Papa Francisco, quien supo marcar una bisagra en la historia contemporánea del Vaticano, saludó a miles de fieles el pasado domingo desde la Plaza San Pedro, apenas unas horas antes de que se conociera su fallecimiento.
Mario Sosa, oriundo de Santa Fe, estaba en Roma por motivos personales y decidió acercarse espontáneamente a la plaza. Lo que vivió, según su propio testimonio, fue “una experiencia inolvidable”.
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La última vez: entre la multitud y la emoción
“Estaba al lado de la valla. Fue fortuito, pero muy impactante. Salió al balcón y dio una homilía poderosísima”, relató Sosa en diálogo con Aire de Santa Fe. A pesar de no ser practicante, decidió asistir por la figura que representa Francisco, a quien describió como “un hombre de paz que trascendió lo religioso”.
La misa del Domingo de Pascua fue multitudinaria. Según Sosa, había delegaciones de todo el mundo: “Lo que se vivió en la plaza fue impresionante. Y al otro día, amanecer con la noticia de su muerte fue un shock”.
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La conmoción en Roma tras la muerte del Papa Francisco
El clima en Roma cambió por completo. “La ciudad está estallada de gente. La Plaza San Pedro no deja de recibir visitantes. Se ora, se canta, se reza, la gente circula permanentemente dejando sus votos”, contó Mario.
En el Vaticano ya comenzaron los preparativos para la ceremonia final. Mientras tanto, se mantienen muchas de las actividades previstas por la festividad de la Pascua, lo que genera un contraste difícil de procesar. “La vida sigue, como decía él. Pero es muy conmovedor ver cómo se entremezclan la rutina y la despedida de un líder mundial”, agregó el santafesino.