brasil particularmente tenemos para construir una agenda ambiciosa, innovadora. Más allá de cualquier diferencia personal de quienes gobiernan en la coyuntura”.

Se sabe que numerosos exfuncionarios del kirchnerismo seguramente siguieron por televisión, y desde la cárcel, el acto de asunción del nuevo presidente. Si bien Alberto Fernández no se refirió a ellos de manera explícita, existieron dos tramos esenciales de su discurso que, de una manera u otra, los involucra.

Por un lado, hizo particular hincapié en que trabajará para que exista “absoluta transparencia en el manejo de los recursos para la obra pública. Los ciudadanos podrán acceder a toda la información, a los costos, licitaciones, avances de obras, para denunciar irregularidades” en caso de que aparezcan.

Por otro lado, habló del Poder Judicial. Insistió en la necesidad de que los jueces no decidan de acuerdo a los “vientos de la política” y adelantó que en los próximos días enviará un conjunto de leyes de reforma integral del sistema federal de Justicia.

Estos son los anuncios centrales del discurso de Alberto Fernández:

- Lanzamiento de un Plan Argentina contra el Hambre.

- Un sistema masivo de créditos no bancarios que brinde préstamos a tasas bajas.

- No habrá tratamiento parlamentario del Proyecto de Presupuesto 2020 elaborado por la administración saliente.

- Pago de la deuda con el FMI y con acreedores privados en la medida en que el crecimiento de la economía lo permita.

- Convocatoria a todos los sectores económicos y sociales para alcanzar acuerdos en la emergencia.

- Creación de un Consejo Económico y Social para el Desarrollo, con autoridades con aval parlamentario y cuyos mandatos trasciendan al del presidente.

- Descentralización de organismos administrativos federales hacia las provincias.

- Plan de obras públicas en todo el país.

- Plan de construcción de viviendas.

- Envío de paquete de leyes de reforma del sistema federal de Justicia.

- Intervención de la Agencia Federal de Inteligencia.

- Reorientación de la pauta publicitaria oficial en los medios de comunicación, para que sea destinada a mejorar la calidad educativa.

Finalmente, Alberto Fernández pidió la solidaridad de los sectores más favorecidos en esta economía en crisis. No avanzó demasiado en este sentido, pero se sabe que el nuevo presidente tiene pensado incrementar la presión sobre ciertos impuestos: “Les pedimos un mayor aporte para quienes están pasándola mal”.

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