La tragedia de Joaquín Ruffo en Lomas de Zamora suma un capítulo de dolor e indignación. El pequeño de 8 años, asesinado por su propio padre, intentó canalizar su calvario a través de un simple ejercicio escolar. Sin embargo, ni la docente ni los directivos del colegio interpretaron ese pedido de ayuda a tiempo.
“Casa: miedo”, la confesión que la maestra pasó por alto
Pocos días antes del desenlace fatal, Joaquín completó una ficha de emociones en el aula. La consigna pedía asociar sentimientos con lugares cotidianos. El nene escribió con trazo firme y prolijo: “Colegio: tranquilo y cansancio”. Pero el golpe más duro apareció en el renglón siguiente: “Casa: miedo”.
A pesar de la contundencia del mensaje, la docente a cargo corrigió la hoja con una tilde verde y escribió la palabra “Súper” junto a un deseo de “felices vacaciones”. Nadie activó los protocolos de protección al menor. Para la familia, el colegio ignoró una señal de alerta roja que pudo haber cambiado el destino de Joaquín.
En este ejercicio escolar, el nene de 8 años manifestó sentir miedo en su hogar, pero la docente solo respondió con un "súper" y un tilde verde.
El desesperado pedido de una madre que el colegio ignoró
Natalia Ciak, en conversación con TN, reveló que apenas vio la tarea de su hijo, intentó intervenir. “Fui a hablar al colegio al día siguiente y me ignoraron”. La mujer relató que pidió llorando una reunión con los docentes del taller para entender qué pasaba en el entorno de Joaquín, pero la respuesta fue el silencio.
Justicia y negligencia: la causa contra la institución
El abogado de Natalia, Diego Lugones, sostiene que el colegio French de Banfield incurrió en una omisión grave. El letrado remarcó que los indicios eran suficientes para radicar una denuncia de oficio. Al no conocer el origen del miedo que manifestaba el nene, la escuela debía intervenir para resguardar su integridad física y psicológica.
Natalia denunció que las autoridades escolares le cerraron las puertas cuando ella buscó respuestas sobre el estado emocional de su hijo días antes del crimen.
La mediación judicial por daños y perjuicios estaba pactada para el pasado 12 de diciembre, pero ningún representante del establecimiento se presentó. Ante este escenario, la familia confirmó que avanzará con una denuncia formal en las próximas semanas para que la justicia determine las responsabilidades de quienes, teniendo las pruebas en la mano, no hicieron nada para salvar a Joaquín.