Un sargento quedó detenido tras ser acusado de secuestrar y abusar a una joven de 25 años.
La causa generó conmoción en La Plata y avanzó con nuevos detalles.
La detención del principal acusado de secuestrar y abusar a una joven de 25 años en La Plata generó un fuerte impacto público al confirmarse que pertenece a la Policía Bonaerense. El hecho ocurrió días atrás, luego del rapto de la víctima en pleno centro de City Bell y su traslado forzado al Parque Pereyra Iraola.
Los investigadores identificaron al sospechoso como Jonathan Andrés Peralta, un sargento de 32 años domiciliado en Ingeniero Allan, partido de Florencio Varela. La DDI local lo reconoció mediante el análisis de cámaras de seguridad que registraron el momento exacto del secuestro. Con esa prueba, el equipo montó una guardia encubierta para interceptarlo cuando salió de su vivienda.
El operativo se concretó en la colectora de la Ruta 2. Peralta tenía su arma reglamentaria, un auto con patente apócrifa y documentación vinculada a la causa. También llevaba un celular que será sometido a peritajes para analizar el posicionamiento geográfico y los cruces telefónicos. Fuentes cercanas a la investigación indicaron que el sargento cumplía funciones en la Vial Autopista y ahora permanece en un calabozo de la DDI.
El fiscal Álvaro Garganta aguarda la convalidación del pedido de detención para indagarlo este lunes desde las 11. La imputación incluye "robo agravado, abuso sexual y privación ilegítima de la libertad", delitos por los que ya recibió notificación formal. En paralelo, los investigadores buscan el auto rojo y el teléfono de la víctima, aún sin localizar.
La DDI detuvo al sargento acusado tras un operativo encubierto en la colectora de la Ruta 2.
Según el relato de la joven, el agresor condujo durante todo el trayecto mientras ella permanecía en estado de shock. Entre amenazas y el uso del arma, frustró cualquier intento de fuga. Cuando el auto ingresó al Camino General Belgrano, la víctima le pidió que la dejara bajar y se llevara el vehículo, pero el sargento ignoró el pedido y avanzó hacia el Parque.
El hombre le exigió que apagara el celular para evitar el rastreo por GPS. Ya dentro del predio, estacionó y reclinó ambos asientos. Inició entonces una conversación en la que sostuvo que no pensaba matarla y que tenía previsto dejarla en Villa Elisa o en una zona cercana. También relató episodios personales y afirmó que alguien iba a pasar a buscarlo para “sacarlo del país”.
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Durante ese intercambio, Peralta dijo que creció “huérfano y pobre”, y que estudió “maestro mayor de obras, tecnicatura en higiene y algo de seguridad”. Luego interrogó a la joven sobre su familia, en especial sobre su padre, el auto que conducía y cuánto podría pagar por un rescate. La charla derivó en referencias a música y películas, instantes antes de que cometiera el abuso y ensayara pedidos de disculpas.
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