Valentina es recordada por su familia con cariño y como una niña llena de alegría y vitalidad. La nena tenía una conexión especial con la calesita de la Plaza 25 de Mayo. Ahí pasaba horas jugando y riendo junto a sus amigos y familia.
"Muchas veces, cuando uno pierde un ser querido, siempre se aferra a las cosas que deja una vez que se va. Y yo a la bici la guardé, como una de las últimas cosas que tenía de mi hija", contó a AIRE Mauro Ramoa, padre de la nena.
Luego de su muerte, su bicicleta se convirtió en uno de los últimos recuerdos tangibles para la familia. Durante mucho tiempo, estuvo guardada en un depósito, pero surgió la idea de darle un nuevo propósito.
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La familia de Valentina Ramoa donó su bicicleta a la calesita de Reconquista
La familia de Valentina, en colaboración con el Alsec (Asociación de Lucha y Educación contra el Cáncer), una institución comprometida en la prevención y lucha contra el cáncer de mamas, decidió donar la bicicleta de Valentina a la calesita de la Plaza 25 de Mayo. El padre de Valentina, junto con su hijo Agustín y su esposa Analía, tomaron esta decisión como una manera de sanar y seguir adelante.
"Decidimos donarla a la bici de Valen para que otros chicos la puedan disfrutar y que no quede en un depósito oscuro", contó Ramoa que hoy continúa su lucha para contar con una guardia pediátrica en el hospital de Reconquista.
El caso de Valentina
Valentina tenía tres años cuando murió el domingo 13 de octubre de 2019, su caso develó las falencias del sistema de salud en el norte santafesino.
A mitad de semana la pequeña comenzó a evidenciar síntomas de un estado gripal y fue atendida por su pediatra de cabecera. Sin embargo, su cuadro empeoró el sábado cuando comenzó a dolerle el estómago. Sus padres decidieron trasladarla al hospital de Reconquista, en donde los médicos estaban abocados a varios heridos en una pelea. Por este motivo se frenó la atención a los demás pacientes.
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La familia de Valentina Ramoa, decidió honrar su memoria de una manera especial y donó su bicicleta a uno de los espacios más emblemáticos de la ciudad de Reconquista.
La familia de Valentina, al igual que otras, que se encontraban en la sala de guardia esperando ser atendidas. Por la demora se vieron obligados a abandonar el lugar y buscar atención en otro centro de salud.
Esa noche la familia no logró descansar, si bien la fiebre de Valentina había bajado, los fuertes dolores estomacales persistían. El domingo por la mañana volvieron a la guardia del hospital Central de Reconquista. En esa oportunidad, los médicos le realizaron un chequeo, placas, le pusieron oxígeno y por último decidieron internarla. A pesar de las medidas tomadas, la pequeña desmejoró y fue trasladada a la Unidad de Cuidados Intensivo, en donde murió.
Desde ese entonces, la familia de la nena reclama por la instalación de una guardia pediátrica en el nosocomio de la ciudad.