Esta semana arranca en el Congreso la discusión sobre el nuevo piso del impuesto a las Ganancias, una iniciativa que presentó Sergio Massa para beneficiar a 1.260.000 trabajadores hoy alcanzados por el tributo y que es impulsada por el Gobierno en el arranque del año electoral. Todo indica que el proyecto se aprobará por amplio consenso, ya que todas las bancadas opositoras anticiparon su apoyo. Las dudas se concentran en el alcance que tendrá el alivio fiscal; la oposición y el sindicalismo pretenden modificar el proyecto para ampliar el universo de contribuyentes beneficiados pero el Gobierno insistirá en acotarlo para no provocar desequilibrios en la recaudación tributaria que profundicen el rojo fiscal.
“Estamos dispuestos a escuchar y discutir todas las propuestas que mejoren el proyecto, pero en la medida en que esas mejoras puedan ser financiadas y no afecten las metas tributarias previstas para este año”, indicaron fuentes de la cúspide del oficialismo.
Las tensiones se dirimen dentro del Frente de Todos. Este lunes Massa, el presidente de la Cámara de Diputados, recibirá a los doce diputados oficialistas de raíz sindical encabezados por Vanesa Siley –presidenta de la Comisión de Legislación del Trabajo- y Facundo Moyano, quien propone dejar afuera del gravamen a algunos rubros como los viáticos, las horas extras y otros adicionales, aunque también sugieren excluir el aguinaldo, las indemnizaciones y deducir el alquiler de la vivienda.
El diputado Moyano –hijo del líder camionero Hugo Moyano- pretende ir más allá y propondrá, además, atar la actualización del mínimo no imponible del impuesto a la inflación que releve el Indec en caso de que el ajuste en base a la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte), que es el parámetro que se toma actualmente, quede por debajo de la inflación. En una idea similar trabajan los diputados de Juntos por el Cambio quienes, además, insistirán en incluir en el proyecto a los trabajadores autónomos, un universo de casi 400.000 personas, por ahora excluidas.
En líneas generales, la iniciativa que elaboró Massa y que cuenta con el aval de la Casa Rosada propone subir el piso, a partir de una deducción especial, para eximir del pago del impuesto a las ganancias a quienes tengan un salario bruto mensual de hasta $ 150.000 ($ 124.000 netos). Esta cifra se actualizaría cada año según la variación Ripte.
Asimismo, la iniciativa prevé otorgarle al Poder Ejecutivo facultades para adecuar las deducciones en el caso de quienes tengan remuneraciones brutas de entre $ 150.000 y $ 173.000. En el caso de los jubilados se sigue el criterio instrumentado en 2017, que dispone que el piso sea móvil y equivalente a una cierta cantidad de veces el haber mínimo. En este proyecto, la referencia se eleva de 6 a 8 jubilaciones mínimas, por lo que en marzo esto arrojará una suma superior a los $160.000.
Desde Juntos por el Cambio pretenden doblarle la apuesta al oficialismo con una serie de retoques al proyecto de Massa.
En suma, la ley dispondría en forma directa un beneficio para el grupo de los trabajadores dependientes hoy alcanzados por el impuesto y que tienen un salario inferior a los $ 124.500 netos. Asimismo, le otorgará facultades al Poder Ejecutivo para que disponga una rebaja del impuesto para las remuneraciones de entre ese monto y $ 173.000 brutos ($ 143.590 netos): el objetivo, sostienen en el entorno de Massa, es evitar saltos bruscos y suavizar el peso de la carga fiscal para este sector de asalariados. Para los salarios superiores a los $ 173.000, en tanto, no se prevén cambios y quedarán plenamente alcanzados por el impuesto.
Pese a que la oposición anticipó su apoyo en general al proyecto oficialista, se anticipa un debate caliente en la Cámara de Diputados. En el arranque del año electoral, el oficialismo le achacará a Juntos por el Cambio que, al finalizar el gobierno de Mauricio Macri, el 25,6% de los trabajadores resultaron alcanzados por el impuesto a las ganancias pese a que el líder de Pro había prometido, durante su campaña presidencial, que ningún trabajador pagaría el tributo.
Desde Juntos por el Cambio pretenden doblarle la apuesta al oficialismo con una serie de retoques al proyecto de Massa. Además de incorporar a los autónomos dentro del beneficio –Massa prometió una ley aparte para ese sector-, los diputados opositores insistirán en que el piso para eximir del pago del impuesto sea actualizado de manera semestral y por el índice de precios al consumidor (IPC), para evitar que la inflación termine licuando el umbral.
Además, plantearán que el proyecto de Massa, lejos de ser una reforma que devuelve progresividad al impuesto a las ganancias, es un parche para el corto plazo y con tufillo electoralista. De todas maneras, anticiparon que votarán a favor en general por el alivio tributario que significará para un vasto sector de la clase media. De igual manera votarán los diputados del interbloque Federal y las demás bancadas.
"Nosotros vamos a apoyar el proyecto aunque sabemos que este impuesto merece un abordaje integral que implica una rediscusión sobre las escalas y las deducciones del impuesto", enfatizó Jorge Sarghini, de Consenso Federal.
Te puede interesar