El crecimiento del consumo de droga en Argentina se disparó por encima de los promedios internacionales. La ausencia de políticas públicas preventivas, la romantización y los mitos que rodean a los estupefacientes, son factores que impulsaron un incremento en el consumo de drogas en el país.
Así lo sostiene el especialista Claudio Mate Rothgerber, que visitó la ciudad de Rosario para abordar la situación de la droga en Argentina y el impacto que tiene en los jóvenes. En la antesala de la charla, el psicólogo y especialista en salud pública dialogó con AIRE.
Rothegerber aseguró que el crecimiento de la droga en el país se disparó por encima de los promedios internacionales. En ese sentido, descartó que lo que sucede en Argentina esté vinculado con un fenómeno global.
"El aumento en el consumo de drogas es una tendencia global, pero Argentina se destaca al registrar un aumento del 300% en la última década en sustancias como la marihuana, a diferencia de otros países", sostuvo el especialista que atribuyó el impacto a circunstancias propias del país.
En Argentina, el consumo de marihuana aumentó 300% desde el 2011. Los resultados de la Encuesta Nacional sobre Consumos y Prácticas de Cuidado publicada en agosto de 2023 y elaborada por el Indec y Sedronar, estableció que el 13,8% de las personas entre 16 y 75 años habían consumido marihuana en los últimos 12 meses.
En relación al consumo mensual de marihuana, el informe oficial detalla el uso cotidiano de esa sustancia psicoactiva ilegal por parte del 8,1% de los argentinos, cuatro veces más que en 2011.
El crecimiento del consumo de marihuana se había visualizado en la encuesta de la Sedronar de 2017, con una prevalencia anual de 7,8. Sin embargo, el modelo de comparación puede fijarse en 2011 cuando se realizó la primera medición.
Las estadísticas generan preocupación pero es posible actuar y corregir la situación que se vive. “Hay revisiones urgentes que hay que hacer para que por lo menos empiece a revertirse la tendencia”, aseguró Rothgerber quien agregó que las políticas se desentendieron de lo que sucede en el territorio con prácticas como el menudeo.
Políticas públicas y el Fallo Arriola
Consultado sobre la responsabilidad del Estado y su rol en la prevención, no dudó en calificar las políticas implementadas como “contundentemente malas”. "El problema que enfrentamos se relaciona con la orientación de las políticas que nos han llevado hasta esta situación. Si el promedio de consumo en el resto del mundo se encuentra en torno al 22 y el 23%, y aquí experimentamos un crecimiento del 300%, es evidente que estamos frente a un serio problema de política deficiente", enumeró.
La romantización y la asociación que se hace del consumo de drogas se posicionan como factores que impulsan el consumo de estupefacientes. “Hoy se cree que el glamour es el porro y la marihuana. Porque también hay una industria activa construyendo una representación y encima una política cómplice construyendo una representación de todos estos sectores”, destacó el especialista.
Por otro lado, llamó a desterrar la idea que se instaló desde 2009 a través del Fallo Arriola que sostiene que la droga es una actividad privada. “No, no es una actividad privada la droga. No lo es. Toda esta idea de lo social que se hizo con el tabaco es a lo que debe tender la política activa y sostenida durante muchos años”, vaticinó sobre una transformación que demandará mucho tiempo.
La idea del país de tránsito acomodó toda la política de persecución criminal en torno a las drogas. Además, llevó a mirar a las sustancias que se exportaban al exterior. "Las principales causas en las que la Justicia argentina solía intervenir estaban relacionadas con el decomiso de envíos de drogas a otros países, así como operativos de gran envergadura como el caso del Langostino. En estos casos, la intervención se producía justo cuando la droga estaba a punto de salir del país, sin que hubiéramos actuado previamente”, enumeró.
En ese escenario no se prestaba atención a las denuncias relacionadas con el menudeo, un fenómeno que se extendió en todo el país. “Hoy tenemos bandas complejas, como los Cantero (Los Monos), que son el resultado de una desatención y un desentendimiento que tuvo la Argentina en su momento”, sostuvo.
El modelo que impulsó la reducción del consumo de tabaco
Cuando un país derrumba su percepción de riesgo con respecto a las drogas, “pasa lo que le pasa a la Argentina, cuyo consumo no para de crecer”. Y este sentido, sostuvo que la fórmula contra el tabaco podría aplicarse para combatir el consumo de drogas.
La metodología que se aplicó en los últimos 25 años en materia de consumo de tabaco redujo notoriamente la cantidad de fumadores: de un 64% a un 22%. Para lograrlo, se llevaron adelante acciones contundentes a través de las cuales se concientizó sobre ese consumo y los daños que producía.
El especialista recalcó que las dos claves en materia de políticas públicas respecto al tabaco fueron la información y la regulación de la industria. No se permitió que la industria llegara a los menores y se establecieron parámetros muy firmes.
“Acá nuestros hijos están bombardeados permanentemente con las bondades de todas las drogas. Reciben información, menos científica o médica, sobre qué plantita, qué semillita, cuál es la luz que necesita, cuál es macho, cuál es hembra y cómo curan todas las enfermedades. Todo eso es producto de no entender que hay productores de droga”, sostuvo.
Fuerzas especializadas
Rothgerber enfatizó la necesidad para que Argentina establezca una fuerza especializada, tanto a nivel judicial como policial, para abordar la problemática en algunas provincias, junto con una política enfocada en la erradicación de la oferta minorista de drogas.
"En el caso de Rosario, se alinearon todos los factores", afirmó, destacando elementos como la hidrovía y el puerto que han contribuido al tránsito de drogas. En ese sentido, aseguró que esa ciudad fue la primera que ensayó un paradigma adaptacionista al problema de la droga en toda la Argentina.
Desde una perspectiva estructural, es una región en la que se descuidó el proceso, lo que permitió la aparición de fenómenos de menor escala que finalmente desembocaron en la situación actual.
"Cuando se implementa una política de combate al menudeo, es crucial que se cumplan ciertas condiciones fundamentales para evitar situaciones como las que se han visto en muchos pueblos tras la desfederalización, donde se ha transferido la responsabilidad a las provincias”, destacó el entrevistado.
El especialista aseguró que esta metodología solo puede funcionar si se cumplen dos condiciones esenciales. En primer lugar, es necesario contar con un liderazgo político claro para las fuerzas que participan en esta tarea.
El liderazgo político debe ser elegido y representar a un poder constituido de manera democrática y no uno subordinado a las fuerzas policiales.